Nuevamente volvemos a las rutinas que despiertan mis peores miedos, otra vez en esta puta sala de espera.
Se presentan miles de opciones para una enfermedad sin cura, miles de infiernos por caminar.
Este sentimiento de culpa, de resentimiento hacia mí misma, me hace replantear toda mi vida en tan solo un par de minutos.
Sala de espera, segundos, minutos y horas que se vuelven eternas.. Rompiendo papelitos con nervios que revientan mi cabeza, que me hacen pensar, y soñar en un cielo que no es apto para mi.
Querida sala de espera, hace tanto no nos veíamos, que solo quiero despertar y salir de esta pesadilla que derrumba mi mundo.
