Cap.1

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Fumaba tranquilamente en la ventana de mi cuarto entre suspiros, preguntas y recuerdos.
¿Qué hacía yo en ese instituto tan enorme?
Miré hacia el interior de mi cuarto viendo el uniforme escolar tendido sobre la revuelta cama. Hice una expresión de disgusto al pensar que no podría lucir mis hermosas camisas floreadas. Joder...las amo demasiado.

Terminé el cigarro y lo apagué en el marco de la ventana para cerrar esta y tirarme en la cama boca arriba viendo el techo. Echo de menos Derry, muchísimo más de lo que creía que lo haría, menuda mierda. Por lo menos Will me ayudó a sentirme incluido.

Decidí meterme entre las suaves mantas respirando de forma pesada cayendo dormido hasta la mañana siguiente.

Perdido, así es como estaba, no había nadie rondando los pasillos, ni un sonido, nada y no es como si me confundirse y hubiese ido al instituto un sábado o algo, estaba más que seguro que era martes. Decidí recorrer el pasillo de la sala de profesores, reuniones etc y ahí fue donde escuché unas tenues risillas, sonaban alejadas, enlatadas en una habitación, de la sala de reuniones del consejo estudiantil, en concreto.
La curiosidad me pudo y pegué mi oreja a la puerta, me sentía un niñato chismoso.
- Estas loco Michael- Will? Sí, era Will quien reía traviesamente con Mike encerrados en aquel cuarto.
Con una sonrisa toqué la puerta, no los veía pero podía asegurar que se habían asustado por los agitados movimientos que se percibían a través de sus pasos.
- Mierda mierda mierda-susurró alto el peli negro-abre tú-ordenó.
Esperé unos tres minutos para que la puerta se abriese rápidamente dejando ver a un castaño con el cabello revuelto y a un azabache sentado en su silla con una sonrisa tensa.
-Richie - exclamó el pequeño- qué haces aquí a esta hora?
-Uhm... son las 6:38 de la mañana, a esta hora empiezan las clases, no? - Mi seguridad se fue al caño con la anterior pregunta formulada hacia mí.
-Las clases empiezan a las 7:40-aclaró el pecoso ajustándose la corbata del uniforme.
Me quedé mirando al suelo unos segundos maldiciéndome mentalmente hasta que caí en algo.
-Qué hacéis vosotros aquí tan temprano?
Vi como ambos se tensaron y se miraron enseguida alarmados.
-Asuntos del consejo escolar - aclaró rápidamente Will, tan rápido que a penas entendí.

Suspiré de forma pesada.
- Iré al jardín a esperar a que comiencen las clases.
Di la vuelta y me fui escuchando un leve"está bien" por parte del ojiverde.

Salí al jardín, recordé donde me había mostrado aquellas frescas y coloridas flores y caminé, tratando de no perderme, hasta allí.

Había lirios, amapolas, peonías, narcisos, rosas, lavanda y margaritas. Una fiesta de colores y aromas. Inspiré con fuerza apoyándome contra la pared de lo que seguramente sería la sede del club de jardinería.

Volví a olerlo. Otra vez tabaco, volví a inspirar con fuerza, amaba ese olor demasiado, sería la misma persona que olí ayer? El olor estaba tan esparcido que era confuso tratar de adivinar de dónde provenía.
-Necesito un cigarro- hablé para mí mirando a mis zapatos.
Ni me di cuenta cuando el olor se intensificó al pasar una persona frente a mi dejando un cigarro caer al suelo.
- De nada- tenía una voz tan grave, profunda y ronca que sentí un escalofrío erizar cada poro de mi piel. Recojí la colilla y alcé la vista rapidamente tratando de ver al chico que la había arrojado pero nada, se había esfumado, miré hacia el instituto y tampoco había nadie.

Seguía en mi especie de trance llevando el cigarro a mis labios prendiéndolo con el encendedor. No era la marca que fumaba yo, esta era Marlboro y yo fumaba Winston. Jamás lo había probado, pude saber el nombre porque estaba escrito en el cigarro. Le di una gran calada saboreando el negro humo, era diferente y me agradaba.
Iban a comenzar las clases no quería empezar mi segundo día oliendo a tabaco, me apresuré al lavabo y me enjuagué la boca y lavé las manos, era inútil si el olor se me había pegado a la ropa pero aún así me saqué la chaqueta y la sacudí frenéticamente.

El sonido de la campana me sobresaltó y casi suelto un chillido colocando mi chaqueta de nuevo. Salí del baño y vi a los alumnos todos vestidos igual a escepcion de la falda que diferenciaba los dos sexos. Entre la multitud divisé a Jane hablando animadamente con Máx, me metí en el medio de las chicas causándoles unas carcajadas y me guiaron a mi próxima clase.

Pronto llegó la hora de comer y me volví a sentar en la mesa de ayer con la esperanza de que el grupo de amigos tomase asiento conmigo.
Primero llegó Lucas, venía cansado y se sentó bruscamente soltando un fuerte suspiro.
-Casi les gano a dos tipo jugando baloncesto - protestó causandome una leve risa.
-A la próxima seguro que ganas - animé golpeando levemente su hombro haciéndolo sonreír.
-Hola chicos! - exclamó el de rizos claros tomando asiento en la mesa con la bandeja llena de puding de chocolate.
-De donde sacas tanto puding, Dust? - pregunté tratando de coger uno recibiendo un manotazo por parte del ojiazul.
- Tengo mis recursos.
- Le hace la pelota a la cocinera - el moreno rodó los ojos con una sonrisa y comenzó a comer su comida, así que empecé con la mía.
Segundos más tarde llegaron Max y Jane con una ensalada y un sandwich respectivamente. Detrás de ellas venía Will a paso rápido con una amplia sonrisa, casi dando saltitos, no comprendía de dónde sacaba tanta energía un chico tan pequeño.
- Richie! - exclamó feliz tomando asiento- me alegra que hayas decidido volver a comer con nosotros.
Reí encogiendome de hombros en respuesta y recibiendo a Mike quien tomó asiento al lado de Will apoyando su brazo en el respaldo de la silla de este.
Comimos tranquilamente hablando de cosas triviales y riendo, no me sentía como "el nuevo" si no como uno más, como si ya los conociese de toda la vida y la verdad me encantaba eso.

Cada uno se dirigía a la última clase del día, yo incluido, pero alguien me tomó el brazo. Volteé confuso.
- La próxima vez que quieras fumar hazlo en casa, ya debes conocer las reglas- habló Mike mirándome muy seriamente agarrándome con bastante fuerza.
- Yo sí las conozco. Las conoces tú? Porque la de: "no mantener relaciones en el centro" no parece que te haya quedado muy clara. - su rostro palideció y me zafé bruscamente de su agarre y caminé hacia mi última clase con sorna. Se le habían puesto las bolas de corbata.

A la hora de la salida aquello era un descontrol, todo estaba abarrotado de gente, gracias al cielo al cruzar la verja se dispersaban.
Estaba apoyado contra uno de los árboles que hay justo al salir de la gran puerta metálica que divide el jardín de la calle. Mis ojos se paseaban por las personas tratando de encontrar al dueño del cigarrillo Marlboro a pesar de no haberle visto ni la cara, pero lo había olido ya dos veces, y dudo muchísimo que alguien más pueda oler a tabaco en aquel centro.
Estuve más tiempo del deseado allí parado tan sólo salían personas de una en una o dos en dos cada unos minutos lo que me dio a entender que no quedaba nadie, que quizá se hubiese marchado antes. Iba a irme cuando vi salir al pequeño castaño a paso rápido con una expresión seria hasta que la cambió por una amplia sonrisa al verme.
- Me has esperado? - cuestionó pero aquello parecía más una afirmación.
- Eh sí sí- mentí echando un último ojo a la puerta de la escuela.

Mañana volveré a ir temprano, y quizá me tope con él, el chico de los cigarrillos.







So...whats up?
Te gustó? Yo se que sí 7u7 (Sí, te hablo a ti, Oleg porque eres el único que lee esta mierda jejox)

Un besote:
-Lu💛

Cigarettes Boy •Borchie•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora