I'm Not An Angel

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Bajo del auto de mamá junto a Kay y llegamos al nuevo apartamento. Ya habíamos hecho la mudanza, y solo falta que nosotros estemos allí. De ahora en más, seremos solo los tres. Hace unos días, fue el entierro de papá. Él tenía una enfermedad muy fuerte; a veces no le gustaba salir de la cama, o tocía mucho. La última vez que lo vi, tenía algo en el rostro que no pude reconocer. Mamá me contó que se llama respirador, y se usa cuando alguien no puede respirar bien por sí solo.

Cuando entramos a nuestro nuevo hogar, mamá dice que vayamos a nuestras habitaciones y ella pronto volverá. Seguro tiene que ir a buscar las maletas, así que mi hermanita me toma de la mano y vamos a revisar cómo luce todo. El lugar es luminoso y bonito, pero extraño la otra casa. Era más grande y tenía un jardín donde podíamos jugar. Todavía no entiendo por qué nos tuvimos que mudar, pero mamá siempre nos recordaba que los cambios dan miedo, pero no son malos. Mamá llega y ambos corremos a abrazarla. Sus enormes ojos azules nos observan con emoción, pero no sonríe igual que siempre.

—Vayan a mi habitación, pequeños. Voy a acomodar sus cosas—ordena mientras se pone en cuclillas—. Y mientras esperan… ¡les traje chocolate!—exclama sonriendo mientras saca una enorme barra de chocolate. Ambos miramos el dulce con admiración; hace mucho que no comemos una barra tan grande como esa—. Pero recuerden…

—Hay que compartir—completamos al unísono.

—Ya lo sabemos, mami—continúa Kay con una sonrisa.

Tomo el chocolate y nos vamos corriendo a la habitación de mamá. Nos sentamos en la cama, tiramos nuestros zapatos al suelo y rompo el brillante envoltorio rojo de la barra. Corto un rectángulo y se lo entrego a mi hermanita. Ella sonríe y me da las gracias antes de empezar a comer. Tomo un poco para mí y le doy un gran mordisco. En cuestión de minutos, la barra ya está por la mitad. Hoy seguro no íbamos a almorzar.

—Hermanito—murmura Kahlia mientras termina su partecita de chocolate y se limpia los dedos a chupetones— ¿Recuerdas lo que decía papá?—continúa mientras le entrego otro pedazo.

—¿Qué cosa?—pregunto de nuevo mirándola. Río al notar que tiene un poco de chocolate pegoteado en el labio superior, así que le limpio con la manga de mi buzo.

—Lo que nos dijo… eso de que nos mantengamos juntos—responde y sigue comiendo más chocolate— ¿A qué se refiere?

La miro un poco confundido y pienso— ¿Viste cuando te defiendo en la escuela cuando intentan molestarte?—ella asiente y murmura un sí—. Algo como eso.

—¿Estarás siempre conmigo, Mikey?—vuelve a preguntar con una sonrisa.

—Claro que sí, Kay—afirmo imitando el gesto—. Eso nunca va a cambiar.

—¿Juntos siempre, hermano mayor?—levanta la mano derecha y me doy cuenta de lo que quiere hacer. Dejo la barra de chocolate en mi regazo y levanto la misma mano para entrelazarla con la de ella.

—Juntos siempre, hermanita.

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La secundaria no es tan mala como creemos. Calum, Luke y yo la pasamos de maravillas. Obviamente, la parte de la tarea y estudiar no es lo que más nos entusiasma, pero al menos estamos juntos. No lo sé, pero siempre encontré este lugar una tortura, pero ellos me lo hacen leve de alguna forma.

Mientras Luke y yo caminamos hacia la cafetería, vemos que se ha formado un tumulto de gente a unos metros de donde estamos. Risas y gritos se oyen de allí, y podemos distinguir que son los jugadores de rugby por sus llamativas chaquetas. Algunos se alejan y vemos el motivo de su disfrute: la simple imagen me destruye el alma. Una chica de casi nuestra edad, sentada en el piso con las rodillas comprimidas mientras mira a los deportistas con miedo. Trata de agarrar un libro, pero uno de ellos lo toma y lo coloca fuera de su alcance.

i'm not an angel ☮ clifford (through the dark oneshot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora