Capítulo 17: El Ángel Supremo (Primera Parte)

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Carlos

Nicolás, Miki y yo estamos en la sala que nos da mal rollo a todos, la de los maniquíes, para hacer un último intento del ritual, si esto no sale bien ya nos podemos ir despidiendo de recuperar a Joan y de nuestras vidas, nos lo jugamos todo a esto, más vale que salga bien.

Mientras estábamos preparando todo lo que necesitamos oímos como si un terremoto hubiera ocurrido arriba ¿que estará pasando ahí? Bueno, eso ahora no importa, ahora tengo que centrarme en esto para que salga todo perfecto. Dibujamos la estrella invertida en el suelo con la sangre del cuerpo de Joan, ponemos una vela en cada punta y le decimos a Nicolás que ya puede meterse dentro. Empiezo a leer lo que se supone que nos devolverá a Joan, tras terminar esperamos cinco minutos y de repente Nicolás empieza a levitar, señal de que todo funciona, por último, de un momento a otro observamos como Nicolás, en forma de espíritu, sale fuera del cuerpo de Joan haciendo que este último caiga al suelo, Miki iba a ayudarlo pero le paró ya que está ocurriendo algo más.

Nicolás sigue levitando dentro de la estrella del ritual, parece como si ¿algo se estuviera separando de el? Vemos cómo de Nicolás sale una bola de color oscuro que intenta meterse de nuevo dentro del chico pero parece que algo lo protege y no deja que eso vuelva por donde ha salido, finalmente la bola desaparece en el aire a la vez que Nicolás, en lo que parece su forma humana, cae al suelo.

Carlos: ¿Nicolás?

Nicolás: ¿Que ha pasado? ¿Donde estoy?

Miki: ¿Que has hecho Carlos?

Carlos: No lo sé

Nicolás: Creo que... Me has liberado

Carlos: ¿De que hablas?

Nicolás: Verás, antes de morir fui parte del proyecto Anticristo como sabéis, como fallo tuve que vivir con la oscuridad de ese ser del infierno dentro toda mi vida, llevándome a ser malvado tras morir y todo eso pero tú Carlos, has sacado esa oscuridad de dentro de mi, ya no soy un fallo, vuelvo a ser normal

Miki: ¿Entonces ya no vas a matarnos para quedarte con nuestros cuerpos?

Nicolás: Claro que no, me habéis liberado, no podría hacerlo

Carlos: ¿Y tampoco te enfadas por el cambiazo del ritual?

Nicolás: Obviamente que no

Joan: Yo estoy bien ¿eh? Gracias por preguntar

Carlos: Ostia Joan, bienvenido de nuevo ¿como ha sido ser poseído por un fantasma?

Joan: Raro, muy raro, no lo recomiendo para nada

Carlos: Y dime algo Nicolás

Nico: Llámame Nico a partir de ahora

Carlos: Nico ¿sigues teniendo esos poderes?

Nico: Claro, eso ya se me quedara dentro para siempre ¿por que preguntas?

Carlos: Por si Cepeda nos ataca, alguien tendrá que ayudarnos

Cepeda

Cierro los ojos para convertirme en ángel y empezar con la destrucción que dejaré a mi paso. Salgo del despacho de mi madre, todos empiezan a mirarme, algunos impresionados y otros asustados pero yo acabo con todos con un pestañeo y un chasquido, siento como el poder aumenta dentro de mí, me encanta, por fin soy como siempre he querido, poderoso y no solo un simple fallo que ha sobrevivido de milagro.

Llegó delante de una puerta desde la que siento una energía muy fuerte, perfecto, ya eres mío pequeño Miki. Abro la puerta con la mente y empiezo a bajar las escaleras, atravieso un largo camino hasta que llegó delante de otra puerta, cada vez siento la energía de Miki más cerca, vuelvo a abrir con la mente y entro a un extraña sala donde veo a Joan, Miki, Carlos y Nicolás ¿hablando tan tranquilamente? ¿Pero Nicolás no estaba dentro de Joan y quería matar a Carlos y Miki?

Nico: Chicos, tenemos un problema, mirad quien ha aparecido por aquí

Carlos: Oh perfecto, el angelito Cepeda ha vuelto ¿que quieres?

Cepeda: Ya lo sabéis, quiero a Miki

Nico: Joder, joder, joder, tenemos otro problema chicos, noto que Cepeda es más fuerte que antes

Carlos: ¿Que?

Cansado de tanta palabrería cojo a Miki con mi recién adquirida velocidad sobrehumana y salgo de la sala, oigo como Miki grita pidiendo ayuda a sus amigos ¿por que grita? Esta conmigo, no le voy a hacer daño ¿por que no es capaz de entenderlo?

Miki: Déjame ir Cepeda

Cepeda: No y deja de gritar, no voy a hacerte daño

Miki

Cepeda me ha atado a una silla en medio de un pasillo como señuelo para atraer a los chicos y matarlos. Veo como los tres aparecen delante de mí, intento avisarles pero me es imposible ya que también me ha tapado la boca, de repente Cepeda aparece delante de todos nosotros con los ojos de un color negro mezclado con rojo listo para atacar.

Nico: Creo que esta vez no podré con el, te necesito otra vez Joan

Joan: ¿Para que?

Nico: Necesito la energía de tu cuerpo para tener alguna posibilidad conta el

Joan: De acuerdo ¿que tengo que hacer?

Nico: Tócame la mano y estaré dentro de ti otra vez

Cepeda: De eso fantasmita, esta vez no

Cepeda utiliza su mente para lanzar a Joan contra una pared y lo inmoviliza evitando que pueda ser poseído de nuevo por Nico, mierda, creo que estamos perdidos. Veo como Carlos intenta salir corriendo para que Cepeda no le haga nada pero Nico le detiene.

Carlos: ¿Que haces?

Nico: Espera, aún tenemos una posibilidad, no puedo poseer a Joan pero quedas tu

Carlos: ¿Estás loco?

Nico: ¿Quieres salvar a Miki o no?

Carlos: Claro pero...

Nico: Pues dame la mano

Carlos le da la mano a Nico y en menos de un segundo solo está de pie delante de nosotros un Carlos con alas blancas, sé que no es momento pero como ángel está más bueno, todo hay que decirlo. Carlos empieza a andar hacia Cepeda pero este mantiene una mirada desafiante y de "no te tengo miedo"

Cepeda: ¿De verdad piensas que vas a poder detenerme con Carlos?

Carlos: No lo pensamos, lo sabemos

Cepeda: Vaya ¿ahora has aprendido a compartir conciencia?

Carlos se lanza a atacar a Cepeda con esferas luminosas saliendo de sus manos pero Cepeda lo esquiva, están así unos quince minutos hasta que Cepeda lo coge del cuello y empieza a ahogarlo. Joder, esto va de mal en peor.

"Venga Miki, solo tú puedes salvarlos a todos"
Y encima aquí está otra vez esa voz, espera ¿como que yo puedo salvarlos a todos?

"Esto es parte de tu destino angelito, eres el ángel supremo, demuestra lo que vales"
¿Que soy que? No me da tiempo a pensar nada cuando siento un extraño poder corriendo dentro de mi, de un momento a otro noto que estoy levitando ya libre de las cuerdas que me tenían retenido en aquella silla, no se que me pasa pero creo que estás perdido Cepeda.

El Proyecto Anticristo: Allí Donde Viven Los MonstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora