capitulo 40

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el último de hoy...


Capitulo 40

La impaciencia de Arthit por comunicar a kao lo que le había ocurrido hizo que decidiese omitir cualquier detalle que se refiriese a su hermano y, después de anunciarle que se llevaría una sorpresa, a la mañana siguiente le contó lo más importante de su encuentro con kong.

El asombro de kao fue mitigado por el profundo amor fraterna; pronto le pareció muy natural que lo admiraran, y a la sorpresa dio paso a otros sentimientos. Lamentaba que kong hubiera expresado los suyos de modo tan inadecuado, pero todavía lo apenaba más el saber que debía de haberle causado el rechazo de su hermano.

-fue un error creerse tan aseguro del éxito (dijo kao) y es evidente que no debía aparentarlo, pero ¡imagina cuál habrá sido su desengaño!

-verdad (repuso Arthit) y lo lamento por él. Pero abriga otros sentimientos, que probablemente lo harán olvidar su afecto hacia mí. Pero dime, ¿me censuras por haberlo rechazado?

-¡censurarte! ¡oh!, no.

-¿y me censuras por haber hablado de wickham con tanta vehemencia?

-no, no creo que obraras mal al decir lo que dijiste.

-pero lo creerás cuando sepas lo que ocurrió al día siguiente.

Entonces le habló de la carta, repitiéndole la totalidad de su contenido en cuanto se refería a George wickham. ¡qué golpe supuso para el pobre kao, que jamás habría sospechado que tanta maldad pudiera darse en un solo ser humano! Ni aun la vindicación de kong, tan grato a sus sentimientos, bastaba para consolarlo de semejante descubrimiento. Con gran tesón procuró defender la probabilidad de un error, tratando de justificarse a uno sin comprender al otro.

-no prosigas (dijo Arthit) nunca conseguirás hacer bueno a ninguno de los dos. Elige lo que quieras, pero solo uno podría satisfacerte. Entre ambos no sumarían méritos suficientes para hacer un ser bueno. Por mi parte, me inclino a creer que la razón corresponde a Mr. Sutthilak; tú puedes opinar lo que te parezca.

Pasó largo rato antes de que kao pudiera esbozar una sonrisa.

-¡no sé qué me ha sorprendido más! (exclamó kao) ¡wickham tan rematadamente malo! Es casi imposible. ¡y pobre Mr. Sutthilak! ¡querido Arthit, no pienso sino en lo que habría sufrido! ¡qué disgusto! ¡y conocer, además, tu mala opinión acerca de él! ¡y tener que contar tales cosas de su hermana! Es muy penoso, en verdad. Estoy seguro de que lo creerás así.

-¡oh, no! Mi contrariedad y mi compasión se han disipado al ver tu reacción. Sé que le harás justicia y que cada vez me sentiré más libre e indiferente. Tu generosidad al respecto me salva, y si sigues lamentándote de él, mi corazón quedará tan ligero como una pluma.

-¡pobre wickham! ¡hay tal expresión de bondad en su rostro, tal franqueza en sus modales!

-es evidente que hubo algún error en la educación de esos dos hombres. Uno aceptó toda la bondad y otro toda su apariencia.

-jamás tuve a Kongpob por tan falto de buenas apariencias como tú lo suponías.

-y con todo, me creía muy sagaz cuando, sin motivo, lo encontraba desagradable. Todos tenemos cierto prurito que nos hace presumir de ingenio al tener tales aversiones. Uno puede injuriar continuamente sin decir nada que sea justo, pero no puede burlarse siempre de un caballero sin decir de vez en cuando una frase chistosa.

-estoy seguro, Arthit, de que al leer la carta por primera vez no habrás considerado el asunto como ahora lo haces.

-eso es muy cierto. Estaba bastante resentido y me sentía desgraciado. ¡y no tener entonces a nadie a quien revelar mis sentimientos, a un kao que me consolara y me dijera que no había sido tan débil y absurdo como yo creía! ¡oh, cuánto extrañe!

Orgullo y Prejuicio (kong y Arthit) SOTUSWhere stories live. Discover now