"ACABANDO CON LA BASURA"

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Yo caminaba tranquilamente mientras sorbía mi nariz al lado de Kyouya y este solo sonreía.

- Ya no llores corazón - Yo volteé a verlo y este me veía con una sonrisa burlona, sus ojos posados en mi cuerpo pequeño.

- ¿De quien será la culpa? - El echó una carcajada y yo voltee a otro lado con indignación falsa.

Unos pasos más adelante el hombre estaba oculto entre unos árboles y arbustos.

- ¿Quién será? - Pensó en voz alta Kyouya.

- Se me hace conocida su cara - Vigilamos un rato más al hombre que trataba o más bien parecía que buscaba algo.

Este empezó a caminar hacía el patio trasero donde nosotros lo seguimos.

- ¡Eh!, ¿qué haces aquí?, es un lugar con restinccion - Él me vio detenidamente.

- Tú debes de ser el "ángel" que mi padre puso en la nota - Alcé mis cejas extrañado «¿nota?, ¿ángel?».

- Mi padre tenía una nota un su saco antes de morir, decía "El ángel de cabellos celestes", él se refería a ti, ¡TU LO Mataste! - El me gritó con ira y se acercó más a mi.

- El solo tuvo la culpa de su final - Fue la simple respuesta que le di.

- CALLATE TU LO HICISTE - Yo solo escuche lo que decía, - Te matare - Su sonrisa se deformo.

- ¿Tu me mataras a mí? - Mis labios se curvaron peligrosamente hacía arriba, mostrando una arrogante sonrisa.

El se abalanzó hacía mi yo lo esquiva ba dando pasos hacia atrás, con el paso del tiempo viendo que no podía golpearme me agarró de la camisa, me deje, daba igual, sabía cual sería el final.

- ¿Qué ocurre, es todo lo que tienes? - Este se enojo tratando de aventarme un puñetazo pero fue aventado hacia atrás.

- ¿Pero cómo? - Mi sonrisa se ensancho más y me miró escéptico.

- Quiero decirte que no estoy solo, nunca estoy solo - El notó con la cabeza - ¿Porqué crees que nunca se aparecieron mis huellas en la escena del crimen? - El callo para atrás sentado en el pasto.

- No, no puede ser, los fantasmas no existen - Se me borro la sonrisa de la cara al escuchar lo último.

- ¿Fantasmas?, ¿quien hablo de fantasmas?, has hecho enojar a Kyouya, ahora el se vengara - El se arrastro por el piso huyendo pero fue arrastrado de los pies de nuevo por Kyouya.

- Kyouya, MATALO- Mi lindo amigo invisible, tomo al chico del cuello estrangulándolo, este se trataba de salir del agarre moviendo los pies de delate para atrás pero eso solo hizo que apretara más el agarré, mientras yo lo veía desde una distancia segura, sus ojos estaba casi saliéndose de las cuencas pero algo nos detuvo, más bien alguien, Furihata me sostenía de la cintura tratando de hacer que me detuviera, pero yo no tenia el control de Kyouya, el solo hacía lo que le pedí, pero aunque le ordenara detenerse, no lo haría.

- TETSUYA, HAS QUE PARÉ, QUE PARÉ, SI LO MATAS, LAS CONSECUENCIAS SERÁN DURAS - Mis ojos bajaron al suelo.

- Kyouya no se detendrá hasta que acabe con mis órdenes - El miro al hombre que empezaba a ponerse azul.

- YA BASTA KYOUYA, BASTA, NO LO MATES, BASTA - No obedeció.

Tuve que ser yo quien lo haga manualmente, me conecte con Kyouya, empujándolo haciendo que el hombre cólera al piso, cuando volvía a mi cuerpo empecé a toser sangre por el esfuerzo que acababa de hacer, el en volteo a ver y yo lo muere algo enojado, se que solo cumplía mis órdenes, pero tampoco me hizo caso cuando le dije que parará.

- TETSUYA, KYOUYA, ¿QUÉ DEMONIOS HACEN? - Ese era Hideo, el nos trasladó de nuevo a la habitacion con un silencio mortal, su cara de decepción me daño un poco, nunca había visto esa cara antes, al menos no dirigida a mi.

Al entrar al cuarto el empezó la platica.

- ¿Porque lo hicieron?, ¿y cómo demonios hicieron para salir del área PM? - No dije nada, por una simple razón, no quería que se enojara más.

El suspiro resignado, - Ustedes saben que yo los quiero mucho a los dos, son como mis hijos, no quiero que me desepcionen, al menos respondan un pregunta, ¿Quién era ese chico? - El me vio a la cara.

- El es el hijo de ese hombre - Su cara palideció, al parecer recordó aquella vez.

El pareció sorprenderse, luego se echo al sillón y tapó su cara con las manos.

- Vuelvan a dormir, fingiremos no saber nada, borraré las pistas de las cámaras, solo, no vuelvan a hacerlo, ¿de acuerdo? - Ambos dimos una respuesta afirmativa, dejando que el saliera de nuestra habitacion.

Yo solo me dedique a entrar de nuevo en la cama, sin decir ni una sola palabra, no tenía nada de que platicar con el.

La mañana siguiente fue silenciosa, Kyouya no hacía su matutino ruido de tirar cosas por todo el departamento que compartiamos, era un complejo pequeño, dos habitaciones, un baño, una cocina combinada con sala y comedor, y una pantalla mediana, uno de los cuartos era mío y el otro era de Kyouya, extrañamente tenía una cama en su recámara, ropa tallas más grande que la mia guardada en una ropero pequeño, tenía postres de sus bandas favoritas, calzado guardado en un lugar especial para ellos, eso siempre me había causado curiosidad, si Kyouya nunca lo usa, no entendía porqué la mujer que se encargaba de ellos tenía otra recamara decorada.

Listo para ira a la escuela se encontró con una mujer de edad adulta, la doctora Saichi, la mujer que se había encargado de el que el pequeño tenia memoria.

- ¿Te vas a la escuela?, es aun muy temprano - El menor la vio y le beso la mejilla, esta le sonrió con cariño mientras acariciaba sus celestes cabello.

-Debo llegar temprano, el laboratorio esta muy lejos de la preparatoria - La mujer asintió y le dijo:

- Por lo menos ve a la cafetería y pideles que te den algo ligero, ten, para el almuerzo - La mujer le entregó algo de dinero y le acomodo el uniforme, - Ten un lindo día - Este se fue con aquellas palabras que le alegraron un poco.

- Kyouya, cuida bien de tu... - La mujer fue interrumpida por uno de sus tantos subordinados.

La sombra camino a paso lento después de bajarse del tren, era muy temprano para él pero eso era lo bueno, tenía tiempo de caminar por las calles, algo no tan usual en su vida al estar encerrado en el laboratorio todo el día, el siguiente día sería algo de los más tedioso de la semana, un sábado, ya que tendría que ir al campo de experimentación, donde le harían las mismas preguntas tontas y uno que otro ejercicio que ya se sabia de memoria.

Tendía que ver como le iba, pero no era bueno, sus pesadillas estaban justo en frente de se narices.











La Kiseki no sedai.





Bueno quí otra parte, esperó que les guste y muchas disculpas por la tardanza, este cuatrimestre que estoy pasando va a estar de miedo, espero que puedan ser pacientes con esta y las demás historias, gracias por seguir leyendo y pues, perdón por tampoco haber subió el oneshort, pero estaba de lo mas angustiada y casi me da el soponcio, pero quería dejarles esta actualización, y bueno pues gracias.

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