10. Pensamientos

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-¿Quién era ese chico cielo?-acababa de entrar en casa y mi madre ya empezaba con sus cosas y preguntas.

-¿Me espías?-pregunté dejando las llaves sobre el mueble de la entrada.

-Cielo, me ofendes. Sabes que me no me gusta fumar dentro de casa, lo hago por la ventana y así no apesto la casa.

-Es solo un amigo mamá.

-Ese beso en la mejilla dice otra cosa cariño

-Mamá…

-Está bien, está bien no te agobio… pero es una monada.

-Vale mamá…-dije encerrándome en mi habitación.

~

-¡Gracias! Vuelva pronto-se despidió Aran de otra clienta de la heladería de su tío, donde trabajaba a media jornada algunos días. Se giró un momento para lavar las cucharas cuando una voz la sorprendió desde su espalda.

-¡Hola!-era un tono alegre y feliz, acompañado de una hermosa sonrisa.

-Hola, ¿Qué dese…? –fue entonces cuando los ojos marrones de la chica se juntaron con unos alegres ojos azules.

-¡Hola Aran!-saludó el moviendo su mano como un niño pequeño provocando la risa de la chica.

-Hola Louis, te preguntaría que haces por aquí pero es muy evidente.

-La verdad me dijeron que había días que trabajabas aquí así que vine a probar suerte a ver si te veía-las palabras la sorprendieron mucho, y le agradaron otro poco.

-Me siento halagada-rio ella.

-Deberías-dijo el castaño siguiéndole el rollo mientras adoptaba una pose creída, sacándole otra sonrisa a la joven.- Aunque… si te soy sincero… el helado de bombón tiene muy buena pinta.-dijo mirando la enorme tarrina que contenía el helado marrón.-¿Qué tal una tarrinita mediana?-preguntó con cara de niño pequeño. Aran se lo sirvió y éste le dejó el dinero con propina.-Volveré para verte, nadie se libra de Louis tan rápidamente-dijo saliendo por la puerta mientras le guiñaba un ojo.

-Ni que quisiera librarme de ti…-dijo apoyándose en el mostrador.

~

Maica se encontraba sentada en un banco del paseo esperando a su chico Aaron, quien ya llegaba tarde por quince minutos. Su móvil empezó a sonar y vio en la pantalla el nombre de su novio, bufó, ya sabía que le iba a decir.

-¿Si?-preguntó mientras jugaba con los pliegues de su falda.

-Maica, cielo perdóname pero no voy a poder ir… tengo que… ir a casa de mis abuelos

-Ya… ya… para variar-dijo y colgó rápidamente. Aaron llevaba unas dos semanas muy raro, miles de teorías pasaban por la cabeza de la rubia pero quería auto convencerse de que solo era una racha.

-Ya van dos veces que te encuentro sola…-esa voz le sonaba mucho, miró a su lado y vio que Zayn se había sentado junto a ella.

-Esa es mi suerte…-suspiró ella.

-¿Estás bien?-preguntó Zayn bajando su cabeza para encontrarse con los ojos grisáceos de la chica.

-Si… no te preocupes.

-¿Qué te parece si te invito a tomar algo para alegrarte la cara?-preguntó sonriente, a lo que Maica le correspondió.

Nunca más (Niall Horan y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora