Llegue de nuevo al instituto, no me había tardado mucho en Alemania más o menos dos horas y con los portales la llegada era muy rápida. Cristofer había atacado la corte imperial vampírica, había asesinado a la gran mayoría de los vampiros antiguos y había destruido un 30% del castillo, el demonio no había dicho quien le había revelado la ubicación de la corte lo cual, en realidad, era muy bueno ya que no pondría a Anais en problemas lo malo fue que escapo de nuestra custodia y ahora no sabíamos dónde estaba tenía orden de captura en todo el mundo. El instituto en general estaba tratando de calmar los estragos que cometían los demonios en la ciudad, la actividad demoníaca había incrementado más en unas cuantas horas y eso significaba peligro, algunos corrían y otros alistaban sus armas para las misiones, aunque para mi era muy extraño no ver a Anais. Subí las escaleras y camine por el pasillo para llegar a mí habitación, me daría una ducha para ayudar a Macristen en lo que necesitará, al llegar a la puerta percibí un aroma demasiado raro y conocido al mismo tiempo, abrí con cuidado y quien me imaginaba estaba esperándome adentro ya sabía yo que el cualquier momento vendría hablar conmigo.
-¿No te han enseñado que no puedes entrar así a un lugar que no es tuyo? Eso es parte de mala educación- hablé burlón, cruzándome de brazos.
-Sinceramente me importa mierda tú opinión- entre a la habitación y cerré la puerta- Vengó hablar de Anais.
-Lo suponía, ¿de qué más podríamos hablar? de fútbol, no creó- Me fulminó con la mirada, Sonreí de medio lado.
-¿Por qué volviste?- camine hasta la pequeña sala y saque de la pequeña nevera una botella de vodka.
-Elif me hizo la misma pregunta- conteste, podía notar como apretaba la quijada.
Serví en dos copas el alcohol y le ofrecí una a Aaron, nos miramos fijamente a él se le podía notar la rabia he irritación que sentía hacia mí, solté un suspiro, tratar con un hombre lobo era realmente complejo son muy orgullosos, prepotentes, necios, se salen de control muy fácil y no esconden lo que sientes y era mucho más complicado tratar con él, ya me iba dando cuenta de dónde sacó Anais su maldita orgullo. Sabía muy bien que no le agradaba que yo estuviera aquí, junto alguna de sus hermanas yo tampoco lo había escogido de esa manera, me había resignado a dejarla en liberta, pero las paradojas de la vida no se quedan con nada el destino de nuevo me la ponía en el canino. Me gustaba verla enojada, irritada y queriendo arrancarme la cabeza resultaba ser divertido, siempre me resulto divertido, ella era una caja de sorpresas, puede amarte como si fuera a morir mañana y al momento odiarte como si fueras la peor escoria y es que aún no lograba descifrarla, había cambiado tanto en estos años y me pareció estúpido creer que ella sería la misma, nadie es el mismo después de años aprendiendo de los golpes de la vida. Me perdí tanto en mis pensamiento que había olvidado que Aaron estaba dándome el gusto de su compañía.
-¿Qué le respondiste?- preguntó él.
-Lo mismo que te voy a responder a ti, para ser su tutor- el soltó una risa sarcástica.
-No te creó.
-Eso también lo dijo ella.
-¿No podías olvidarla?- preguntó- No ¿podías olvidar qué había un Doppelganger, qué era mí hermana? ¿no podías seguir con tú vida? Así como lo hiciste cuando Renata murió- Aaron extrañamente estaba muy calmado.
-No la confundas con ella- aprete mí quijada tratando de calmarme- Estoy harto de que digan lo mismo, harto de que me lo repitan, yo lo sé, maldita sea, lo sé, sé que no es ella y por eso me enamoré de Anais porque se que no es Renata.
-¡Tu no la amas!- exclamó él- Jamás lo hiciste.
-Tú no sabes nada Aaron, no tienes derecho a juzgar, no lo tienes, así que vete y deja vivir y cometer errores a Anais.
-Exacto, que se caiga, que cometa errores que llore una y otra vez, pero no por ti, no por alguien que jamás la amo, sólo eres un maldito egoísta que apenas la vio feliz decidió volver- La rabia inundo mi sistema y estalle la copa contra la pared.
-¡NO DIGAS ESO!- exclamé- No lo digas, yo sí la ame, no, corrección la amo y la amo tanto que renuncie a ella sin importarme que al irse se llevaría la poca humanidad que tenía. Me fui por que sabía que si se enteraba de la verdad le afectaría, pensé que podría superarla pero no, no lo hice, me dices a mi egoísta Aaron y mirate, trataste de golpearla por algo de lo que ninguno de los dos tuvo la culpa, me dices a mi egoísta cuando hace dos años yo la hipnotice para que me olvidará.
-¿Qué dijiste?- preguntó confundido.
-Olvidalo- conteste.
-No ya hablaste de más, ahora te jodes porque me vas a decir- solté un suspiró.
-Yo hipnotice a Anais para que me superara, todas las noches iba a verla mientras dormía, aveces ni siquiera lo hacia, lloraba hasta el amanecer. Por primera vez en mí vida me dije a mi mismo que debía dejarla en Libertad y así lo hice, una noche entre en su habitación y la hipnotice para que me superara, para que me olvidará- Fue una de las cosas más difíciles que había hecho en mi vida.
-¿En serio hiciste eso por mi hermana?- asentí- ¿por qué?- preguntó.
-Por que la amo, su felicidad siempre será la mía, aunque no estemos. juntos. Fue el mayor sacrificio de amo que pude llegar hacer, por un momento no pensé en mí, si no en ella- Aaron iba a decir algo pero le interrumpieron por el sonido de la puerta, alguien la estaba tocando- Adelante- conteste, una centinela entro a la habitación y se quedo a unos metros de nosotros.
-Príncipe, la centinela Anais Franklyn Braus desaparecido con la hija del demonio Cristofer- Habló ella.
-¿¡QUÉ!?- exclamamos los dos al unísono.
-No sabemos hace cuanto desaparecido pero ya la estamos buscando, su ubicación está interceptada y su runa de rastreo no funciona.
-Quiero que la busquen por cielo, mar y tierra, si es posible hasta debajo de las piedras, si algo malo le llega a pasar haré que los ejecuten ¿¡Está claro!?- exclamé y ella asintió
- Traigan una bruja, que haga un hechizo de ubicación- Sugirió Aaron igual de preocupado.
-Quiero la ubicación de Anais lo más rápido posible, que les quede claro- volvió asentir y se retiro, el rostro de Aaron se veía demasiado preocupado- No te preocupes, Aaron, la encontraremos.
Mis bellos lectores ¿cómo han estado? ¿cómo me los trata la vida?.
¿Les gustaron los capítulos? Dejen sus opiniones me encanta leerlos lo saben.
Hoy tuve muchas ideas mientras hacía los dos exámenes que debíamos hacer en mi colegio y pensé en actualizar con está sorpresa.
Me encanta saludarlos por cierto, capítulo dedicado a maridalia0303 dijiste que amabas a Derek aquí tienes la razón por la cual se fue, les aviso a todos mis lectores se acerca el final del libro y no aseguró nada.
En fin, los dejo, nos leemos pronto
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Sueños #2
Vampire-Vamos- dice él con la respiración cortada- de muestrame que mereces el lugar que tienes, que mereces llevar el apellido una Braus. -No necesitó demostrarte nada- conteste con la quijada apretada. -Tienes razón, pero claro, ¿qué se puede esperar? sí...