Espejo de Experiencia

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─¡Buenos días Mamá!

─¡Buenos días princesa! ¿Qué tal dormiste sin tu amada?

─¿Qué clase de pregunta es esa?

─La que me hago como madre cuando intuyo que las cosas no están bien entre mis hijas.

─¡Nada que ver! Entre Flor y yo solo ha habido un inconveniente.

─¡Vaya! ¿Y tan grave es que no le han encontrado solución y por eso te has venido a quedar a dormir ya varias veces estos últimos días?

─¡Mamá! Te agradezco no te metas y deja que nosotras busquemos la salida.

─¡Jazmin! Yo sé que ustedes son adultas y pueden haber pasado muchas pruebas pero yo te conozco y creo conocer a Florencia y puedo asegurar esta situación que viven se las está devorando a ambas. Es más meto mis manos en el fuego si esto no tiene que ver con ese deseo del cual ella me hablo hace unos meses.

─¡A ver Señora Ana Luisa! ¿De qué deseo le hablo su nuera?

─De tener un hijo. ¡No, me corrijo! Una hermosa niña, así me la describió.

─¡Madre! Por favor te pido te mantengas al margen de esto.

─¡Ves! No estaba equivocada. Y por tú reacción se te hace difícil hablar del tema. ¡Ay hija mía! A mis ojos eres tan transparente. No me pidas que no trate de hacerte ver que puedes estar cometiendo el peor de tus errores y acabar perdiendo a tu amada.

─Eso nunca pasara, nos amamos y eso es suficiente.

─¿Suficiente para quién, princesa?

─¡Mamá! ─Jazmin no podía ocultar que el tema le incomodaba.

─¿Mamá qué? Sabes que tengo la razón. No olvides yo estuve presente cuando tu padre te dijo aquellas palabras que hasta el día de su muerte le recrimine. Nada justifica te las haya dicho y al sol de hoy se pueden seguirte afectando pero debes poner en la balanza si mantenerlas en tu relación como un obstáculo no van a significar pierdas lo que tanto esperaste tener.

─¡Ay madre! ─Jazmin comenzaba a derrumbarse ante los ojos de Ana Luisa─ No te imaginas el terror que siento cada vez que la posibilidad de que se termine mi relación con mi hermosa viene a ocuparme el pensamiento. La sensación de vacío y dolor es insoportable. Yo no podría vivir sin ella, para mí Florencia es mi vida, mi aire, mi motor, mis sueños y siento que cada día la distancia entre nosotras se hace más grande.

─¡Ven aquí mi princesa! ─en los brazos de su madre Jazmin encontraba ese refugio donde descargar su angustia y pesar, nada en el mundo podría brindarle esa tranquilidad anhelada por tantos días como ese abrazo tan necesitado─ Sé que nunca pudimos tocar este asunto y hoy creo es prioridad porque lo único que deseo en la vida es verte feliz y esa felicidad la veo en ti si tú amada está a tu lado. Te juro que por el amor que te tengo te ayudare a recuperar tu seguridad y confianza. Vivir hija, es también dejar el pasado en el olvido y no permitirle venga a perturbar nuestro presente. ¿De qué te vale centrarte en lo que tu padre te dijo si por ese motivo estás alejándote de lo que más amas? ¿Piensa en que te beneficia, no sacar de tu cabeza esas palabras? Al fin y al cabo son solo eso palabras y aunque suene cruel decirlo por más que todavía ame a Humberto, él no ésta y si tú hubieses decidido tener un hijo luego de ese feo episodio estoy convencida de que tu padre hubiese terminado aceptando que se equivocó y amaría a ese nieto más de lo que te amo a ti. Ahora soy yo la que te pide habla con Flor, compórtate como su pareja y hazle saber en todo momento de ese amor tan verdadero y profundo que sientes por ella. Puede que no te resulte fácil verlo desde esta perspectiva pero al menos tenlo como alternativa.

Entre Flores y CosméticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora