Observación

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Era un típico día de escuela, una chica de 17 años se dirigía a paso calmado hacia su colegio, el viento soplaba y desacomodaba algunos de sus castaños mechones, con una mano trataba de arreglar aquellos cabellos que volaban frente a su rostro. Durante su caminata observaba el cielo azul, las flores y las aves que se encontraban a su alrededor, de repente una chica rubia se acercó a ella.

-¡Buenos días!- saludó con emoción.

-¡Buenos días Isa!- devolvía el saludó con la misma emoción.

-Oye ¿No has escuchado los rumores?- preguntaba casi en un susurro la rubia.

-¿Rumores?- la castaña se mostraba confundida.

-Los rumores sobre las desapariciones en el parque- una chica de lentes y cabello pelirrojo atado en dos coletas apareció de repente detrás de ellas lo que ocasionó que las dos gritaran e instintivamente dieran un brinco.

-¡Tori, nos asustaste!- gritaba la rubia- ¿Cuándo llegaste?

La pelirroja solo se encogió de hombros y se acomodó los lentes, la castaña respiraba agitada mientras colocaba una mano en su pecho para calmarse de aquel susto.

-Apenas unos minutos, pero eso no es importante- le restaba importancia- muchas chicas dicen que en el parque se aparece un hombre que se acerca a jovencitas como nosotras, él les propone convertirlas en modelos, estrellas de cine o cantantes si van al parque durante la noche, pero cuando ellas llegan el hombre no aparece- hizo una pausa para observar a sus compañeras quienes no se atrevían a hablar- sin embargo aseguran escuchar pasos y luego una luz cegadora detrás de ellas, las chicas nunca regresan después de eso, o al menos es lo que cuentan las que han logrado escapar.

-¿Crees que sea un fantasma?- preguntaba la rubia.

-No seas ridícula Isa, los fantasmas no existen, además ¿Por qué un fantasma se llevaría solo a chicas?- comentaba la castaña.

-¡Pero ya no es sólo a chicas!- contestaba la pelirroja lo que llamó la atención de las otras- Últimamente los chicos también han estado desapareciendo, lo curioso es que siempre son personas muy atractivas y nunca se vuelve a saber nada de ellos.

-¿Acaso alguien de nuestra escuela ha desaparecido?- preguntaba con preocupación la rubia.

-Aun no, pero dicen que el hombre va buscando gente entre las escuelas y cuando ya han desaparecido bastantes va a otra en busca de más- contestaba con calma la pelirroja.

-¿De qué escuela era la última persona que desapareció? ¿Cuántas personas desaparecen por escuela?- ahora era la castaña quien se mostraba interesada.

-Bueno, no es un número exacto pero dicen que son aproximadamente 10 o 12 personas por colegio- la chica llevo una mano a su barbilla para hacer memoria- La última persona que desapareció pertenecía a la escuela Fénix, la siguiente escuela es la nuestra.

-¡Seguimos nosotros! ¡La academia Pegasus es la que sigue!- la chica rubia entró en pánico.

-Pues basándose en el número de desaparecidos solo le falta una víctima más antes de pasar a nuestra escuela- la chica se acomodó los lentes y comenzó a caminar- pero bueno, por ahora tenemos que ir al colegio que se nos hace tarde.

-¡Tori espera!- la rubia asustada corrió para alcanzar a la pelirroja.

La castaña permaneció en su lugar pensando en lo que su compañera había contado anteriormente, era algo muy sospechoso, no parecía ser obra de un fantasma o algo paranormal. ¿Sería acaso obra de una organización de tráfico de personas? ¿Qué pasaba con aquellos que desaparecían? ¿Por qué se llevaban a tantos estudiantes? ¿Por qué empezaron a llevarse a hombres? Tenía varias preguntas y quería encontrar las respuestas.

-¡Alicia! ¡Vámonos! ¡Llegaremos tarde!- un grito la saco de sus pensamientos.
Su amiga Isabel la llamaba, comenzó a caminar hacia ella sin embargo se detuvo en seco ya que sentía que alguien la observaba, comenzó a buscar alrededor no obstante no encontró a nadie sospechoso, solo vio a un señor sentado en una banca dando de comer a los pájaros, una señora paseaba a su perro al otro extremo de la calle y otros estudiantes caminaban por la misma dirección que ella, al no encontrar nada sospechoso continuo su camino.

-¿Qué pasó Alicia?- le pregunto su amiga.

-Nada, solo me pareció sentir que alguien nos observaba.

-Creo que lo que nos contó Tori te afectó- comentaba con una pequeña risa.

-Si, puede ser eso.

Sin perder más tiempo las chicas entraron al colegio; mientras tanto en otro lugar una persona sonreía mientras pensaba en aquellas chicas.

-¿Alicia? Un lindo nombre, pero creo que debió hacer algo más que cambiar su nombre para esconderse de mi- comentaba con diversión.

-¡Señor!- un hombre lo saludo- ¡Ya averiguamos todo lo que nos pidió! ¡La chica rubia se llama Isabel y también es una alumna transferida de otra escuela, ambas entraron al mismo tiempo y en el mismo salón!

-Muy bien, eso confirma mis sospechas- aquel sujeto se llevó una mano a la barbilla- Así que la linda Susan está aquí y también se cambió el nombre, bueno las amigas nunca se separan- soltó una risa que pronto se convirtió en una carcajada- Sigan vigilándolas, pero tengan cuidado con la castaña, ella es muy perspicaz, después de todo esas habilidades son dignas de su apellido.

-¡Sí señor!- luego de eso el hombre se retiró del lugar.

-¡Al fin podré terminar lo que comencé hace tanto tiempo!- soltó una carcajada que resonó por todo el lugar- Solo debo ser paciente y mi venganza llegará pronto.

Eres mi misiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora