Arráncame las ropas que me amarran,
que me aprietan;
que me marcan;
que me asfixian.
Arráncame el pensamiento revolcado en mi estómago,
róbame el beso que comenzó esta historia,
y no me lo devuelvas,
que luego se convierte en ropas que me amarran,
que me aprietan;
que me marcan;
que me asfixian.