Capítulo 13: Algo ocurre.

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Ambos jóvenes permanecieron en silencio. Armin aún seguía sorprendido de aquellas manchas moradas verdosas que el rubio tenia en la espalada. Tal vez las miradas tenían cierta fuerza inexplicable pero Nathaniel se sintió observado y volteó para atrás de sí, descubriendolos a los dos lo que hizo hacerlo chocar con los casilleros.

—¡¿Qué hacen aquí?! – gritó Nathaniel en cierto aspecto asustado y molesto.

Castiel no dejaba de mirarlo muy seriamente, mientras Armin no tenía ni idea de que hacer. Antes de que le pelinegro dijera algo. El otro chico que estaba a su lado avanzo hacia el rubio tomándolo del brazo con cierta fuerza.

—Mas bien ¡¿Qué te pasó a tí?! – preguntó con cierto enfado.

—¡Su...suéltame! – estaba comenzando a forcejear con él sin embargo el chico lo soltó.

Nath miró con mala cara al pelirrojo y viceversa aunque por parte de este también había cierta preocupación, pues esas marcas no se habían hecho solas. Al recordar que Castiel no estaba solo, el rubio observó a un lado suyo descubriendo a Armin quien aún no quitaba esa mirada de confusión.

Sintiéndose atrapado, Nathaniel rápidamente se colocó la chamarra de deportes y deprisa salió de los vestidores, dejando a dos chicos sin comentarios.

Unos segundos pasaron para que Armin escuchara un "Idiota" de la boca de Castiel. Luego de esto el pelirrojo salió de ahí ignorando por completo al chico friki. Armín por su parte pareció reaccionar y entonces en su mente paso la pregunta del por qué Nath tenía esos golpes. Lo primero que se le ocurrió fue que se había peleado, pero era ilógico... él no era de ese tipo de personas, luego pensó que quizá lo habían asaltado. Tal vez lo mejor era preguntarle directamente.

Se largó de los vestuarios y el gimnasio, comenzó a recorrer cada rincón de la escuela (cafetería, biblioteca, jardinería etc.) Pero no lo encontraba. Hasta que su cerebro se iluminó y se le ocurrió ir al cuarto de almacén que estaba a un lado de la sala de ciencias, entonces ahí apareció Nathaniel abrazándose a si mismo.

-¿Qué? -pregunto el rubio de manera cortante.

Armin se sorprendió un poco por la manera de hablar de su "amigo" sin embargo decidió no hacer caso a eso.

—¿Qué te paso , Nath? ¿Por qué esos golpes?

El chico bufó y respondió:

—No es de tu incumbecia, Armin.

—¿Perdona? Yo hasta te he contado de que color tengo los calzones y cuando me preocupo por ti no eres capaz de darme una respuesta bien..? – recriminó ofendido.

Entonces el delegado suspiró, a lo mejor estaba exagerando en molestarse con él no obstante, no podía decirle la verdad a pesar de su reciente amistad.

—Perdón... simplemente no me siento bien... Me asaltaron y como me resistí entre tres malditos me golpearon – los ojos del muchacho comenzaron a humedecerse demasiado pues él mejor que nadie sabía que solo fue una persona —y no pude defenderme como tal.

El llanto lo traicionó, haciendo sentir incómodo al chico de ojos azules quien colocó su brazo sobre los hombros de este en forma de un "semi abrazo". Quizá Nathaniel no estaba preparado para los peligros de las calles o eso es lo que pensaba Armin.

Después de un rato y luego que de que Nath se calmó, ambos fueron a la sala de delegados y el muchacho preparó los justificantes de ausencia para la clase de deportes. A la hora de la salida el rubio decidió quedarse más tiempo mientras que Armin regresaba a casa. Una cuadra lejos del instituto, este sintió como alguien lo tomó del hombro haciéndole voltear... topandóse con Castiel de nuevo.

El bebé de AlexyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora