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Abrí mis ojos impactada ¿Me besó? Oh Dios dime que esto no es un sueño. El fuego de sus labios no salían de los mío, él me sonrió y un fuerte rubor se extendió en mis mejillas y miré al suelo. Un brazo me tiró hacia el escenario y oí a Justin

—Te quiero pequeña— una sonrisa instantánea se asomó a mis labios y con vergüenza me acerqué al centro del escenario. Los millones de ojos se posaron en mí y sentí un nudo en el estómago. Oh joder que esto se acabe. 

El hombre robusto me hizo una seña de que ya estaba mi micrófono listo. Sólo deseo que mi voz no salga titubante gracias a Dios escuchó mi plegaria

—Buenas noches— saludé a la audiencia— Soy ______________ McCarthy, algunos no deben conocerme soy la hermana menor de Jessica McCarthy y hoy ocuparé el puesto de Beyoncé ya que ella no está presente hoy— Los murmullos empezaron y mi estómago daba vueltas— Se que no soy Beyoncé como lo pueden ver— todos rieron en respuesta lo que me dio más confianza— Pero trataré de hacer lo mejor posible para ustedes. Hoy presentaré una canción con permiso de Rihanna cantaré “Love The Way you lie”— mierda… esa canción trae varios recuerdos que no quiero ni pensarlos— Uhm… como saben detrás de una canción hay una historia y pues… detrás de esta canción esta mi historia— todos estaban más que atentos, debía contarla. Saltando detalles claro— Tenía dieciséis años cuando la tortura comenzó, empecé a salir con un chico llamado John Brunes. Al principio era servicial, humilde y un prototipo perfecto de un príncipe azul, y como toda niña me enamoré— mis ojos empezaban a cristalizarse— A los dos años que salimos empezó mi infierno, se volvió posesivo y celoso. Lo cual me molestaba y corté con él. Una tortura, regresó a casa y empezó a pegarme todos los días hasta hace unos dos años atrás— ahogué un sollozo y una lágrima resbaló en mi ojo izquierdo—en un día de viajes de mis padres y mi hermana por tema de su modelaje, él regresó a casa no solo con golpes si no con una navaja— algunas personas lloraron y otras miraban asombrados— Y la enterró en casi todo mi cuerpo junto en el estómago. Viví toda mi vida a base de golpes y abuso. Y no seguiría aquí sin mi ángel gurdían. Te amo Greta. Gracias por todo— sollocé y me erguí para empezar a cantar. 

(http://www.youtube.com/watch?v=LbIXeSxDYqs esta es la voz de __________(;) 

<<Mis manos empezaron a moverse y empecé a soltarme con cada palabra, con cada verso que salía de mis labios, me sentía bien cantando era como sacar, lo que tenía dentro. Cerré los ojos recordando como los puños volaban en mis ojos, boca, estómago y piernas. Las patadas duras en mi cabeza que hacían perderme del mundo durante un segundo. Las palabras duras que recitaba cada vez, en cada golpe, en cada daño. Y las lágrimas no tardaron en estar en mis mejillas. Gracias a Dios, no pusieron delineador allí. 

John Brunes, el nombre del mismo diablo, el nombre de mi sombra que me perseguía en cada sueño, en cada susto, en cada etapa de mi vida. Soportándolo durante dos años completos ¿Cómo pude ser tan tonta? ¿Cómo pude dejarme llevar? Pero… ¿Cómo pude estar con alguien que no me amaba?. Él intentó violarme, pero por suerte aquí estoy virgen e intacta. Cuando llegaba borracho de fiestas venía a hacerme daño y yo nunca decía absolutamente nada, nunca decía nada porque creí que sería una pérdida de tiempo. Nadie me prestaba atención, nadie me quería en este mundo. Era un estorbo para todos. Las palabras hirientes de Jessica y su primer golpe. Le gustó hacerme daño y siguió y sigue mi tortura hasta ahora. Las marcas en mis muñecas, representaban cada dolor, cada crítica cada golpe en mi vida. Que eran interminables. Pero hay una persona que me mantuvo con vida hasta el día de hoy… Y es el mismo chico que me besó, con el que sentí mariposas en el estómago cada vez que lo veo, con mi ídolo… Mi único amor. 

Los golpes duelen… pero las palabras aún más. 

Cuando la canción terminó, bajé la cabeza y empecé a llorar en silencio, no podría con esto. Todos empezarón a levantarse y aplaudir y los gritos empezaron a llenar todo el estadio, no podía levantar la cabeza. No podría y entonces lo sentí… Sentí que unos brazos familiares me abrazaban por los hombros y sentí que su perfume llenaba mis fosas nasales. El estadio enloqueció y recibí su abrazo hasta que me calmé. Los flashes inundaron el lugar y hablé al micrófono:

—Muchas gracias por su tiempo. Que pasen una buena noche— sonreí y Justin me tomó de la mano para salir… Para salir del escenario y abrazarme serenamente.

Gritos SilenciososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora