Am (llamando a la puerta)- ¿Vinyet? ¡Abre! Si es una broma, no tiene gracia...
Al- ¡¿Amaia?!
Am- ¿Qué haces aquí?
Al- La niña, que me ha mentido, me ha dicho que la ropa que te dejaste estaba aquí, y cuando ha entrado me ha encerrado...
V- ¿Mes escucháis? –gritó desde la puerta-.
Am y Al- Ábrenos, no hace gracia...
V- No os abriré hasta que seáis novios otra vez...
Am- ¡¿Qué?! Anda Vinyet abre la puerta que tengo claustrofobia –decía sudando y con la respiración entrecortada-.
V- No, hasta que no seáis novios nada de nada. Me voy a ver la tele con Lucía. Cuando hayáis vuelto me avisáis.
Amaia se estaba poniendo cada vez más pálida.
Al- ¿Te encuentras bien? Siéntate aquí, anda –decía mientras la acomodaba en un peldaño de la escalera y le daba aire como podía con la mano- ¿Mejor?
Am- Sí, creo que sí, gracias. Parece mentira que nos haya engañado así una niña de siete años –y se rieron los dos-.
Al- Sí... -y volvió a poner la misma cara triste y cansada que tenía desde que había llegado-.
Am- ¿Estás bien?
Al- Sí. Creo que tú te encuentras peor, pues lo siento, aquí no hay caramelos de menta... Por cierto, gracias, acabaron con mi afonía en dos días y llevaba una semana medicándome sin notar resultados.
Am- De nada, me alegro que al final no fuera nada. Después de todo lo que ha pasado, ¿has hablado con alguien?
Al- La verdad es que en profundidad no...
Am- Yo no sé en qué piensas, te estás arruinando la vida tú solo, ¿qué hacías en Miami? ¡Tenías que estar aquí con tu familia! –Había soltado sabiendo que se había metido en temas que ya no le incumbían-.
Al- Ya lo sé. Todo eso ya lo sé. Hay una cosa que quiero decirte desde hace tiempo...
Am- ¿Qué? –preguntó desde la rabia que le daba la cobardía de Alfred-.
Al- Lo que dice Gala de ti... no es verdad. Yo nunca he hablado mal de ti. Y menos delante de ella.
Am- Eso ya lo sé. ¿Pero tú te crees que te preguntó por esto? Joder, tu padre se ha muerto y tú, sabiendo que estaba mal y que a lo mejor su final estaba cerca, no te dignaste a aparecer por aquí... ¿Y ahora qué? Ya no puedes correr atrás el tiempo: tu padre ya no está y tú no te has despedido de él en vida por no enfrentarte a tus miedos.
Al- La discográfica... los ensayos... Verás, estaba mejor, salió del hospital y pensé que no era necesario... Yo no quería armar más revuelo, pensé que así estaría más tranquilo... Todo esto es mi excusa. Es en lo que me he convertido con el paso del tiempo. Tú no sabes cómo me siento... No sabes lo que es haber cedido siempre y darse cuenta un día de que tu vida es una mierda, una farsa, una mentira tras otra, un "consejo de profesional" que al principio aceptas y cuando te quieres dar cuenta han hecho contigo un muñeco al cual moldear como quieren.
Am- Yo lo siento, no sé que decir...
Al- Tú siempre me lo decías, pero yo no veía maldad en ello. Mi sueño era triunfar, pero sin saberlo lo hice a cualquier precio. No le he dado valor a nada, ni a mi familia, ni a ti, ni a mí mismo. Pero ahora ya está, ya se acabó. Se acabó todo...
Am- No te entiendo...
Al- Pues eso: que se acabó. De momento han suspendido mi gira por América, dicen que como estuve afónico no me he recuperado, y que no hace falta forzarme cuando las ventas de mis CD y las canciones han caído en las listas, que las ventas de las entradas han bajado considerablemente, que sólo se habla de mí como "el que ha obligado ha abortar a su novia"... Que es mejor aplazar la gira un tiempo, en definitiva. Así que todo el trabajo que tenía hasta final de año está "aplazado".