021. Me confundes

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CLAUDIA

Después de estar un rato bajo el árbol y intentando tomar una decisión, decido volver y hablar con Ander.

No tardo más de diez minutos en llegar a la casa, por suerte al bajar corriendo las escaleras cogí las laves del mueble de la entrada antes de salir dando un portazo. Estoy mucho más tranquila tengo que admitirlo, por otra parte estoy muy decepcionada conmigo misma, muy decepcionada,  tengo miedo de como de como pueda estar Ander pero se me pasa un poco cuando lo veo en el sofá tumbado boca abajo sin camiseta, solo se oye los ruidos que estoy causando yo, a lo que el sigue sin reaccionar.

Me siento en la parte del sofá que no ocupa su largo cuerpo. Que no pueda ver sus grandes ojos azules que siempre me dicen exactamente como esta el me produce nerviosismo, mucho nerviosismo.

No reacciona, solo ha suspirando una par de veces, nada más y lo entiendo perfectamente.

– Ander, estás bien?  - Le pregunto con un hilo de voz tan bajo que casi ni yo lo escucho.

– No Claudia, no estoy bien.   -Me dice esta vez levantándose y mirándome, tiene los ojos rojos, ha estado llorando, llorando por mi joder.

– ¿ Porque has llorado ?  -Le digo en el mismo tono que antes.

– Por ti Claudia, por ti, porque me confundes, un día estamos genial, se ve claro que entre nosotros hay química Claudia, pero al otro día estamos muy mal, fatal, cada palabra tuya es como un puñetazo nuevo en toda la cara sin darme cuenta, me dueles muchísimo Claudia, mucho más de lo que pensaba, porque si, porque me gustas mucho joder, me gustas muchísimo, mucho más que nadie en toda mi vida. Porque viniste de la nada y Claudia, te necesito lo entiendes? Desde el primer momento lo sabía, sabía que iba a acabar así, sabía que serías tú.

Una vez ha acabado rompo a llorar inevitablemente.

– Lo siento Ander, lo siento tanto, ha sido mi culpa, estamos metidos en este lío por mi culpa, nunca debí dejar que llegáramos a este punto, me arrepiento tanto Ander...  -Le digo sollozando

– Eso es lo peor, que yo no me arrepiento de nada, no me arrepiento de que ese autobús me obligará a hablar contigo, no me arrepiento de nada que he echo contigo, no me arrepiento de haberte conocido, pero a parecer tu sí y eso es lo que más me duele.    - Dice apartando la vista que tenía fija en mi.

– Ya te lo dije Ander, yo no soy buena para ti

– Eso lo dices porque tienes miedo, lo que no logro entender es porque no te dejas querer Claudia, porque?  - Me dice en un tono desesperado y con la mirada perdida

– Porque yo a ti no te quiero, ni nunca te voy a querer.   - Le digo con el tono más frío que tengo, se me parte el corazón tan solo con pensar en lo que acabo de decir, pero no tengo otro remedio, esto se tenía que acabar de una forma o otra.

– No es cierto, no lo es, y tu lo sabes   - Dice mientras algunas lágrimas resbalan sobre sus mejillas .

– Si lo es.  - Le digo fría.

– Mientes.   - Dice esta vez mirándome fijamente.

– No miento Ander, tu y yo no somos nada, ni lo hemos sido ni lo vamos a ser, entiéndelo ya.   - Le digo mientras algunas lágrimas amenazan con salirse de mis ojos.

– Yo solo quiero un trozo de tu corazón.  - Dice en un susurro.

– Mi corazón ya está perdido desde hace mucho tiempo Ander.

El suspira de una forma agotada y se va.

ANDER

La tristeza abunda en todo mi cuerpo, su palabras me golpean como si de balas se tratase, estoy tumabda boca abajo en mi cama, no soporto solo inhalar su perfume después de esta discusión, me duele muchísimo, sus palabras retumban en mi cabeza y no me dejan pensar con claridad, está situación me destruye por dentro cada vez más y no puedo hacer nada al respecto, no puedo obligar a mí corazón que se olvide de Claudia si la busca constantemente, me es imposible dejarla ir, simplemente no puedo, no puedo borrar de mi mente cada una de sus preciosas sonrisa o cada mirada que te roba el aliento...

Si tan solo pudiera entenderlo, poder entender a ella, poder entenderme a mí, simplemente poder entender lo muestro.

Me siento tan mal, tan mal emocionalmente que nunca creí que me podria pasar esto por una persona, nunca creí que podría llegar a sentir tanto por ella.

Decidi dormir un poco para despejarme, por lo menos así no pensaba en nada, y con eso me era suficiente.

EVELYN

Estoy caminando por la avenida más famosa, hacia mucho tiempo que no paseaba por aquí aún que se que este trayecto acabará pronto, miro el mobil confirmando que habia quedado a esta hora en este sitio con la gente esa.

Me siento en un banco cercano esperando a ver la furgoneta negra como la otra vez, me da mucho el sol por lo que decido ponerme las gafas de sol que me compre el año pasado en París.

No tarda más de cinco minutos cuando una furgoneta aparca en frente mía, me levanto instantáneamente para meterme dentro, a lo que me abren la puerta y entró.

Esta vez solo están Dylan y Col, los dos guardaespaldas o matones de siempre.

Dylan es muy alto con un aspecto que da bastante miedo, a parte tienes la mayor parte del cuerpo tatuada aún que con el traje puesto solo se puede ver la mano.

Col no es tan alto como Dylan, es más joven aún que un poco más mayor que yo, lleva también un traje pero sin corbata lo que me hace estrañar, también tiene un tatuaje en su espalda, lo descubri en un encuentro más íntimo con el.

Durante el trayecto a la fábrica donde nos hemos reunido nadie dice nada, todo está en silencio ya que solo se escucha el motor del coche, cruzó algunas miradas con Col que nos hacen recordar a los dos lo que pasó ya que eleva un poco el lado derecho disimulando una sonrisa, cosa que hago igual.

No tardamos más de veinte minutos en llegar a nuestro destino, se perfectamente donde hay que ir ya que he ido varias veces estás últimas semanas, Ander no ha dado señales de vida aún que su madre me ha dicho que está en el chalet de siempre, me alegra que esté de mi parte y no de Claudia, hace que todo mi plan funcione a la perfección.

Me adentro en la fábrica hasta llegar a la puerta que cruzaré para allí encontrarme con Hank Bloosom, más conocido como el abuelo de Claudia y Max.

Tocó a la puerta de metal que se alza delante mía y recibo un " adelante" como respuesta.

Nada más entrar veo que han cambiado un poco la distribución de la sala, en frente está el escritorio de Bloosom junto a un ordenador y una silla, a los costados hay varios sofas y dos plantas de platico bastante pobres, el lugar se nota que está abandonado, un aire lúgubre recorre la sala y me adentro más.

– Como estás Evelyn?    - Me pregunta con tu tono de siempre.

– Muy bien, señor Bloosom justo donde quería.

Y con ello cierro la puerta con una sonrisa en la cara.









NOTA DE LA AUTORA:
Yaaaaaaaas!! 😍
Por finnn he subido capitulo, no he podido subir antes, espero que la tardanza haya valido la pena.
10,3 K 😍😍😍😍
Muchísimas gracias de verdad.
Instagram : @pmiree15
💚💚💚💚

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