Blood Diamonds

1. Johann

Y me voy. Me alejo de la persona a la que amo. Joder, pero valdrá la pena. ¿Cómo es que me enamore de una humana? Sólo sé qué ella se ha metido hasta las entrañas, muy debajo de mi piel. Sé qué ella no me ama, joder, estoy consiente, pero tengo la esperanza de que algún día ella me amara como yo la amo a ella. Muy dentro de mí sabe que no es correcto enamorarse muy rápido de alguien, pero, simplemente, pasó. De verdad, espero que Aleesha sea la indicada, muero por probar sus labios. Tantas veces tuve la intención de hacerlo, pero instantáneamente se me venía a la mente una vida sin ella y en realidad, no podría soportarlo. Amo nuestras peleas, Aleesha se ve hermosa cuando se enoja, amo cuando hablábamos por la madrugada, ella en el balcón y yo en la ventana. Sé qué soy un pedante y egocéntrico pero tengo mis encantos.

Llegó al aeropuerto y tomó mi vuelo. ¡España, para allá voy y no de vacaciones, así que ni te emociones!

El aire choca contra las paredes del avión y éste da un movimiento brusco. Los pasajeros gritan y como lo buena persona que soy, sacudió más el avión y gritan más. Ya estuvo bueno y con un movimiento de mano, calmó el aire. Todo se tranquiliza al igual que yo.

Mi asiento está en la ventana y miró como el sol provoca bonitos, pero feos colores en el cielo. La gente toma fotografías y halaga el paisaje. Los humanos se sorprenden fácilmente. Y es irritante.

He leído, dormido, comido, hasta que al fin, llegamos a España, Barcelona. Salgo del avión, del aeropuerto y encuentro un taxi rápidamente. Me lleva a un lujoso hotel, y pido una habitación a la recepcionista.

- Le daré la habitación quince.- Sonríe y la vez, se sonroja.

- No hay problema.- Le muestro mi sonrisa sexy.

- Sí necesitas ayuda, sólo pide la.- ronronea.

- Claro.- Sonrió, normalmente.

Enganchó mi mochila a mi hombro, y camino hacia mi habitación, la quince, igual que el número de lista de Aleesha... recuerdo muy bien ese día: la tarea de Ciencias Naturales. Joder, ese día nos atacó el Jabalí y Aleesha casi cae al suelo de una altura de unos diez metros.

Dejo la mochila en el suelo y me acuesto en la cama; miles de fotos de Aleesha pasan por mí mente. Debería de dejar de pensar en ella, ya qué, quizá cuando regrese, ella no sienta nada por mí.

Esto es una mierda. Alena es una jodida y no entiendo todavía porque manda Criaturas por Aleesha.

De tanto pensar y pensar, me duermo.

Cuando me despierto, tengo un hambre feroz, así que pido comida por teléfono. Una mujer, de unos veinte años me trae mí... ¿Cena? ¿Almuerzo?

- Esperó que disfruté la cena.-Se sonroja.

- Por supuesto que lo haré.

Y se va. Tengo hambre pero a la vez no. Así qué juego con está sopa que me han traído. Levantó mi mano en dirección a la mesa, donde está la bandeja con la sopa, y el líquido se eleva, en forma de media Luna, como sí aun estuviera el plato. Me levantó bruscamente y la sopa cae al plato, pero no era mi intención eso, así qué busco papel y un bolígrafo y escribo unas palabras. Dejo la nota extendida en la mesa y con un cuchillo me cortó en el centro de la palma y la sangre cae en el centro de la nota.

- Hadunéx. - Y la nota se convierte en una paloma de papel.- Aleesha.- Susurro. Y la paloma se va, en busca de Aleesha.

Ojala pudiera ser esa paloma y poder verla.

En un equipo de sonido, empieza a sonar la banda Kings Of Leon, la banda favorita de Ale. Siempre los ponía a todo volumen y las cantaba, como sí estuviera dando un concierto. Mañana empiezo la búsqueda y mañana termina el año escolar. Tengo casi un año de conocerla. Como se va el tiempo.

Decido descansar más y me acuesto en la cama; mis párpados empiezan a cerrarse pero un ruido me hace abrirlos de golpe. Me levantó y ¡Bam¡ Una serpiente, con tres cabezas y miles de pies, sale del suelo. Estoy harto de estás mierdas. El Mil Pies -Así se llaman, ya que tienen mil pies- Se eleva tanto que pega con sus tres cabezas en el techo, y abre un enorme agujero. Pobres de mis vecinos.

Empiezo a correr, alejarme del Mil Pies para ganar terreno.

- Venga.- Susurro.

Extraigo todo el aire de la habitación, lo muevo de derecha a izquierda, y muevo mis manos en círculos, creando un remolino pequeño y lo lanzó al animal. No tengo mucho espacio aquí; así que empiezo a correr a las puertas de cristal y las traspasó, rompiendo el cristal por completo.

Caígo en picado a la calle y caígo en cuclillas. El Mil Pies se lanza también y cae como que es gelatina en la calle de Barcelona. No sé qué estarán viendo los mortales, ya qué no pueden ver nada inmortal.

El Mil Pies se lanza sobre mí pero logro esquivarlo; corro y me subo en él, y esté empieza a moverse y vuelo por los aires. Quedo flotando en el aire y desde arriba, le lanzo una bola de fuego a la cola. Empiezo a soplar hacia fuera y hago que la bola pase por todo su cuerpo, dejando enormes llamas en su cuerpo. Esto fue fácil. Bueno, para mí casi todo es fácil. Y rápidamente, sólo veo cenizas por la calle.