III

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Despedi a Narancia con un beso en la frente y cerre la puerta despacio para luego correr directo hacia las escaleras.

Casi me caigo en el pasillo tratando de llegar a la puerta de mi habitacion.

Entre y mi mente se quedo en blanco, <<¿porque acepte?, ¿porque lo hice?>>,  grite desde lo mas profundo de mi pecho, pero ya no podia responderlas, ya era muy tarde.

Fantaseé imaginando que como en los cuentos de hadas un ser magico apareciera y me hiciera desaparecer. Pero aunque por mas que lo deseara eso no sucederia, lamentablemente esta es la vida real y ahora tengo un problema mayor.

               No se que ropa ponerme

Tengo ropa sí, pero no la "adecuada" , que se supone que se usa en una fiesta de todos modos.

Entonces recorde que conoci a un sujeto que sabia mucho del tema y con el tiempo nos hicimos amigos, su nombre es Prosciutto.

Estudiabamos juntos en la universidad aunque fue por un corto tiempo.

No queria molestarlo, pero no tuve opcion. Llame y gracias a Dios contesto.

-Hola... ¿cuanto tiempo?- dije entre risas.

-¿Hola?, ¡como que hola!, ¡¿llamas despues de tanto tiempo y asi saludas?!- pregunto con un tono de voz muy obvio.

-Ay pero no te pongas asi, bueno es que...- respondi y mi voz empezaba a temblar mas de lo normal.

-Es que ¿que?- volvio a preguntar.

-¡Tengo una cita!- grite.

-¡oh! Ya veo, voy ahora mismo.

-¿Mmm?

No pasaron ni 5 minutos desde que Prosciutto colgo la llamada, y empezo a sonar el tiembre (de nuevo).

Fui corriendo a abrir la puerta y tal como dijo por telefono, estaba parado frente a mi con un monton de maletas.

                Que extraño Deja vu

-¡Que miras tanto!, ¿no me vas a dejar pasar?

-Ah si si claro.

No dijo nada mas hasta entrar a la habitacion.

-¿Qué?- me pregunto mientras acomodaba las maletas encima de la cama.

-Disculpa, estoy un poco distraido- respondi acercandome al pilo de ropa, ahora en el suelo- ¿y todo esto de verdad es necesario?.

-Esto... es solo ropa tontito- hizo una pausa- aun falta el maquillaje y los accesorios.

-Yo no quiero eso, no se ve bien en mi-   prosegui negando con la cabeza.

-Como que no, ya veras que si- termina diciendo esto ultimo con firmeza.

No puedo decir con exactitud cuanto tiempo paso porque en un abrir y cerrar de ojos ya era de noche. Pero
¡lo logramos!, despues de pasar horas y horas ¡por fin! encontramos el atuendo "perfecto" segun Prosciutto.

Al final nos decidimos por una camisa de tela muy fina color rojo y por encima un saco de color negro, ademas de un pantalon de tela con corte cropped del mismo color, unos zapatos de suela negros y por ultimo un collarin.

No era la gran cosa pero segun Prosciutto se me veia mejor a mi que a el, no se si tomarlo como un halago o un insulto.

Me sentia tan raro, ese no era mi tipo de estilo, no me parecia a mi en nada, me veia tan diferente, me hacia lucir tan... con vida.

Al final llego el momento de despedirme de Prosciutto y no sabia como agradecerle, por eso insisti en que si necesitaba algo yo estaria dispuesto en cualquier momento.
Se fue deseandome suerte supongo que eso era un si.

Verlo alejarse en el carro mientras sacudia su mano de un lado a otro me hizo recordar una epoca graciosa en la que estube "interesado" en el y es una lastima ya que el es muy atento y amable conmigo, el problema es que el es... omega.

Cerre la puerta y mire el reloj y ¡Por Dios! ya era tarde, que rapido pasa el tiempo pense.

Deje una nota para Narancia explicando el motivo de mi "desaparicion".

Tome el primer taxi que vi y le indique al chofer la direccion del local.

Al llegar se podia escuhar desde afuera lo ruidosa que se estaba poniendo la fiesta. Entre y habia mucha gente bebiendo, charlando, ya sabes algo normal en ese tipo de eventos.

A lo lejos de entre toda esa gente se podia divisar una de esas barras donde gente solitaria suele sentarse a tomar. Y dije ¿porque no? Una no me hara daño.

Camine en direccion a los asientos y de verdad (de verdad) esperaba que nadie se me acercara.

Alzaba la mirada de vez en cuando para aparentar que esperaba a alguien y asi no verme tan patetico.

Empeze a tomar uno y luego dos y mas tragos de algo que no tenia ni idea de lo que era.

Mi cabeza daba vueltas y pense que lo mas sensato segun yo, era recostarme sobre algo (lo que sea).

Mis piernas temblaban cada que intentaba levantarme. Estaba a punto de caer de mi asiento.

Aparte la estrepitosa musica no ayudaba para nada solo me aturdia mas.

Y ahhh ojala si me hubiera caido, asi no podria haber escuchado tu voz que produjo en mi cabeza un corto circuito.

Pero sobre todo tu aroma, ese aroma, ese asqueroso aroma que me hizo perder la poca cordura o mas bien la poca dignidad que aun me quedaba.

Y lo peor es que solamente dijiste...

                        Hola







Amore MioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora