Mi Héroe《Dekuraka <3》| One-Shot.

Parte Única

"Los héroes ganaron". Era lo único en lo que Midoriya podía pensar después de lo que en ese día había sucedido.

El peliverde sostenía su postura con esfuerzo excesivo, venía de una fiera pelea con la Liga de Villanos, junto a sus compañeros de la Yūei, había quedado en un muy mal estado. Todos vencieron, con mayor o menor dificultad. Caminaba lentamente bajo un nublado cielo que amenazaba una tormenta por los terrenos de la Yūei. Entró en un desierto edificio, pues todos los residentes estaban bajo atención médica. Soltó su brazo y este sólo ondeaba con el aire, sus huesos estaban rotos y sus músculos estaban molidos por la batalla, sin mencionar las múltiples heridas internas que tenía.

Avanzó cojeando hasta el sofá de la sala común, el silencio reinaba en el ambiente, apenas podía abrir su ojos izquierdo, pero estaba sano. Vio la mesa en la que tantas veces tazas de te, jarras de cerveza o vasos de refresco se habían posado, y juró empezar a escuchar murmullos a su alrededor, como de gente charlando. Con su ojo bueno, viró a su derecha, vio una silueta espectral con la figura de su buen amigo, Katsuki Bakugoū, brindando con el resto del curso por haber pasado un complicado examen. Con una nostálgica sonrisa, quiso extender su brazo hacia el, pero en el momento en que su inútil mano estaba a milímetros de el rubio, este ya no estaba.

La sonrisa en sus labios se esfumó, todo eso eran meros recuerdos, el verdadero Bakugoū estaba en estado de coma por una terrible herida causada por Kurogiri, ya nada podía hacerse. Se recosto con el respaldo del sofá y puso su mano buena en su frente, la situación lo tenía sumamente estresado. De la nada, sintió unas pequeñas manos que le llamaban la atención y vio hacia el frente, logrando divisar las espectrales figuras de Mineta y Kaminari, quienes hacían una broma a un dormido Shouji poniendo crema batida en sus seis manos. Recordaba perfectamente ese día, les había advertido que no lo hicieran, pero ahora lo hizo soltar unas risas cansadas.

-Mineta-kun, Kaminari-kun; Shouji-kun va a enojarse con ustedes si siguen con ese juego- dijo Midoriya con voz áspera, pero apenas parpadeo, las figuras habían desaparecido, y los recuerdos de Shouji sangrando hasta el punto de peligrar su vida, Mineta con un brazo mutilado y Kaminari con medio cuerpo despellejado y cortado por culpa de Toga le cayeron como agua fría en la cabeza. La sonrisa que tenía, nuevamente, se esfumó.

-vaya...- el peliverde rió levemente -con que esto siempre fue por mi culpa- murmuró a punto de llorar.

-Midoriya...- llamó una voz grave al lado del ojiesmeralda. Inmediatamente, este miró a sus mejores amigos, Shoūto Todoroki y Tenya Iida sonriendo plácidamente y a la figura de su amada Ochako saludando -¿pasa algo?- preguntó la figura de Todoroki.

-...- Midoriya cerró los ojos. Sabía que era otra ilusión, a Iida le estaban reparando las piernas hueso a hueso, y a Todoroki le estaban restaurando los vasos sanguíneos que tenía destrozados o reventados. Las ilusiones lo hacían sentir bien, pero sabía que no eran lo que el necesitaba ver.

Una suave y débil voz femenina lo sacó de su ensimismamiento.

-Hola, sabía que vendrías aquí- dijo Ochako Uraraka, con cicatrices y una pierna prácticamente inutilizada mientras se sostenía con una muleta, tocando la puerta abierta de la sala.

-Ochako... lamento no haber ido a la enfermería, no quería darle más problemas a Recovery Girl- mintió el peliverde. La verdad era que no quería ver a sus amigos en aquel deplorable estado.

-tranquilo, Eri y ella hacen lo que pueden para mantenerlos a salvo, por ahora nadie corre serio riesgo vital- dijo la castaña sentándose junto a su amigo. Este no la veía a los ojos, mantenía los ojos fijos en la nada. -vaya día, ¿no?-.

-Si... al menos ganamos, ¿cierto?- dijo Midoriya tratando de animarse a si mismo, pero era todo más bien en vano.

-si, ya no va a haber muchos más villanos con ansias excesivas de asesinarnos... ¿Están bien tus heridas?- preguntó Ochako acercándose al peliverde.

-parezco Rocky Balboa después de su pelea con Apolo Creed- dijo Izuku señalando su ojo izquierdo -pero he de admitir que he estado peor-.

-siempre te sobreexigías, para todo- dijo la castaña sonriente. -dabas tu 100% todos los días, y siempre lograbas tus propósitos-.

-no es nada tan impresionante, de cualquier forma, debo ir a pedir atención médica, como siempre.- dijo mirando su brazo destrozado.

-¿nada tan impresionante? ¿bromeas, no?- el peliverde la miró con su ojo sano y asintió -¡Eres una de las personas más asombrosas y únicas que conozco! Eres perseverante, amable, atento, dedicado, eres capaz, ¿qué es eso de que no es muy impresionante?- preguntó indignada la de orbes color cobre.

-Pues... esto...- el peliverde peliverde se sonrojó por las palabras de su amiga.

-Deku-kun, puede que no seas la persona perfecta, pero tienes mil virtudes, ¡aprovechalas! ¡Eres un amigo increi-.

-Soy una basura de amigo-.

La castaña se quedó en silencio ante esa afirmación. Estaba a punto de replicar, pero el peliverde la miró con una lágrima pequeña resbalando por su pómulo izquierdo. -No pude salvarlos. A ninguno de ustedes. Katsu-Chan está en coma, Kaminari y Mineta están masacrados pieza por pieza, puede que Iida no vuelva a usar sus piernas, ¿¡qué clase de amigo soy para dejar que me acompañaran a poner sus vidas en riesgo!? ¡mira tu pierna! ¿sabes lo fácil que es para esos bastardos volver al juego y pillarnos con la guardia baja?- la castaña se quedó sin habla, la delgada lágrima que caía por los ojos del peliverde se había convertido en una cascada de cristalinas gotas gruesas que mojaban su ensangrentada cara -¡no siquiera puedo ir a verlos a la cara en el estado en el que están! ¡soy una mierda de amigo!- concluyó Izuku, denotando impotencia por donde se le viera.

Ochako se dispuso a poner una mano sobre el hombro del peliverde, pero esta se detuvo al escuchar las risas del peliverde. -Katsu-Chan tuvo razón todo este tiempo...- la castaña abrió los ojos sorprendida -soy un inútil-.

-Deku-kun...- murmuró Uraraka. La castaña negó con la cabeza y, sin usar sus muletas, se puso frente al ojiesmeralda para abrazarlo. El joven, por mucho que oliera la sangre y metal, sintió un leve olor a fresa en el cabello de su amiga. Con delicadeza, abrazó de vuelta a Uraraka, llorando mientras trataba de esconderse en su clavícula. La castaña acarició maternalmente el cabello de Izuku mientras este lloraba sin consuelo. Levantó la cabeza del joven por las mejillas con delicadeza y le dijo, mirándolo a los ojos:

-Puede que digas ser el peor amigo de todos, pero eres el mejor héroe de todos los tiempos-.

Midoriya cesó su llanto y la miró con ilusión, su boca estaba entreabierta, dejando ver los dientes del joven.

-Supiste que la mejor idea era llevarnos, no podías con todos sólo, y logramos vencer a toda la Liga de villanos. Izuku, eres un héroe impresionante; te preocupas por los demás, y das hasta la última fibra de tu ser para salvarlos a todos. Y aún cuando la energía te falta, tu sigues adelante, tu... tu...- la castaña acarició las mejillas de Izuku con cariño y sonrió -tu no eres un inepto, yo se que puedes hacerlo- finalizó con una mirada llena de amor y comprensión.

Izuku no pudo resistir más, y se abalanzó sobre la chica, uniendo sus labios en un beso cargado de emociones. La castaña correspondió al contacto y no se separaron sino 30 segundos después por la maldita necesidad de aire.

-gracias... gracias por hacerme entrar en razón, Ochako. En serio me siento mejor después de todo esto- agradeció la mata de acelga andante para ponerse de pie con algo de esfuerzo y ayudar a su compañera a alcanzar su muleta.

La castaña se sonrojó y le sonrió -no es nada, Deku-kun. Ayudarte siempre será un placer...

Porque tu eres mi amado héroe.

Fin.

Mención especial a la wena Somiju que me dio inspiración con su manera de escribir, espero le guste a Katsuki (ahre).

Bien, ya les traje el one shot, espero lo hayan disfrutado de leer tanto como yo de hacer. Si les soy sincero, así es como yo me imagino que el Dekuraka se hará finalmente. No se si les interese, pero, no es mi problema. ¡Nos vemos en otro libro!