Capítulo 21

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POV Micalea.

- Éste es el buzón de mensajes de Kloe, por favor deja tu mensaje y... - Cuelgo y resoplo.

Perfecto. Simplemente perfecto.

Llevo tres días llamando a Kloe pero no ha querido contestarme. He ido a su casa y no ha querido verme. Le he enviado más de cien mensajes pero me ha dejado en visto. ¡Ya no sé que hacer!, según Natalia, mi otra mejor amiga, no quiere verme y está muy decepcionada. ¡No es para tanto!. Ruedo los ojos y llamo, por centésima décima cuarta vez, a Kloe pero, una vez más, no contesta.

Perfecto.

Suspiro frustrada y me tumbo en mi cama. Mi teléfono empieza a sonar y decido ignorar a quién sea que me esté llamando. Si no es mi mejor amiga el resto puede esperar. Me levanto de mi cama y en la computadora pongo un poco de música. La música soluciona todo. Empiezo a bailar ante el sonido de la canción "Can't stop the feeling", ya es un poco vieja pero esas son las mejores, y me desvisto. "No, Angel, yo me desvisto para impresionar". La frase del libro me llega a la mente y no puedo evitar sonreír. Un chico como Patch es lo que todas nos merecemos... o al menos alguien como Scott.

- Ooh, it's something magical, it's in the air, it's in my blood, it's rushin'on. - Agarro mi cepillo, para simular que es un micrófono, y canto a todo pulmón- I don't need no reason, don't need control. I ly so high, no ceiling, when I'm in my zone. - Bailo como loca y alboroto mi cabello. - Under the lights when everything goes, nowhere to hide whem I'm gettin' you close. When we move, well, you already know. So just imagine, just imagine, just imagine... AAAAAA. - Grito al darme la vuelta y ver a Chris parado en la puerta con una ceja alzada. - ¿Qué haces aquí?

- Disfrutando el show. - Lanza una carcajada para después mirarme sonriente. - Por cierto, cantas bien.

- Yo todo lo hago bien. - Apenas lo dije me arrepentí de inmediato. El destello en los ojos de Chris me confirma que él también pensó mal. - Cómo sea. ¿Qué haces aquí?

- Vine a devolverte esto. - Me muestra mi chaqueta y luego la coloca en una silla. Esa prenda me hace recordar que estoy en ropa interior. Me cubro con mis brazos pero eso sólo hace que él se ría - Oh nena, tranquila. No hay nada en tí que no haya visto antes.

- Já, ninguna de esas chicas se comparan con mi cuerpo. - Para molestarlo, me acerco a él y sus ojos no tardan en recorrer mi cuerpo.

- ¿Qué haces?. - Veo que traga nerviosamente.

- ¿Yo? Nada. - Muevo mis caderas lentamente de un lado a otro y lo miro inocentemente.

- Cariño, no enciendas lo que después no podrás apagar. - Su voz sale un poco ronca y eso sólo hace que quiera seguir adelante.

- ¿Y si quiero encenderlo?. - Paso por detrás de él y le hablo en el oído. -¿Y si quiero encenderte?

- Ten cuidado o te quemarás. - Su voz es aún más ronca y su piel se eriza.

- ¿Y si nos quemamos los dos?. -Me pongo en frente de él y su altura y brazos hace que me sienta un poco intimidada.

No te acobardes. Tu empezaste esto.

Cállate. Tú sabes que soy cobarde en este tipos de cosas.

Hace 2 minutos no lo eras...

No me haces sentir mejor.

No era la intención.

Unos labios sobre los míos hace que mi pequeña "discusión" con mi conciencia quede atrás. Reacciono a lo que sea que está pasando y no puedo evitar sorprenderme al ver que Chris me está besando. Chris me está besando... No me jodas. Le sigo el beso y éste en cuestión de segundos pasa a ser más violento pero no al punto de llegar a hacerme daño o a ser malo. En realidad besa bien... muy bien. ¿A quién engaño? ¡Este man besa de maravilla!. Chris me carga para facilitar el beso, enrollo automáticamente mis piernas a su cintura y no puedo evitar soltar un gritito al sentir como un bulto en su pantalón empieza a crecer. ¡WAO, QUÉ RÁPIDO! Esto se siente jodidamente bien. ¡Oh por Dios! ¡Estoy besando a mi guarda espaldas!.

Nick va a matarte.

Shuuu. Él no tiene por qué enterarse de ésto.

Si él llega a enterarse...

¡Cállate y vete a la mierda! Déjame disfrutar esto.

Pero...

Encierro a mi conciencia en una habitación mental y sigo besando a Chris. ¡Gracias San Pepe Grillo!. Una mano de Chris me sostiene y la otra me recorre el cuerpo; tocándome la espalda de arriba a abajo, el rostro, las piernas, los muslos. Él sigue besándome como si yo fuese una la cura de su enfermedad. Nos separamos por la falta de aire y él pega su frente contra la mía.

- Eres hermosa. - Su voz completamente ronca hace que sienta un pequeño jalón en lo profundo de mi vientre.

- Lo sé. - Respondo con voz agitada, él se ríe.

- Es en este momento en donde te ríes o sonrojas.

- No seré tan cliché. - Chris lanza una carcajada y debo admitir que me encanta. - ¿No estabas molesto conmigo?

- Sí, y lo sigo estando, pero al verte así el enojo se fue a la mierda.- Le sonrío y lo beso pero ésta vez, suave y lento. Por un momento él me sigue el beso pero enseguida se aparta. - No.

Me baja de sus brazos y se encamina hacia la puerta. - ¡Hey!. - Chis se detiene pero no se voltea. - ¿Qué pasa? Íbamos bien... - Él me interrumpe.

- Eres la hija de mi jefe. Eres una niña, tienes 18 y yo 23.

- ¿Y eso qué?. - Me cruzo de brazos y alzo una ceja. - Tan solo me llevas 5 años.

- No, se supone que debo cuidarte, no aprovecharme de ti.

Dicho esto sale dejándome sóla, molesta... y ansiosa de más. Resoplo y ruedo los ojos. Aún en ropa interior, salgo de mi habitación y entro a mi vestidor. Me coloco unos leggins, top deportivo y unos zapatos para correr. Agarro una especie de correa en la cual puedo guardar mi celular y escuchar música mientras corro. Odio ir a trotar con mi teléfono en la mano. Bajo hasta la cocina y lleno un pequeño termo con agua fría. Agarro mis audífonos y, tras comprobar que llevo mis llaves, salgo de mi casa. Me coloco los audífonos, enciendo mi teléfono y pongo mi playlist de canciones. La música golpea mis oídos y empiezo a trotar.

***

POV Christopher.

Joder.

¿Qué fue eso?

¡Es una jodida niña!

Agarro el vaso con agua y me lo tomo en segundos, ansioso. ¿Por qué cojones la besé? ¡Es una niña!. Veo, a través de la ventana, a la chiquilla salir a trotar y decido llamar a Alex. Se supone que hoy vuelvo a trabajar y mira lo que secede. Ayer me quitaron el yeso y, antes la resistencia de mi madre, hoy vine a trabajar. Ya se me era complicado venir y verle la cara después de que haya defendido a su noviecito, ahora va a ser totalmente imposible. ¡Joder, yo y mi maldito instinto!. Llamo a Alex pero me salta al contestador. ¡Genial! ¿Dónde están tus amigos cuándo los necesitas?. ¡Maldito Universo! ¿Por qué tenía que ser a ella a quien debía cuidar? ¿Por qué no me tocó a una niña, o al menos a alguien que no tuviese ese cuerpo y ese rostro? ¡Es como un dulce para un niño! ¡Tiene la jodida palabra "Tentación" en todo el maldito cuerpo!. Un ruido me hace sobresaltarme pero sólo es una llamada de mi teléfono.

Alex.

- ¡Chris! ¡Joder, bro! ¡Tenemos un 3312! ¡Es un jodido problema, Houston!. - Los gritos de mi mejor amigo hace que frunza el ceño.

- ¿Qué pasa?.

- ¡Tienes que venir a mi casa!

- ¿Para...?. - Alex me interrumpe.

- ¡Ven ya!. - Me grita y luego cuelga.

Joder. 

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