PROHIBIDOS. - DANIEL RIBBA.

cinco.

las peleas con Cande eran cada vez más y yo ya no la soportaba; quería controlarme y eso ya no me gustaba.

—¡basta, Candela! ¡me cansaste, flaca!— exclamé enojado pasando mis manos por mi rostro. —¿no te parece que esto ya no da para más? no hay amor entre nosotros.— suspiré pesadamente tratando de controlarme, no quería decir nada fuera de lugar.

—Dani, yo te amo, boludo.— acotó ella con los ojos llorosos, a lo que yo me limité a negar con mi cabeza.

—no, Cande, esto no es amor.— la miré fijamente. —yo no siento más amor por vos.— expliqué sincero. —no quiero mentirte.— confesé. —esto no da para más. —dije caminando hacia la puerta principal. —nos vemos.— finalicé para luego irme.

[...]

otra vez volvía a ir con Mariana, su cuerpo me volvía loco, su perfume, su sonrisa, todo de ella me volaba el bocho.

la miré detenidamente, sus facciones eran tan hermosas que cualquiera se enamoraría de ella.

—Mar.— la llamé con un poco de nerviosismo, la ya nombrada me miró con ternura.

—¿sí, Dani?— se cruzó de piernas mientras dejaba su celular a un lado.

—creo que estoy empezando a sentir cosas por vos.— confesé de manera sincera.

Mariana iba a responder pero la puerta sonó, interrumpiendo nuestra charla.

me levanté del sillón y me encaminé hacia la puerta para luego abrir la misma, encontrándome con Candela.

hola, volví.

30 votos y actualizo