-Entonces esto es Terra... Me gusta.(Dijo Eloi Érebo impresionado por todas las criaturas hechas en ese mundo).
El gran ÉL se lució, por algo no me dejó verlo, esta sensación es increíble.
Ángeles, cada uno sabe que debe de hacer para que esto se vea decente para los habitantes de Terra. Rieguen, dirijan el viento y controlen las aguas monstruosas y profundas de este mundo. Y no dejen que ningún Noms o Demonio se acerque a ellos los Terranos.Ese era el trabajo de Érebo, él disfrutaba pasar sus días allí, o en su castillo en AQUERONTE donde le gustaba buscar su lado guerrero y Eloi interior o jugando con Ryūyin, pero donde se sentía conectado con la incertidumbre y la suerte era en TERRA.
Todo iba de lo mas maravilloso, pero... un día, llegó el día de prueba y uno de los principales demonios se les acercó a los Terranos modelos principales, se suponía que era el día donde debían tomar decisiones por ellos mismos sin ninguna intervención, sin embargo la lujuria pudo más que ellos mismos, llenándose de tinieblas y fallando porque todo lo volcán al mal. ÉREBO quiso hacer algo pero no pudo porque no se podía entrometer en las pruebas de los Terranos según la palabra de ÉL. Y eso le dolió su mundo encargado se llenaba de oscuridad lentamente los Terranos se peleaban, mataban, traicionaban, mentían, entre ellos y los Noms tomaron posesión de gran parte de Terra.Terra se volvió perceptible y predecible delante de los ojos del Magno vigilante nacido en el cuarto reino, al parecer todo lo que quería era mantener lo único que si podía controlar sin necesidad de saber que pasaría. Y le fue quitado. Terra se había vuelto de un lugar de brillo, a un lugar de maldad ocultado por luz, y eso Érebo podía verlo.
Para añadir, esos días del despliegue de oscuridad algo se destrozaba lentamente en él, lo perforó tan profundo que no quería que su nombre fuera mencionado si no que lo llamaran sólo Eloi.Un día mientras Érebo se estaba desmoronando pensando en las cosas que pudo haber hecho para evitarlo durando años sentado en su trono, el Eloi Arsen decidió visitar al Magno y Eloi de AQUERONTE.
(Arsen)-Cuanto tiempo desde la última vez de su humillación, no cree Eloi.
(Alexandriu)-Vayase por donde volvió Eloi Arsen, no es bienvenido aqui, y el Magno no tiene tiempo para atenderle, ¿Acaso no tiene cosas que hacer en su reino?. (Dijo Alexandriu estando al lado derecho del trono de Érebo).
(Arsen)-Querido Alexandriu sin duda no se como alguien tan insignificante como tu se convirtió en capitán del ejército de AQUERONTE.
Si Érebo no esta interesado en atender sus oficios reales entré Eloies que somos ¿Para que está sentado en ese trono?.
Érebo estaba sentado en su trono, con la cabeza hacia abajo con los codos puestos en los brazos del trono con los dedos índices juntos, chocando con la punta de la nariz, y se mantuvo así por un tiempo.
(Alexandriu)-No sabes que mencionar ese nombre no esta permitido en este reino en frente del Eloi, incluso un Eloi debe de tener respeto por la decisión de los demás Eloies.
(Arsen)-¿Hmmm?, ¿todavía sigues hablando conmigo escoria?
Ehh, Érebo cuando un Eloi le habla responda.Arsen quizo hacer el intento de desenvainar su espada, pero ya tenía más de 50 soldados con toda clase de armas apuntando a su cuello.
Y Érebo dijo: -Al parecer se te olvido donde te encuentras, aquí los Angeles y Querubines gritan piedad, los Noms se desvían y toman el paso de las Fidias, Los dragones cruzan con normas de excepción, y tu llegas hasta aquí a darme órdenes, a insultar mi Capitán, y sobre todo a mencionar mi nombre, Alexandriu no te muevas de tu posición por favor. (El Eloi levanto la mirada oscura de su rostro que cada vez se oscurecía más y más y dijo.)
-Rompanle las alas.
De más de 50 soldados, se volvió a cientos en un segundo desgarrando con sus lanza y armas la piel de Arsen sincronizadamente, eran como agujas flotantes en una danza desgarrándolo lento. Y cuando todo a una le iban a dar el golpe de gracia, que abrieron un poco el espacio. Arsen tomó su espada y de un movimiento estaba al frente de Érebo, pero Alexandriu desenvainó su arma una bella daga con pequeñas piedras preciosas de colores en la parte de en medio de la hoja en rápida reacción.
Pero Alexandriu sintió una especie de liquido que descendía de su cuello y estaba tirado el suelo, Arsen de las cuatro alas que tenía sólo le quedaban dos de repente y Érebo estaba sentado en su trono con Arsen postrado en frente de el, Alexandriu estaba con su propia daga clavada en su cuello, y los soldados corriendo y saliendo del castillo como si hubieran visto su peor pesadilla dentro.
En ese momento Érebo escuchó ese llanto lejano, la cual no podía encontrar su rostro en los confines de el universos que ÉL le permitió ver con sus ojos, ni ver nada en ese momento acerca de ese llanto. En ese momento él se levanto de su trono, tomó a Alexandriu desangrándose y le dijo a Arsen.
(Érebo)-Cuando venga Edras en unos segundos exactamente 72 segundos dile que puede informar que debido a tu estado en tierra AQUERONTE, no tengo inconveniente si quieren hacer una guerra entre dominios de celestial por rompimiento sacro de las leyes de los Eloies, dile que cuando regrese yo y mis soldados estaremos preparados. (Érebo desaparece con Alexandriu casi despidiendose de su forma legna y una daga enterrada en su cuello echado sobre su hombro. Arsen se empezó a reír como un psicópata.
(Arsen)-Eloi Érebo, ahora si firmaste tu muerte.
(Edras)-¿Qqq qqq que fue lo que sucedió aquí?(Dijo Edras impresionado al no ver al Eloi en el trono y a Arsen de rodilla y dos alas mutiladas).
--Oh gran mensajero Edras y veo que viene acompañado del gran mensajero Diácono, nuestro querido Érebo me atacó con sus soldados, yo valientemente tuve que defenderme pero el cobarde, no se que hizo pero me despojó de dos alas inferiores, desafiando al Eloi del Cuarto reino, y dejando un mensaje de amenaza. Mató a su Capitán y me dijo que hagan lo que sea que vayan a hacer que el estará preparado cuando regrese.
En ese momento entró Xaplóste el mensajero de AQUERONTE.
---Nuevo Edicto del Eloi Érebo, su nombre puede volver a ser pronunciado, sus hombres pueden volver a ser salvajes hasta que el regrese, no dejen nada que no sea AQUERONTE vivo, aceptuando mensajeros y dragones luego detrozen todo lo que entre y sobre todo hagan que hasta los serafines teman el mencionar el nombre de nuestro reino AQUERONTE.
Edras, Diácono disculpenme.El mensajero se retira.
--Esto se tendrá que discutir con todos los Eloies Magnos y Capitanes. Para ver que haremos con el ya que ÉL no se entrometerse en esto. Dijo Diácono.
Por otra parte Érebo siguió el llanto que era capaz de escuchar. El llanto lo llevó a hasta TERRA.
(Érebo)-Ya no tenía más nada que buscar aquí, de la unica forma que puedo entrar sería como un Terrano ya que mi presencia espiritual es muy fuerte para tanta maldad y un cuerpo Terrano aplacaría bastante mi nivel, hasta lo escondería por completo al inició de portarlo. Sin embargo eso me haría despojarme de ser un legna por un tiempo estaría quebrando una de las leyes, no... dos, todavía mi misión no esta terminada nadie me ha dicho nada acerca de como va eso.
Como sea siendo o no siendo, ya no me quedaré de brazos cruzados esta vez. Alexandriu lo siento hermano, mantente un poco más. Tu temor se hará realidad.
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AQUERONTE: Memorias del vigilante enojado.
Fantasy-Ya tengo unos eones aquí, en esta oscuridad encadenado a la misma, ÉL lo quizo así, hace tiempo no veo lo que se llama brillo, mucho, mucho... --¿Que cosa tan grave hiciste para llegar aquí?(le dijo el pequeño nuevo prisionero). -Jum, mocoso(le di...