Este pequeño drabble está inspirado en el WebComic Castle Swimmer (El castillo bajo el agua) de Wendy Lian Martin.
El WebComic es traducido por la página de facebook "El rincón del yaoi"
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Ig y Tumblr: WendyLianMartinPSD: Bajo ninguna circunstancia fui obligada por mi beta a realizarlo. Lo hice por voluntad propia.
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Guardia Real
Skiff suspira con cierta añoranza mezclada con nostalgia observando al príncipe Siren jugar con los más pequeños dejando que estos se monten en su espalda o que bailen a su alrededor tratando de que él también siga el ritmo. Trata de mantener su postura firme y de suprimir el calor que se esparce por todo su pecho ante la imagen, pero parece que no lo logra del todo cuando su amigo golpea suave su costado en advertencia al percibir que la reina se acerca.
Ha tratado mucho, desde que es un guardia real, de suprimir eso que crece lentamente en su pecho cada vez que ve al príncipe o que piensa en él. Para Skiff no hay tiburón más maravilloso que Siren, y no precisamente porque sea su príncipe o porque a diferencia de los demás no tenga ni una cicatriz sobre su cuerpo; no, para él es maravilloso porque a pesar de todo es noble, porque aunque siempre parece rodeado de un aire nostálgico hace lo imposible para animar a su pueblo, y aunque pasa la mayor parte del tiempo fuera de la vista de todos nunca ha despreciado la compañía de ningún tiburón con el que se encuentre.
Cuando ese tipo de pensamientos vienen a él trata de forzarse a reprimirlos para no dejar crecer las esperanzas pues es consciente de que jamás podría estar con el príncipe como le gustaría, pero había algo que si podía hacer. Tiene un tiempo pensándolo y al ver a la reina nadar cerca de él y su amigo decide que ese es el momento más oportuno.
—Su Majestad —llama nadando hasta la reina. Cuando esta se detiene y lo mira se siente empequeñecer, pero se esfuerza por mantener la postura.
—¿Sí, soldado?
—Si su Majestad me lo permite —hace una corta reverencia—, me gustaría ser guardia personal de su Alteza el príncipe.
Skiff ve a su amigo nadar hasta él con una expresión alarmada pero no se atreve a interrumpir su conversación al ver que la reina lleva una mano a su mentón en un gesto pensativo. El joven soldado cuadra sus hombros mirándola con seriedad, pero respeto dejándose evaluar.
La única forma, definitivamente, en que tiene para estar cerca del príncipe es esa. Y no le importa en lo absoluto que eso represente un mayor riesgo para él que ser un soldado real, por el príncipe Siren, Skiff está dispuesto a matar… y morir.
—Bien, hm…
—Skiff —se presenta evitando suspirar aliviado.
—Skiff, lo pensaré.
La reina asiente y él hace otra corta reverencia viéndola marchar; una vez no está lo suficientemente cerca como para escucharlo deja escapar todo el aire que estuvo reteniendo, pero no se arrepiente de su decisión. Hará lo que sea por su príncipe, aunque deba enterrar todas las emociones que burbujean en su pecho en lo más profundo de su corazón.