Se cuenta que hace muchos año el lugar donde nací era diferente.
Se cuenta que era un lugar de magia y cariño, donde se recibía a todos sin importar su color o lengua, me cuentan que era una tierra de olores, donde al caminar por las calles de tierra se podía percibir los olores de los hogares, ese olor a arepas por la mañana y un café recién hecho.
Otros me cuentan que aunque las casas no eran muy grandes siempre había lugar para toda la familia.
Que en diciembre las ciudades se iluminaban con luces de colores, alegría y música, y se sentía ese calor humano que se reconoce en cualquier sitio.
También llegue a escuchar que por las noches los abuelos y los niños se sentaban a las afueras de sus casa a contar historias y cuentos que luego serian escuchados por las siguientes generaciones.
Se dice que era un lugar donde los niños jugaban con otros niños, donde se relacionaban sin necesidad de aparatos ni tecnologías.
Un lugar donde las madres estaban en las cocinas junto al fogón moliendo maíz y aun así nunca perdían la suavidad de sus manos.
Me cuentan que ese era el lugar donde nací, me cuentan que esa era la Venezuela que ellos conocieron y recuerdan. Me entristece saber que la Venezuela que ahora llevo conmigo es una totalmente distinta, pero mantengo la esperanza de volver a la Venezuela que no conocí.
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Diario De Una Adolescente
De Todo"Mas allá de vivir es saber hacer las cosas, no te sorprendas cuando un día despiertes y ya no seas la misma niña de ayer"