Amethyst comenzó a caminar por los salones del palacio de AltaCascada, varios salones separaban la sala donde se hizo su presentación en sociedad de la sala del trono, donde se encontraban sus majestades, la reina Clarysse (También directora de la escuela de magia Westhum) y el rey Kharz, Amethyst estaba anonadada del lujo del palacio, parecía que los salones nunca iban a acabar, obviamente eso estaba hecho adrede para que se pudiera observar la riqueza de los nobles, salones, bibliotecas y numerosas habitaciones que había que atravesar antes de llegar a la sala del trono, la acompañaban las primas Eliskezart y Etheldred (Elis y Ethel para los amigos), ellas estaban más que acostumbradas a los grandes lujos ya que se criaron en AltaCascada, pero Amethyst no podía ocultar su asombro, solo las cortinas de una ventana de palacio ya valía más que la casa de un campesino normal y corriente, mientras atravesaba los salones se fijó en todos los detalles, exquisitas alfombras traídas del otro lado del océano, sillones y butacas con el mejor terciopelo rojo y madre de roble, pianos y obras de arte por doquier, no se avistaba ninguna pared desnuda, marcos de oro, lamparas en forma de araña con cientos de cristales pequeños que formaban innumerables destellos, los techos eran altos más que los del palacio del ducado de Asbengith donde ella se crió, los pilares y las paredes, así como el suelo estaban hecho de piedra pulida y mármol, jarrones, mesas y demás decoraban todas las habitaciones, hasta que por fin llegaron a la sala del trono, había un pequeño salón como si fuera una sala de espera, en frente de esta, estaban unos grandes portones que la separaban de la sala del trono, las instrucciones eran claras, al decir su nombre y cargo nobiliario, las puertas se abrirían, entonces Amethyst se dirigiría a los tronos, haría una reverencia y los reyes darían un breve discurso, ella debería jurar lealtad a la corona y esas cosas de protocolo que siempre se hacen cuando alguien nuevo llega a la corte.
Estoy muy nerviosa chicas, ¿Vosotras no? - Dijo Amethyst
Las primas Ethel y Elis rieron.
Querida, estate tranquila, sus majestades serán muy simpáticos contigo, créenos- Dijeron al unísono.
Entonces Amethyst se miro en un espejo que se encontraba en una esquina del cuarto, antes de entrar, se miro y pudo ver a una chica elegante, con un precioso vestido de gran vuelo un tocado fabuloso y una tez blanca (En la corte significa pureza, tanto mujeres como algunos hombres se maquillan con polvos blancos, hasta hace poco se usaba el plomo hasta que descubrieron lo peligroso que era, las cortesanas y damas que estaban en palacio llevaban normalmente la cara de un blanco eco alarmante, con algo de colorete rosa encima de las mejillas) todo esto se quedaba corto con el precioso collar que llevaba, había estado en la familia Asbengith durante siglos, zafiros, y diamantes unidos en perfecta armonía, era su joya mas preciada. Entonces un paje anunció con un tono muy alto '' Lady Amethyst Asbengith, Baronesa de Asbengith, Hija de los Duques de Asbengith, Viz-Condes de Deskt y miembros del consejo real, Heredera en 8º posición al trono de AltaCascada, así como todos los territorios que se encuentra en el reino de Gardania y las colonias del este.
En ese momento, las puertas se abrieron, Amethyst camino con dificultad debido a sus nervios y a su aparatoso vestido (El cual tenia una cola de dos metros de largo y una anchura de medio metro, y estaba repleto de pedrería y encaje) hasta posicionarse a unos 3 metros de los tronos, entonces realizo una elegante reverencia, detrás de ella venían las primas Ethel y Elis, no se fijo en sus títulos nobiliarios solo le dio tiempo a escuchar '' Hija y sobrina, en correspondencia del Marques de Wosterm, 28º y 31º posición respecto a la linea de sucesión del trono de AltaCascada...''
Entonces, después de ese pequeño encuentro, el rey Kharz comenzó a recitar un juramento y unas condiciones, las cuales Amethyst debía aceptar para ingresar en la corte y en la academia Westhum, entre otras cosas decía que debía proteger a la familia real ante todo momento, que no podría conspirar contra la corona, etcétera, etcétera...
Amethyst cumplió con el protocolo e hizo todos los juramentos necesarios después de eso, se dirigieron hacia el comedor principal, donde tuvo lugar el banquete, ella era el centro de atención, se sentaba junto a los reyes en la mesa principal, debido a una antigua tradición, todos los nobles y sus hijos (solteros) debían ir ante ella a presentarse y a darse a conocer, es como una especie de cortejo, usualmente los nobles llevan junto a sus hijos algún especie de obsequio desde joyas hasta animales y en los casos mas llamativos tierras y títulos.
Fueron pasando y pasando nobles, Duques, Condes, Barones, Marqueses... con sus hijos, había visto de todo, desde Gensh y Odysseus a los cuales ya conocía, su encuentro había hecho que Amethyst soportarse aun menos a Odysseus, con su dentadura perfecta, su pelo negro como el carbón, rizado y su tonificado cuerpo (Lo cual no era precisamente normal entre los nobles, los cuales estaban o delgados, pero nada fuertes, o gordos, algún que otro caballero o alto cargo del ejercito tenia un cuerpo musculoso, debido a su entrenamiento), y bueno Gensh era muy simpático, ella prevenía que acabarían siendo buenos amigos, al contrario que Odysseus, Gensh era delgado sin nada de músculos y con el pelo liso y rubio-castaño, a parte de ellos dos, pasaron varios más, la mayoría gorditos, aunque nunca se olvidara de uno, el el tercer hijo de los Barones de Hucht, tenia la cara y la piel llena de pústulas, granos y manchas...
Al terminar de conocer a todos los nobles solteros del reino y de cenar, fue con Sapphire (pupila de los reyes) ella estaba con una chica más, que se presentó ante Amethyst
Soy Penélope de Wust-Fitz, heredera del Condado de Fitz, es un placer conocerte - Dijio la desconocida
El placer es mio créeme, soy Amethyst, Baronesa de Ashbengith - Contestó Amethyst
Amethyst la miro de arriba a abajo, entonces distinguió a una chica rubia, como ella, pero con el pelo bastante rizado, delgada y de estatura media, su tocado era el más bonito que había visto hasta el momento, a no ser que fuera una peluca, tenia el pelo muy largo, recogido en un alto moño que levantaba unos 30 cm de su frente, decorado con motivos florales, su vestido color espuma de mar también llamaba la atención, seria de 2 metros de largo como el mio, pero horizontalmente, es decir, de las caderas era algo más corto, no llegaba al medio metro.
¡Sapphire ven un momento! - Gensh, mejor amigo de Sapphire la estaba llamando
Chicas, os dejo solas que os conozcáis, ah, por cierto, vamos a ir las tres juntas a clase este curso en la academia, volveré en breve - Entonces Sapphire se marcho dejándonos a Penélope y a Amethyst solas
Después de gran parte de la noche hablando con Penélope, Amethyst y ella formaron una amistad fuerte, Penélope la acompaño hasta su alcoba, que se situaba junto al lado de la suya, Penélope la ayudo a quitarse el vestido, el cual tenia por lo menos 5 capas, después de eso se quedaron en camisón hablando en la alcoba de Amethyst, pasaron los minutos, las horas y cada vez se conocían mejor, Penélope insistió en irse a dormir, ya que al día siguiente deberían ir ambas a la academia Westhum.
Penélope al fin se marchó a su alcoba a dormir, Amethyst descansó después de tan ajetreado día, a la mañana siguiente le esperaría una gran sorpresa...
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El misterio de la sabiduría
ФэнтезиEl misterio de la sabiduria es la primera novela de un grupo de novelas de fantasia medieval, reune magia, fantasia, suspense y drama de epoca. Amethyst, hija de los duques de Asbengith debera mudarse a la capital del reino, AltaCascada, para contin...