Prólogo

1K 104 5
                                    

La lluvia caía fuerte sobre la tierra, mojando todo a su paso. Era de noche, y la combinación agua, oscuridad y viento era terrible para el cuerpo de cualquiera que no tuviera un paraguas mínimamente decente con el cual protegerse del tiempo. Baekhyun era uno de esos. Corriendo con cuidado para no caerse sobre el duro y mojado suelo, intentaba llegar a su casa cuanto antes para no acabar mojado enteramente. Aunque, a estas alturas, poco le quedaba.

Sintió su pie derecho resbalarse, haciendo un gracioso gesto que lo hizo soltar un jadeo silencioso, más logró no caer al suelo con una extraña maniobra. Quedó, entonces, apoyado sobre una pared, perteneciente a un piso. Por poco.

Respiró con fuerza, maldiciendo mil veces el no haber hecho caso a su esposa. Maldita sea, debería de haberse llevado un jodido paraguas. Nota mental: Hacer caso a tu esposa cuando te dice que te lleves algo. Por si acaso.

Intentando recuperar un poco de su respiración, Baekhyun se resguardó de la lluvia bajo el bloque de pisos, el cual contaba con un trozo que protegía a cualquiera de la fuerte lluvia. Si seguía corriendo, no solo acabaría más mojado aún, sino que podría agarrar un fuerte resfriado. No podía permitirse eso ahora, pensó. Tenía demasiado trabajo como para perder uno o dos días tumbado en una cama a treinta y nueve de fiebre.

<<Ella podrá esperar un poco más>>

No sería la primera vez que llegaba tarde del trabajo, se recordó. No era un hecho normalizado, pero había sucedido alguna vez. Muchas de esas veces le esperaba para cenar, pero otras cenaba ella sola y se iba a la cama. Todo dependía del humor que tuviera y como estuvieran en su tormentosa relación.

Agarró el móvil, secándose antes sus manos en un pañuelo de usar y tirar que tenía guardado entre sus cosas del trabajo, en el bolso marrón de cuero. Buscó la App Kakao Talk y se metió en la conversación con su joven esposa. No hablaban mucho a través de la aplicación, la cual cosa era un reflejo de lo poco que hablaban en la vida real.

<<¿Cuándo fue que todo se fue a la mierda entre nosotros? Ah, sí; yo nunca podré amar a una mujer.>>

Maldita sea. Ser gay y fingir ser el marido heterosexual perfecto era incompatible. Muy, muy, incompatible.

Baekhyun: Cariño, llegaré un poco tarde. Me he resguardado de la lluvia. Esperaré a ver si para, sino, llegaré corriendo.

Y ella le respondió bastante rápido.

Ji Soo: De acuerdo, iré preparando un baño caliente para ti. Seguro lo necesitarás.

Baekhyun: Gracias.

Con un largo suspiro, guardó su teléfono móvil en el bolso del trabajo y apoyó espalda sobre la pared del edificio de, al menos, ocho plantas. Mirar la lluvia en soledad no mejoraba su estado de ánimo. Lejos de eso, le quedaba una sensación de malestar y tristeza en el pecho. Le recordaba al día que sus padres arreglaron un matrimonio para intentar "normalizar" a su hijo. Le recordaba al día de su boda. Le recordaba el cómo fingía lo que no era.

Con el tiempo, había aprendido a querer a Ji Soo. No como una mujer a la cual amar, sino como una verdadera amiga. La quería y la respetaba. Ella era una mujer hermosa, con un corazón bondadoso. No merecía lo que él le estaba haciendo, incluso si ella sospechó desde el principio el motivo por el cual los casaban. No se amaban. Ella no le amaba. Él no la amaba a ella. Pero se querían como dos amigos.

¿Cuándo dejarían de fingir ser el matrimonio perfecto?

-Ugh...

Ante el repentino sonido, Baekhyun se puso en alerta. Miró a ambos lados, más no encontró a nada ni a nadie. La calle estaba completamente vacía debido a la fuerte lluvia y el viento casi infernal. Lo poco que podía verse de humanidad eran coches que iban y venían por la carretera más cercana, pero dudaba que ese lamento viniera de alguno de estos.

-Ugh...

Otra vez. Ese sonido de nuevo.

Armándose de valor, recordando los fuertes golpes que alguna vez dio en su adolescencia, caminó por la calle, mojándose de nuevo. Cerca había un callejón, oscuro y pequeño. Fuera lo que fuese, podría perfectamente provenir de ahí.

-Uh..

¿Un sollozo?

-¿Quién está ahí? -Susurró, asomándose.

Ante su sorpresa, se encontró un chico tirado en el suelo, manchado de sangre propia, con heridas que parecían ser recientes. El chico, bastante alto, no tenía camisa, pero llevaba un viejo pantalón desgastado. Además, tenía orejas y cola, las cuales le recordaban a un perro o un lobo. ¿Era un híbrido?

-Oh dios mío...

Baekhyun corrió hasta el chico, agachándose para mover su cuerpo con cuidado. El híbrido lo miró a los ojos, agotado y al borde del desmayo. Ante el contacto, el chico desconocido intentó apartarse con un temblor que no indicaba nada bueno en su pasado, más estaba tan mal que no logró llegar si quiera a empujarle.

En ese momento, Baekhyun supo que debía hacer algo.

Hybrid Love - BaekYeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora