capítulo once.

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Freddy regresó al departamento de Chip después de unos días. Debían de averiguar qué era lo que tenían que hacer para el proyecto final. Por fin después de tanto tiempo tenían tiempo para ello y era necesario ya empezar si es que querían una calificación perfecta. Freddy era estricto con los proyectos de la Universidad. Poco le importaba si eras amigo suyo o en el caso de Chip; su novio, ibas a entregar la parte del proyecto quieras o no. Si no lo hacías, te sacaba del equipo de inmediato. No iba a soportar trabajos mal hechos o pereza.

Llegando a la puerta del departamento mientras miraba los mensajes en su teléfono, alzando la cabeza de repente solo para encontrarse con la sorpresiva imagen de la persona que menos pensaba ver ahí; Ronnie Bunny, hermano de su ex-novio. Se maldijo dentro de él, quedándose quieto. Ronnie lo miró confundido, ¿Qué hacía Freddy Fazbear en un lugar así?

—Nunca creí ver a un Fazbear en un lugar así —se burló, riendo al verlo. —¿Estás perdido? Este no es tu ambiente, osito. —se acercó a él, rodeando a Freddy con una sonrisa, viéndolo de arriba a abajo hasta quedar frente a él. Freddy miraba hacia al frente sin ningún tipo de expresión, dejando que Ronnie de vueltas.

—¿Terminaste? —preguntó serio.

—Es extraño verte por aquí. ¿A quién buscas? Aquí no vive ninguna de esas personas importantes con las que te relacionas. —preguntó otra vez, parándose frente a él con los brazos cruzados. Freddy suspiró pesado. No quería responder a nada de eso, lo último que pedía y quería era hablar con alguien de esa familia.

De la nada, la puerta del departamento se abrió para dejar ver a uno de los amigos de Chip, específicamente a Marcelo, quien al ver a Freddy le avisó que ya había llegado. Chip salió disparado a la puerta con una sonrisa, asomándose para ver si era él. Al ver que era Freddy, su emoción aumentó. Se veía tan hermoso, como un angelito con aquella ropa puesta.

—¡Freddy, corazón! —expresó, corriendo hacia él para abrazarlo. El Fazbear le sonrió al verlo, abrazándolo de vuelta con la misma felicidad. Abriendo sus ojos, miró a Ronnie quién solo se sorprendió al ver que estaban juntos.

Ahora tenía algo que decirle a su hermano. Chip se separó, viendo a Ronnie. —¿Tú qué, wey? ¿Te importa? —preguntó a la defensiva al saber de quién se trataba. No le gustaba para nada que Ronnie ande por ahí buscando a Marcelo pero, al ser familia no había de otra al parecer. Ambos se fueron, dejando a la pareja sola.

Freddy pudo respirar tranquilo, abrazando a Chip otra vez para intentar calmar sus nervios. Pareciera que no le había importado verlo ahí pero, la verdad es que si le afectaba. Tenía un pasado horrible con los integrantes de la familia de su ex novio, no era nada agradable tener que verlo otra vez. Había jurado alejarse lo más que podía de ellos. Freddy frotó su rostro en Chip, sonriendo por el agradable aroma a colonia que tenía.

—Tenemos que trabajar, Chip. No podemos perder más tiempo. —pidió, agarrando la mano de Chip al separarse de su cuerpo. Chip asintió, dándole un beso en los labios y llevándolo dentro donde podrían iniciar con el proyecto. Para la fortuna de ambos, no había nadie en casa más que ellos. Hayley se había ido a casa de Chica para también iniciar con el proyecto.

Freddy había traído algunos materiales de ayuda con los que podrían conseguir un poco de inspiración y también una muy buena calificación. Para Freddy era de suma importancia tener la calificación más alta de todo el salón, y para eso también debía de confiar el trabajo en Chip. Si, era su novio y lo quería mucho pero, cuando venía al trabajo en equipo, la relación quedaba de lado.

—¿Tengo que leer esto? —preguntó Chip cuando Freddy le dió uno de sus libros favoritos de romance. Freddy asintió, sentándose a su lado en espera de que lo abra y lea un poco de lo que se trataba, por lo menos la descripción.

𝐂𝐑𝐔𝐒𝐇 | frechip, (Editando...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora