14. TE GUSTA

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A lo largo de las siguientes vacaciones sucedieron demasiadas cosas que logran ser algo difíciles de enumerar incluso. Llamadas, amigos por Internet, confusiones, más llamadas, viajes, pérdidas de objetos importantes, rechazo involuntario e indirecto [...]. Así pues, hay que comenzar poco a poco.

El fin de año había llegado y con él las tan ansiadas vacaciones. Amy y Leah hablaban todas las tardes por teléfono, incluso se podría decir que en la mañana y en la noche también lo hacían; no había otra forma con la cual pudieran comunicarse en ese entonces, pues la azabache había eliminado todas sus redes sociales hacía más o menos un año. De aquella forma la otra chica terminó haciendo llamadas con ella durante muchas horas al día y mandando mensajes a Sídney o a otros amigos a la misma vez. ¡Casi solo colgaban para ir al baño! Era increíble tener a una amiga tan cercana con la cual se pudiera hacer eso, aunque el recibo telefónico saliese más alto de lo usual.

Durante el último mes de segundo año, Leah había comenzado a hablar con un chico (algo mayor, por cierto) ocasionalmente a través de un grupo para roles de personajes. Era demasiado agradable, inteligente e interesante (sin mencionar que era divertido burlarse de él); nunca había tenido a un amigo con el que hiciera eso, solo amigas. Fue gracias a esas semanas de verano por las que pudieron charlar más durante las mañanas y las noches, que era cuando él podía. Al inicio, todas las conversaciones se centraban en la temática del rol y del romance platónico de él hacia su mejor amiga. Con el tiempo, los temas comenzaron a abundar: libros, juegos, animes, música, amigos, escuela, familia, animales, viajes, etcétera.

—Comencé a hablar con un chico por Internet ayer —había dicho la castaña en una llamada con Amy. Tal vez no fue precisamente el día anterior de aquél entonces, pero fue cuando las pláticas comenzaban a tener un poco más de forma y no eran cosas tan "equis."

—Ah, ¿sí? —Fue la respuesta de su amiga tras unos segundos de silencio.

—Sí. Se llama Fran.

Al día siguiente, él nuevamente salió durante el tema de la llamada.

—¿Volviste a hablar con él, Leah?

—Sí, algo así. Justo ahora estamos hablando.

—¡Me le mandas saludos!

—Dice que también te manda saludos —respondió la joven tras haberle tecleado el mensaje—. Es muy divertido y le gustan muchas cosas que a mí también me gustan.

—Eres tú en hombre —decía Amy entre risas, tras haber oído una larga lista de cosas que tenían en común.

Mientras escribía una contestación para su amigo, Leah siguió prestando atención a las risas escandalosas de su la azabache, aunque pararon tras un momento.

—Leah. —Había pronunciado Amy.

—¿Sí?

—¿Él te gusta?

—No. —Respondió la contraria tras haber procesado la pregunta. ¿Cómo demonios le gustaría? Lo acababa de "conocer" hacía poco, como para que eso sucediera—. No. —Repitió.

—¡Te gusta! —Insistía su amiga con cierta emoción fingida en su tono. Leah ni siquiera entendía a dónde iba la conversación, pues no tenía sentido; le gustara o no, él era mayor y no vivía en su ciudad, ¡ni siquiera en su estado, o país!

—No, no me gusta.

—Sí, te gusta.

Con diversión en su tono, la chica decidió aceptar sus bromas sin tanto interés. Solo le estaba tomando el pelo (o eso quería creer ella), porque ¿quién lanzaría a su mejor amiga así, sin más, a los brazos de un completo desconocido que, peor aún, era por Internet? Debía de admitir que, muy por debajo de los malos chistes, aquella idea le había dolido.

El resto de los días se resumieron en lo mismo para la castaña: dormir tarde, despertar temprano, ver una serie coreana o japonesa mientras hablaba con Fran, ver una serie que Sídney le recomendó, comer, escribir mientras hablaba a Amy, seguirle el juego a Amy respecto a Fran, ver más series o películas, hablar con Fran y Sídney en la madrugada. En ese periodo de tiempo ella comenzó a creer que aquellos sentimientos que sentía por su amiga habían sido rechazados sin que se diera cuenta a causa de que, por la fuerza, quería relacionarla con aquel muchacho.

Todo continuó igual hasta que Amy tuvo que salir de vacaciones con su familia durante unos días, perdiendo así comunicación temporalmente. En ese entonces, Leah nunca se enteró e imaginó de lo difícil que fueron esas vacaciones para su mejor amiga; inclusive había perdido el brazalete que antes le había regalado y que era demasiado especial para ella (cosa que, en efecto, desconocía en su totalidad.)

Por su parte, Leah también salió con su madre. Una vez más, fueron a La Paz a visitar a su amiga; sin embargo, en esta ocasión, se permitió visitar los lugares con un poco más tranquilidad y felicidad. Compró recuerdos nuevamente, fue a algunas playas que faltaban, anduvo en camello, se estuvo muriendo por haber comido salsa con chile de árbol (Fran se burló de ella, mientras le daba consejos para que el picor se fuera), se quedó una noche en un hotel muy lindo, comió más tacos de camarón y sushi... Ah, y tuvo que aguantar a la hija de Estrella, la mujer que era amiga de su mamá. ¡Siempre estaba hablando! Lo hacía jugando a las estatuas de marfil también.

Estar esos días sin hablar con Amy le hicieron caer en cuenta de una cosa: amaba pasar tiempo con esa chica. Sí, posiblemente ya lo sabía, pero fue en ese viaje en el que lo confirmó todo.

Al fin había tenido momentos para estar consigo misma y pensar en todo lo que estaba pasando por su vida.

Le gustaba Amy, sí, pero, ¿a ella le gustaba Leah? Si le gustara en verdad no estaría diciéndole que intentara algo con ese joven, ¿verdad? Tal vez, solo tal vez, podría intentarlo. Podría vivir en la mentira de que en verdad le gustaba él hasta que en verdad se lo creyese; no podía pasar nada malo, si se cuidaba lo suficiente. Después de todo, según su amiga, él era similar a ella.

Sí.

Fran era similar a Leah.

Él estaba completamente enamorado de su mejor amiga.

Ella estaba completamente enamorada de su mejor amiga.

Fran:Sobre la serie de la que hablamosantes, ¿has oído la canción Because I'm Stupid?

Leah: Es hermosa. 

Fran: Me describe. SoyJi-Hoo.

Leah: También yo.

«Porque soy un estúpido,
Sé que no hay nadie más que tú,
Pero estas buscando a alguien más,
Aún no tienes idea de mis sentimientos hacia ti.

Probablemente no estoy en tus sueños,
Probablemente no tengas recuerdo de nosotros, sin embargo,
Soy yo el que te ve,
Y las lágrimas vuelven a salir otra vez.

Soy feliz incluso si te veo pasar.
Incluso aún no sé si mis sentimientos,
Podrían detenerse al final e irse.

Realmente quiero verte.
El dolor es insoportable cada día.
La palabra "amor" está en mi boca.
Solo una vez más, llorando por ti.
Solo una vez más, extrañándote.
Nena, te amo y espero por ti.

Because I'm Stupid
-Ss501.»

ENTRE SECRETOS Y ANHELOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora