Makis Prov:
Estos días con Natalia han sido en extremo especiales, por no decir que han sido los más bellos de mi vida; ella y el pequeño Jahkob me hacían sentir completamente plena, era como si mi vida completa se hubiese volcado en esos pequeños instantes que no hacían más que hacerme sentir completamente plena, aunque teníamos extremo cuidado de no dejarnos en evidencia frente al hospital, todo para que la doctora Vives no la tomara en mi contra, o pensara que todo lo conseguido era por mi relación con Natalia.
-De Angulo ¿Cuáles son las principales causas de la condición del señor Castillo? – dijo con altanería Vives, no era un misterio que no le caía muy en gracia.
-En el caso específico del señor Castillo, su mala alimentación, la condición de sobre peso y el tabaquismo provocaron que las arterias coronarias del caballero se taparan – dije sin gran expresión el rostro, sabía que no podía dejar que Olga Vives viera mi miedo.
- ¿Qué sugiere en el caso específico del señor Castillo? – sus ojos azules inquisidores parecían querer arrancarme las verdades a gritos.
-En este caso recomendaría el tratamiento menos invasivo, una endoprótesis vascular, además de un cambio de hábitos alimenticios y reducir el consumo de cigarrillos, cuando su cuerpo esté más estable, recomendaría comenzar con rutinas de ejercicios – dije con la máxima seguridad, pero sus ojos seguían mirándome con cierto recelo.
-Muy bien, De Angulo, hoy estás con la doctora Esguerra – dijo haciendo salir a todos los internos que quedaban hasta ahora, que solo era Caterina y Juli, pero cuando ella pasó por mi lado se preocupó de susurrar.
-Y más te vale que esta vez tengas la decencia de mantener tus pantalones en su lugar.
-Ella te odia – dijo Camila llegando a mi lado.
-Sabe de mi relación con Natalia... perdón, de la doctora Afanador – le dije recordando que ella era mi superior.
-No te preocupes cariño, estamos en confianza, además no están haciendo nadad malo, ella no te está dando un trato especial ni nada por el estilo, solo actúan como novias cuando tienen sus descansos o cuando están fuera del hospital, así que despreocúpate, ella no puede hacer nada en contra de ustedes – Camila me sonreía con ternura.
-Eso espero – le digo.
-Usted y la pediatra hacen una pareja muy hermosa, por si le sirve de algo – dijo un sonriente hombre recostado en la camilla.
-Dígale eso a la doctora rubia amargada.
-Yo se lo diré, no se preocupe – me dijo el sonriente hombre, que sin duda me da una ternura tremenda.
-Bueno señor Castillo, no mire mucho a la novia de mi mejor amiga, que la desgraciada es un poco celosa – le dijo entre risas Camila.
-La doctora Esguerra exagera.
-Eso es lo que dices tú, pero hubieses visto con la cara de perro con la que estuvo después de que Caterina Scorsone se atreviera a coquetear contigo.
Entre risas preparamos al señor Castillo para su procedimiento, el último del turno de este día después iría a una cena con Natalia y Jahkob, esas que solíamos tener últimamente, puesto que el pequeño había insistido en que su mamá no sabía cocinar y que a mí me quedaban las comidas más ricas; así que el común de las noches iba a la casa de Natalia, comíamos juntos y luego volvía a mi departamento.
-Makis ¿Qué harás hoy? – preguntó el pequeño aferrándose a mi pierna.
-Haré lasaña mi amor – le dije acariciando sus cabellos azabaches; sus dientecitos asomaban por sus labios, luciendo el doble de tierno por sus grandes mejillas, las que sin duda sacó de su madre.
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Si Doctora - (Ventino) [Makia]
RomanceUna noche de sexo no debería significar más que eso, pero si el destino se empeña en juntarlas, quizás no deberían hacer oídos sordos.