𝗪𝗘'𝗥𝗘 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗡𝗘𝗥𝗦 ||𝐁𝐮𝐠𝐡𝐞𝐚𝐝 & 𝐒𝐩𝐫𝐨𝐮𝐬𝐞𝐡𝐚𝐫𝐭||

🌺𝐡𝐨𝐥𝐝 𝐦𝐞 𝐭𝐢𝐠𝐡𝐭𝐞𝐫.

B U G H E A D👑
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Betty tenía el corazón acelerado, con las lágrimas negándose a salir por sus ojos esmeraldas, negándose a llorar y que su padre la viera débil y vulnerable justo como quería tenerla.

Ella iba a morir, estaba casi segura de que en cuanto su padre lograra derribar esa maldita puerta, ella estaría en un ataúd mañana por la mañana y todos en Riverdale estarían llorando su muerte... O quizás no.

¿Qué había de malo en que él la matara?

Seguramente sentiría mucho dolor pero al final se acabaría y tras unos segundos ya no sentiría... Nada.

No sufriría nunca más.

¿Quién la lloraría?

Una hija menos por la que preocuparse para Alice.

Probablemente tampoco le importaría a su hermana.

Menos a Kevin.

A Cheryl o a sus demás amigos...

Pero luego pensó en Jughead.

Todo eso, los pros y contras de su muerte, fueron pensamientos fugaces que pasaron por la mente de la rubia que no dejaba de temblar.

Emitió un chillido al escuchar el constante golpeteo que la trajo devuelta, deseando que la pesadilla que estaba viviendo ese año llegara a su fin. Después se quedó ahí, cerrando la puerta y sin pensar siquiera en quitarse, hasta que los golpes infernales por fin pararon.

Betty creyó que ya se había librado, pero luego escuchó nuevamente las pisadas en el suelo, provocando otro espasmo en sus manos por el terror tan inmenso que estaba sintiendo.

— Betty, soy Jughead. —dijo él, al otro lado de la puerta y tocando levemente la madera, buscándola como loco.

Ella no dudó ni un segundo, abrió la puerta y antes de que él hablará, se lanzó a sus brazos, soltándose a llorar pero sintiéndose protegida.

— J-Jug... Juggie, Juggie. —murmuró contra su pecho, asustada y no queriendo despegarse de él, mientras sentía su mano acariciar su cabello. — Él está aquí, está aquí. ¿No lo viste?

— ¿El rey Gárgola? —Jughead preguntó sin entender nada, pero más que nada preocupado por ella y por el estado en el que la había encontrado.

¿Qué le había pasado?

¿Por qué estaba toda despeinada y parecía haber corrido una maratón?

Ella estaba bien, sonriendo y luciendo como la verdadera reina que era mientras tomaba un poco de ponche. Después ya no la había visto más, preocupándose al instante.

— No, Black Hood. —chilló Betty con miedo. — Él está aquí, Jug. ¡Está aquí!

Betty no dejaba de llorar y de temblar de puro miedo y pánico combinados, se aferraba a su cuerpo para no caer ya que creía que si lo soltaba ella volvería a estar en peligro.

— Quiso matarme, por poco... Yo. —Betty balbuceó, incapaz de detener su llanto.

— ¿No te hizo nada? ¿Te lastimó? —Jughead preguntó con preocupación en su voz, separándola un poco de él, solo para moverla a su gusto y ver que todo estaba en orden.

— Él... Está vivo, él sigue vivo. —Betty no contestó su pregunta, de lo mal que estaba y siguió murmurando.

— Está bien, está bien, tranquila. —pidió, acariciando su cabello y tomándola de la cintura. — Todo está bien, ya pasó.