Capitulo 2

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Haciendo un gran esfuerzo para controlar su temperamento, James observó cómo ________ alargaba el brazo e intentaba abrir la puerta que, por supuesto, estaba cerrada con cerrojo.
No tenía escapatoria.

Se fijó en que sus ojos reflejaban el miedo de un animal que se sabe acorralado. Desde luego, la había subestimado. De todas las mujeres que conocía, _________ había sido la única que lo había sorprendido.

—Tesoro —la saludó—. Bienvenida a casa —añadió cambiando al inglés porque ése era el idioma que hablaban entre ellos.

Al instante, vio cómo _________ palidecía. Era obvio que no había contado con verlo en el aeropuerto. ¿Cómo podía ser tan ingenua? ¿De verdad creía que podía volver a Sicilia sin que él se enterara?
________ no dijo nada. Estaba sentada muy quieta, agarrándose con ambas manos al borde del asiento y respirando muy deprisa.

Si hubiera sido otra persona, James habría sentido lástima de ella, pero no tenía ninguna intención de sentir lástima por su esposa. ¿Por qué la iba a sentir? Después de lo que le había hecho, tenía suerte de que quisiera sentarse en el mismo coche que ella.

—Pareces sorprendida de verme —le dijo—. ¿Y eso? Estamos casados, tesoro, así que lo más normal es que vaya a buscar a mi esposa al aeropuerto cuando vuelve a casa.

________ se giró por fin hacia él y lo miró intensamente.

—¿Cómo te has enterado? —murmuró.

—¿Cómo me he enterado de que llegabas hoy en avión? —Sonrió encogiéndose de hombros—. ¿Cómo no me iba a enterar? Eres mi esposa, ________. Me intereso por todo lo que te sucede. Tu padre te confió a mí y soy responsable de tu seguridad, algo que me tomo muy en serio.

—¿Cómo te atreves a decir que te interesas por mí? —Se indignó ________—. Tú solo te interesas por ti mismo.

James se acercó a ella y le quitó el sombrero. Al instante, la melena morena de ________ cayó en ondulaciones sobre sus hombros. Qué joven parecía. Demasiado joven para ser tan perversa.

—Eres sorprendente —le dijo James—. Eres puro fuego y pura pasión, pero lo ocultas bien. Cuando nos conocimos, apenas hablabas. Tuve que sacarte las palabras casi a la fuerza y eso me hizo pensar que eras muy tímida.

—No me conoces en absoluto, James —contestó _________.

—No, es evidente que no —contestó él con ironía—, pero estoy dispuesto a esforzarme para rectificar esta situación. De hecho, quiero que sepas que he decidido dedicar todo mi tiempo a conocerte mejor.

—No —contestó ________ presa del pánico—. No te hace falta conocerme para nada y yo tampoco tengo ningún interés en conocerte a ti. Con lo que sé es suficiente.

James se dijo que aquella mujer estaba llena de contradicciones. Era muy compleja. La primera impresión que había tenido de ella había sido que era una mujer amable y tímida, pero había resultado ser salvaje y decidida.

—Así, de morena, pareces más italiana —le dijo acariciándole el pelo—, pero tus ojos azules son de tu lado inglés —añadió haciendo referencia a sus preciosos ojos color zafiro.

Aquella mujer era la imagen personificada de la juventud y la inocencia femenina, pero James sabía que su inocencia había volado, que se la había llevado otro hombre. 

Sin noche de bodas [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora