Capítulo 5

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No quisiera ser así pero es demasiado tarde para arrepentirme de quién soy o más bien, para pensar en quién quisiera llegar a ser.

Sé que es muy tarde como para querer adaptar a mi actual yo a otros hábitos, costumbres, o simplemente, manías.

No soy la chica que te va a buscar si te vas de mi vida, yo te dejo libre, que vueles, muy alto y sin mi.

Me da mucha vergüenza desnudar mi alma, incluso creo que se me haría más fácil abrirte las piernas antes que abrirte mi corazón.
Porque duele.
Duele mucho.

Los actos de amor son una vergüenza, las demostraciones de amor me dan náuseas.

Me produce estrés cuando intento establecer algo un poco más formal con alguien.

Simplemente no puedo.
No es lo mio; No se me da bien!

Y ahora mismo solo quiero estar sola, quererme, conocerme mejor, indagar en mi y averiguar cosas ocultas que yo sé que tengo.

Estoy en un momento de mi vida que aunque me gusta debo admitir que me asusta.

No puedo evitar pensar en sexo cuando un chico me elogia, y puede que esté mal, yo lo sé pero no me importa, como dije antes, me resulta más fácil, común y atractivo abrir las piernas.

Y no es que sea menos importante la química por no ser el amor de nuestras vidas; Al fin y al cabo el amor es un cliché.
Una cosa vana que la gente que más lo presume es la que menos lo siente.

Y no, no me digas que me quieres hacer el amor; Simplemente para que parezca un poco más decente.
A mi dime que me quieres follar, que me quieres echar un polvo duro y salvaje, que quieres tener sexo conmigo.
No me parece más obsceno ni mucho menos vulgar.
Al fin de cuentas es el mismo acto con nombre diferente.

Y quiero que me hagas tener los mejores orgasmos, que me hagas reír las horas que pasemos juntos, que me mires con morbo y muerdas tu labio inferior, que te intereses por mis cosas aunque sea solo por aparentar que te importan (yo en el fondo sabré que no), háblame de tu día de mierda, de la gente que te fastidia la vida, déjame conocerte un poco, déjame saber que piensa el chico con el que me acuesto cuando no está teniendo sexo, mírame las nalgas cuando estoy de espaldas (voy a sentir esa mirada penetrante e intensa que tienes y te juro que me voy a sonrojar, sé que lo haré), pero por favor cuando esos minutos de placer y entrega corporal se hayan acabado, no intentes buscarme, no lo hagas, porque aunque me muera de ganas de que alguien aunque sea por una puta vez en la vida me haga sentir algo normal, estoy muy lejos de poder llegar a sentirlo.

Búscame cuando quieras echar un buen polvo , te aseguro que si me ofreces un buen sexo voy a corresponder.

No me digas que quieres salir, que te gustaría conocer a mi familia y mucho menos me pidas que me arriesgue por ti porque no lo haré y nuestro buen sexo y buena química se verán interrumpidos y afectados por esas propuestas indecorosas.

No intentes hacerme daño porque yo tampoco te lo haré a ti.

No eres el amor de mi vida pero eres mi mejor sexo después de cierto tiempo, me has hecho pensar que de verdad valía la pena, pero no, no me puedo adaptar y supongo que lo mejor será acostarme con otras personas, no quiero que te vuelvas adicción y mucho menos monotonía, eso escuece.

Déjame acariciar tu cabello mientras te quedas dormido en mi pecho pero por favor cuando ya no estemos juntos , cuando te hayas marchado a tu casa y yo a la mía, no intentes hablar de lo ya ocurrido ( eso es para enamorados) y tú y yo estamos muy lejos de estarlo.

Hay muchas cosas que me reservaré y es lógico que lo haga.

No pienso contarte todas mis cosas por el simple hecho de que seas mi amante nocturno.

Desnuda tú tu alma si es que quieres, pero solo un día, no siempre.
No lo vuelvas costumbre, cualquiera tiene un día en el que siente que ya no puede más y colapsa pero por favor, no te empeñes en que sea más de un solo día, porque de ser así yo no estaré.

Huiré porque eso es lo que sé hacer.

Se me da bien.

He buscado el amor de vida en millones de miradas desconocidas y a estas alturas de mi vida es que logro entender que el amor de mi vida soy yo misma, tan tóxica, tan complicada, tan rara y tan yo.

Y no soy sólo yo, estoy segura de que ambos  queremos a alguien que nos dé la mano pero no queremos darle a alguien el poder de hacernos daño.

No queremos una relacion, queremos ser amigos con derecho al roce.

Queremos sentir que conectamos con alguien lo suficiente, pero no demasiado.

Cuando parece que todo se pone más serio, huimos.
Nos vamos porque siempre hay más oportunidades de encontrar el amor, no?

Queremos mantener el equilibrio, fingir que no tenemos sentimientos aunque seamos un libro abierto.

Queremos que nos necesiten pero no queremos necesitar a nadie.

Somos la generación que no quiere relaciones.

"Vamos por un café o a beber cerveza", cualquier cosa con tal de no tener una cita de verdad, renunciamos a cualquier oportunidad de lograr una conexión real, competimos por ser el más indiferente, el de la actitud más apática y el menos disponible emocionalmente.

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