La Gran Torre

La Gran Torre

James Harrison era un hombre de 25 años que vivía, junto con su familia, en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.

Él y su esposa, Karina, trabajaban en un gran edificio en el centro de la metrópoli. Medía más de 400 metros de alto y se llamaba "Gran Torre".

James trabajaba de mensajero dentro del edificio, en el departamento de "paquetería" mientras que Karina trabajaba de oficinista en el piso 70.

La familia de James no era muy numerosa, solamente tenían un hijo varón llamado Johan, el cual recién había cumplido los 8 años.

Sin embargo, no se encontraban en una buena situación económica. En esos momentos la ciudad pasaba por una crisis económica.

Amaneció. Y como era de costumbre, James y Karina se prepararon para dirigirse a su trabajo y dejar a Johan en el colegio.

Sin embargo, había algo extraño: James se asomó por la ventana y se percató de que un hombre los estaba observando, el hombre se volteó enseguida al ver que James lo descubrió.

James no le dio importancia y, junto a su familia, subió al auto y se dirigieron al colegio; acto seguido cambiaron la dirección hacia el edificio donde trabajaban.

Llegaron y se estacionaron. Justo enfrente de ellos, a unos veinte metros, un auto rojo se estacionó también. El conductor era el mismo que los estaba observando por su casa esa misma mañana.

Arribaron a la torre y Karina subió por el ascensor hacia el piso correspondiente a su oficina. Por otra parte, James se dirigió al reloj checador que se encontraba al lado de la entrada principal. Posteriormente se volvió y se puso detrás de un mostrador que encima tenía en un gran letrero la palabra "Paquetería" con grandes letras llamativas.

Trabajaron por horas, pero fue un día muy tranquilo.

Acabó la jornada y James salió al estacionamiento para esperar a su esposa dentro del carro, ya que, por lo general, su esposa salía una hora después que él.

Se quedó dentro del auto esperando. Miraba a sus alrededores: la calle estaba totalmente desolada.

De pronto James da un brinco cuando alguien toca a la ventana de su automóvil: Se trataba de un oficial de policía robusto con una barba un poco larga, lentes de aumento y una gorra que le estaba pidiendo que bajara la ventanilla. Parecía extranjero.

- ¿Qué sucede oficial? – Preguntaba James mientras presionaba un botón para bajar la ventanilla.

- ¿Qué está haciendo usted aquí a altas horas de la noche? – Preguntó el oficial.

James confirmó su sospecha al escuchar el acento extranjero del oficial.

- Estoy esperando a que mi esposa salga del edificio para después dirigirnos a casa.

- Me parece correcto – Menciona pensativo – ¿Podría bajar del auto un momento por favor?

- ¿Por qué es necesario que me baje del auto? – Preguntó James un poco exaltado: Se sentía inseguro, el oficial no iba circulando en un auto de policía y estaba completamente solo. Además de que el oficial no parecía en verdad un oficial.

- Baje un momento, por favor – Insistió.

Acto seguido James quitó los seguros de su auto. Nervioso, abrió la puerta y descendió del vehículo.

Al ver al oficial de frente se percató de su gran estatura y tamaño.

- ¿Qué es lo que necesita? – Preguntó James tratando de mostrar su inseguridad.