Mi vista es borrosa apenas abro los ojos.
Poco a poco se vuelve nítida, pero sigo sin entender la blancura del lugar.Siento mi cuerpo rodeado de un líquido espeso...
Mil preguntas se arremolinan en mi cabeza.
¿Dónde estoy?, ¿Por qué de la nada mi cuerpo es tan pesado?, ¿Por qué no puedo moverlo?Con fuerza logró levantar mi mano y dirijo mi vista hacia ella.
Rojo, lo único que logro ver es mi mano manchada de un líquido rojo... y no necesito preguntar que es. Clara y espeluznantemente es sangre.
¿Es mía? Si es así, ¿dónde está la herida?Y hasta entonces me doy cuenta de algo.
Estoy en el piso, rodeado de sangre, sin poder moverme.
El pánico se apodera de mi.
Una increíble adrenalina recorre mi cuerpo, sintiendo que puedo correr lo más lejos de aquí... pero aún así no puedo moverme.
Eso solo logra alterarme más y casi siento mi corazón salirse.Quiero gritar, correr lo más lejos de aquí, poder mover más que mi mano que ha vuelto a quedarse inmóvil.
Pero la energía se esfuma casi tan rápido como esa sombra aparece.
Logró distinguir la silueta de una persona, pero no puedo verla claramente, no hasta que acerca su cara a la mía.
Y solo hace que mi confusión crezca, me hace querer gritar aún más fuerte.
No entiendo que esta pasando, acaso... ¿soy yo?
Estoy tan estupefacto viéndolo... viéndome, que no me doy cuenta que acerca su mano junto con un cuchillo a mejilla.
Apenas y siento el metal contra mi piel, pero él lo baja hasta mi cuello. Sintiendo mi cuerpo temblar puedo al fin gritar sintiendo como el filoso metal entra en mi, y entonces.... despierto.
Me levanto brutalmente de la cama completamente agitado, tocando mi cuello, viendo mi mano.
Nada, me doy cuenta que no hay nada.
No hay herida.
No hay sangre.
No hay nadie...Pero el miedo y la confusión están.