La habilidad de entender
y compartir
los sentimientos del otro.
'Lo siento YoungJae.' Era algo que JaeBum se había dicho a si mismo un billón de veces.
El chico no sabía cuantas veces más tenía que inventarse nuevas excusas para esconderse y llorar hasta que su corazón dejaba de doler. O cuanto tiempo más podría aguantar sin comer y no poder actuar como siempre.
Este no era el JaeBum normal. No el original, el cual tiraba su enfado sobre los demás miembros de forma juguetona o de manera lideral. Se sentía perdido. Completamente roto. De esa misma manera se sentía YoungJae. No hacía mas que recordarse a sí mismo que merecía toda aquella negatividad.
Habían pasado semanas desde que rompieron, pero para ambos, se sentía como que aquel horripilante día había sido ayer. Era como si se durmieran y al despertar, únicamente hubieran pasado un par de horas desde su ruptura.
Con la respiración inestable y la visión borrosa, el lamentable líder se apoyó en sí mismo, colocando todas sus piezas rotas de vuelta a su sitio, tratando de recuperar su normal y animada forma de ser. Pero las horas pasaban y sus compañeros se empezaban a preocupar porque su líder no salía de la habitación.
JaeBum se las arregló para juntar todas sus partes rotas y parecer presentable. Decidió actuar como si se hubiera acabado de despertar apenas unos minutos atrás. Abandonando su vacío cuarto, se dirigió hacia la cocina, esperando poder meter algo en su estómago.
Pero cuando escuchó una melodiosa risa y una voz angelical sonar con alegría, su corazón se paró por un momento, dándose cuenta que la persona que amaba estaba feliz. Y así debería ser. Él también debería estar feliz por YoungJae, puesto que YoungJae había sido capaz de superar su indiferente persona.
Caminando e ignorando las miradas, Jackson fue el primero en empezar una conversación entre los miembros.
"Líder, ¿dónde te encontrabas? ¿Hibernaste bien?" Jackson inquirió bromeando, haciendo a los dos maknaes más jóvenes reír.
"¡Hora de molestar a la bestia!" BamBam gritó, haciendo que la mitad de ellos rieran, los maknaes, excluyendo a YoungJae, corrieron para lanzarse encima de su líder con malévolas sonrisas. Este les sonrió falsamente y palmeó sus cabezas.
"Aish, vosotros niños. Dejadme tranquilo antes de que os eche un tarro de miel en la cabeza y deje que las avispas os persigan." JaeBum dijo amigablemente y golpeó las frentes de Yugyeom y BamBam. Se alejó con su café y volvió a su cuarto mientras los dos chicos se quejaban a JinYoung sobre su mal comportamiento.
"Veis, la siguiente vez no provoquéis al oso." Jackson dijo.
"¡Puedo escucharte idiota!" JaeBum gritó, escuchando sus risas resonar entre los muros de las finas paredes de su cuarto.
Su falsa sonrisa se borro en cuanto entró en la habitación. Cerró la puerta suavemente y sintió como sus piernas se volvían débiles, tanto que tuvo que sujetarse con sus dos manos al picaporte de la puerta. Sin darse cuenta de que había tirado el café caliente sobre su pie.
"Mierda." JaeBum puteo mientras trataba de moverse, pero su pie se vio atrapado entre el café y los trozos de taza rotos. Fuertes pasos se escucharon por el pasillo y la puerta fue abierta de golpe, mostrando a todos sus compañeros. Excepto YoungJae.
Mientras estaba siendo atendido, escucho varias quejas y preocupaciones. Pero lo que hizo que su corazón dejara de latir para volver a latir rápidamente fue cuando YoungJae apareció.
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Empatía
Fanfiction"No te odio." Secuela de Indiferente. Recomendado leer primera parte antes de entrar a leer esta.