Capítulo 10 - Vuelta a clases

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Las clases habían comenzado y todo marchaba según lo planeado. Hinata y Naruto se habían hecho más cercanos y habían comenzado a quedar al menos una vez por semana en casa de él después de las clases, momento que aprovechaban para comer juntos  y hacer todas las cosas que se les ocurriesen. Daba igual que Lee, quien también resultó ser compañero de piso de Naruto, estuviese en casa; él se encerraba en su habitación y se ponía con los cascos a hacer tablas de ejercicio, por lo que ni se enteraban de que estaba. También compartía piso con una chica, pero ella no había salido de su cuarto en todo el tiempo que Hinata llevaba yendo a esa casa y ni siquiera sabía cómo se llamaba. 

En esa situación llevaban casi tres semanas, algo agradable para Hinata el caer en esa nueva rutina y sentirse con ganas de que no acabase. Era prácticamente lo mimo que hacía con Kiba, pero la persona era completamente diferente, y eso cambiaba todo. Desde que Naruto la había llamado en año nuevo, todo entre ellos marchaba de maravilla, era como si fuesen pareja, pero con la única diferencia de que no lo eran.

Ese día Hinata se despidió de Ino y de Matsuri y se dirigió hacia la facultad de Naruto. Normalmente ella iba directa hacia su casa, pero ese día él le había pedido que si por favor podían comer en la cafetería de la facultad. A Hinata no le importaba, tan solo quería estar con él, así que había dicho que sí, solo que no se imaginaba la situación que se iba a formar.

Nada más entrar en la cafetería, Hinata había divisado una mesa muy grande donde estaban Choji, Lee y Shikamaru junto a otras personas. De entre ellas le llamó la atención una chica de pelo rosa que se reía exageradamente, además de otra chica rubia con una larga melena que le llegaba hasta la cintura. Tal vez solo se había fijado en ellas porque eran las dos únicas chicas de la mesa.

-Ven -llamó Naruto una vez cogieron la comida, obligando a Hinata a cambiar su rumbo.

La muchacha había pensado que comerían con todos ellos, pero, en lugar de eso, Naruto se había colocado en una mesa bastante apartada del grupo.

-He visto allí a Lee y al resto -dijo Hinata, tratando de justificar su acción

-Sí, ya -comentó Naruto, algo desganado-, son mis compañeros de clase.

-Oh -respondió Hinata, sin saber bien cómo reaccionar-. Por mí podemos sentarnos con ellos, no me importa.

-No, no, déjalo, sería incómodo.

-¿Más incómodo que esto? -repuso Hinata-. Nos están mirando -Naruto se había sentado de espaldas, pero ella los veía de frente.

-Imagínate estar ahí -bromeó.

Hinata sonrió y trató de centrarse en la comida, pero notaba una mirada clavándose sobre ella. Alzó la vista y vio a la chica del pelo rosa mirándola descaradamente.

-Naruto -murmuró, tratando de ser discreta a pesar de la distancia-, hay una chica que no para de mirarme.

-¿La del pelo rosa? -Hinata asintió-. Déjala, es Sakura, está celosa.

-¿Celosa?

Naruto dejó sus cubiertos y tomó la botella, bebiendo un largo trago. Hinata le miraba, esperando su contestación, observando por el rabillo del ojo como la chica, Sakura, seguía mirándola.

-Verás -comenzó cuando cerró la botella y la dejó en su bandeja-, Sakura y yo nos liamos en una fiesta que hicimos al principio de la carrera -explicó, dejando a Hinata sorprendida-. Ella quería algo más, pero para mí... no sé, no fue nada y no quería meterme obligado en una relación así.

-Entiendo -asintió Hinata. Vale, Naruto parecía tener un problema con el compromiso, pero al menos con ella estaba yendo más lejos que con esa pelos de chicle.

Lo que no nos cuentan del amor (Naruhina AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora