04. Conociendo a un ¿amigo?

12.8K 639 14
                                    

•4•

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

•4•

Sophia Pavanelli.

Abro mis ojos lentamente y solo recuerdo cada momento de lo mal que lo he pasado desde que tomaron posesión de mí, hasta el momento en que me adentre a este lujoso avión.

El señor dijo que no me preocupara, pero aclaremos algo, como mierdas quiere que eso pase, sinceramente no creo que eso sea posible, arrebataron todo lo que había logrado, arrebataron mis sueños, arrebataron mi vida.

¿Entonces cómo?

Pero decidí hacer todo lo posible para acoplarme a lo que sea se convertirá en mi vida, trataré de no pensar en el pasado trágico que tengo y en lo único que trataré de pensar es en qué esto que pasó solo es una más de las tormentas que tendré que superar.

—Joven acabamos de llegar —dice la azafata.

El escuchar esas palabras hacen que mi cuerpo tiemble del miedo, pensar en qué viviré mi vida como una sirvienta me hace sentir de lo peor, no pienso que ese trabajo sea para avergonzarse sino que como lo voy a emplear yo.

No es de agrado alguno.

—Su vuelo con destino a Emiratos Arabes a concluido —avisa una voz femenina.

He escuchado maravillas de este lugar pero no me siento nada alegre ni emocionada por éso, lo único que tengo es temor, y no hay nada mas que eso.

—¿Estás emocionada? —escuchó la voz del hombre que me compró como cualquier objeto.

—Podria decir que un poco —digo ya que no quiero que piense que me siento mal o algo así.

—Bueno, ya vamos a llegar a tierra y me gustaría que por lo menos expreses un poco de alegría.

¡Diablos, se dio cuenta!

—No, no piense que no me emociona, sino que el cansancio me incomoda —digo esperando que crea lo que dije.

—Bueno entonces sería bueno que se comenzara a alistar ya —dice serio.

—Pero señor, no traje mi ropa.

—No te preocupes por eso, yo me encargué de que te consiguieran, voy a mandar a alguien a que te la venga a dejar.

—Bueno señor.

Él solo asiente y se retira, yo quedo con las ganas de morir, que pena de que el señor este se diera cuenta de mi estado, talvez sea algo estúpido pero es que siento vergüenza cuando alguien me mira llorando o que me vea mal, es que no me gusta que vean que me siento de la patada.

Al estar en tierra, tomo mis cosas lista para bajar de este avión y comenzar una nueva vida. Espero a que los "importantes" bajen primero para después bajar yo.

Al bajar miro personas de un lado a otro atendiendo al señor o como yo le voy a empezar a decir jefe, si que es importante este señor como para que le tiendan hasta una alfombra para que pase —pienso.

El Hijo del Jeque ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora