–Señorita Han –el fuerte golpe en mi mesa me sobresaltó, desperté enseguida. Demonios, lo hice de nuevo.
–Ya desperté.
–Señorita Han, comprendo su poco interés hacia mi clase, pero le pido por favor que no tome sus siestas matutinas en ella. Se le está haciendo costumbre.
–Sí, lo siento. –El profesor Wood me echo otra mirada por encima de sus pequeños lentes y regreso a su puesto para continuar con su muy aburrido relato sobre las teorías de Aristóteles.
Con la intención de no volver a dormir mire hacia la ventana que estaba a mi izquierda, no había mucho que ver tampoco ahí: un patio trasero, un árbol grande con muchas hojas pero con pocos frutos, hierba verde escarchada y una mariposa azul que iba de un lado a otro... si, definitivamente esto era mejor que Aristóteles.
Sonó la campana que significaba el final de la jornada escolar y mientras recogía mis cosas, el profesor Wood me llamó.–Sun Ah ven un segundo.
Me acerque algo dudosa.
– ¿me llamaba?
–Necesito pedirte un favor y espero que no te moleste. Como podrás haberte dado cuenta el estudiante Jo no se ha presentado a clase desde el inicio del año por problemas de salud, se está quedando atrasado en sus clases. Tengo entendido que cuando te diriges a casa pasas por la sala de juegos que está en la calle Sagan-Dong ¿Cierto?
–Sí, es cierto. –¿A qué punto quiere llegar?
–Bien. Él vive en el segundo piso de la sala, ¿podrías pasarle estos apuntes? –Me ofreció un sobre.
–Ah, claro no hay problema. –Agarre el sobre.
–Muchas gracias señorita Han puede retirarse.
Salí del colegio para dirigirme a casa. Jo Kwang Min. Ese era el estudiante del que hablaba el profesor Wood. Tengo entendido que hace dos semanas (al comenzar el año escolar) Jo le dio una golpiza a unos estudiantes de los grados superiores debido a que estaban molestando a un chico más joven, actuó en defensa pero los estudiantes quedaron bastante grave por lo que fue suspendido por una semana. Sin embargo, al levantarle la suspensión no volvió a clases.
Doble la esquina que me llevaba a la calle Sagan-Dong, vi el grande y llamativo letrero de la sala de juegos. Entre y subí al segundo piso del edificio, encontré la recepción allí. Qué raro, creí que sería algún tipo de apartamento pero lo que encontré fue aún más juegos, considerando que vive aquí. Me acerque al muchacho que estaba en la recepción.
–Buenas tardes.
–Vaya, vaya. ¿Pero que tenemos aquí? una colegiala. –Dijo con sorpresa, parece que no vienen muchas chicas aquí.
–Busco a Jo Kwang Min. –Fui directo al grano, empezaban a asustarme las miradas de los jóvenes del lugar.
– ¿Kwang Min? qué raro él nunca tiene visitas. Él no está a... –El joven miro hacia la entrada. – ¡Oh! mira ahí viene.
Gire y me encontré con un chico alto, algo sombrío, cabello totalmente negro e increíblemente atractivo que se acercaba lentamente a la recepción venia distraído mirando su celular.
–Oye Kwang Min, tienes visita. –Le dijo el joven una vez estaba al frente de él y al lado mío.
– ¿Qué? –Miro extrañado al joven.
–Sí, mira. –Sonrió y con su cabeza me señaló.
Kwang Min giró su cabeza lentamente, casi dramático, a mirarme y luego en su rostro se reflejó el horror como si hubiera visto un fantasma. Me miró de arriba a abajo y salió corriendo hacia una ventana que había en el lugar, giró a mirarme por última vez y se lanzó por aquella ventana. ¡¿PERO QUE DEMONIOS?! ¡¡Si estamos en un segundo piso!!
Sin... Palabras.
–Vaya... –Dijo el joven de recepción como si nada. –Típico de él.
¡Pero como puede hablar tan normal! Creo que estoy como un papel de lo asustada que estoy. ¿Cómo vine a parar aquí?
–Ah... Bueno yo... ¿Podrías entregarle esto? son los apuntes de las clases a las que ha faltado.
– ¡Oh! claro yo se los entrego.
–Mu-muchas gracias. –Salí corriendo de allí.
Baje las escaleras y salí de nuevo a la calle Sagan-Dong. ¿Qué clase de lugar es ese? Todos parecen estar locos allí.
De la nada unas manos me agarraron y me lanzaron a un arbusto, no pude gritar pues me había tapado la boca. Aterrice bocarriba en el césped y el extraño que quedó sobre mí era... ¿Kwang Min?
– ¿Quién eres? –Dijo muy serio mientras seguía cubriendo mi boca con su mano.
–mmmmmm.
– ¿Qué?
Señale la mano que cubría mi boca. Él la miro sin entender pero luego comprendió.
– ¡Oh! Claro... Lo siento –Quitó su mano.
– ¡Gracias! –Dije molesta.
–Respóndeme, ¿Quién eres? –Agarró mis hombros y continuó mirándome con esa mirada intimidante.
–Soy... –Me interrumpió.
– ¿Acaso eres una espía del psicópata profesor? ¿El loco profesor te envió? ¡YA LE DIJE QUE NO VOLVERÉ A ESE COLEGIO!
– ¡¿Qué?! ¡Oye no me grites! No soy espía de ningún loco o psicópata profesor... ¡Y ya quítate de encima!
Su rostro se relajó. Ahora me miraba sorprendido.
– ¿Ah no? ¿No fuiste enviada para convencerme de volver a ese colegio?
–Claro que no, solo te traje unos apuntes. Es todo.
Kwang Min se levantó y se sentó dándome la espalda.
–Así que... A pesar de llevar el uniforme de ese colegio –empezó a hablar solo –, no vienes de parte de ese profesor. Ha venido toda la semana insistiendo en que vuelva al colegio...
Mientras el continuaba hablando, me levante, sacudí mi falda y empecé a caminar sin que se diera cuenta... Tenía que alejarme de este loco.
– ¡OYE TU! –Gritó de repente asustándome.
– ¿Q-qué? –gire a mirarlo. Volvió a mirarme serio, ¿acaso es bipolar?
–Dices que... Trajiste unos apuntes. ¿Dónde están?
–Los deje con el chico de recepción.
Se quedó callado por un momento, continuaba con esa mirada, yo se la sostuve, no me dejaría intimidar de él. De repente, soltó una risa nerviosa. En verdad este chico me está empezando a asustar... Y mucho.
–Así que me trajiste los apuntes como un amigo te los trae cuando estas enfermo. –Dijo mientras se rascaba la cabeza.
– ¿Pero qué dices?
– ¡Si! es como en las películas. He visto muchas películas estos días y si por alguna razón alguien falta al colegio porque está enfermo, su amigo le trae los apuntes ¡como tú! que coincidencia, ¿no lo crees?
–... Lo único que creo es que necesitas amigos. Debo irme. –Comencé a caminar, pero me detuvo de nuevo.
–Espera... ¿cómo te llamas?
–Sun Ah. Han Sun Ah.
Se levantó y se acercó a mí. Era mucho más alto que yo, la diferencia era bastante notoria tengo que mirarlo prácticamente hacia arriba.
–Soy Jo Kwang Min, es un placer –Estiro su mano y sonrió. El maldito me acaba de dar un susto de muerte ¡Y sonríe!
–Sí, seguro un placer –Dije con ironía mientras estrechaba su mano. –Debo irme en verdad.
–Está bien, nos vemos luego... Amiga.
Guau, que chico tan raro, ahora cree que soy su amiga, genial. Simplemente genial. Ahora tengo como amigo a un bipolar.
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GOMA DE MASCAR {Mini-Fic/BOYFRIEND}
Fiksi PenggemarBasado en el anime Tonari no kaitbutsu-kun. Han Sun Ah no sabia en lo que se estaba metiendo al conocer a Jo Kwang Min. Descubrelo, en este relato corto de Cinco capítulos. "¿Por qué molestas y te pegas como la goma de mascar?" B.