Un día T/n (lease Tania) iba caminando por la calle cuando se encontró con un perro muy raro llamado Jymin y le adoptó. Lo que no sabia es que era un humano.
Cualquier parecido con la realidad es realidad (me paso el otro día)
¿Cómo puede ser tan idiota...? -T/n (Tania) estaba enfadada con su hermano James Shushi porque otra vez se había metido con su grupo favorito de kpop- ¿Cómo puede ser capaz de confundir a los exos esos con mis niños preciosos? Ya quisiera "Wolf" parecerse en algo a "No more dream" JÁ
Pero por desgracia, sus padres le habían obligado a cuidarle así que le tenía aguantar quisiera o no (los 20 euros del mes no eran suficientes después de esto). Y desde que había llegado con sus maletas de Superman no había dejado de molestar. Y ella tenia muy poca paciencia.
"¿Por qué te gustan los chinos esos si son todos iguales?" -Preguntó asomándose al ordenador mientras estaba viendo una fancam Yungkok focus. Y justo le había cortado en la mejor parte. Dándose la vuelta y parando el video suspiró sin ganas.- ¿Y tú por que no te vas a jugar al Fortnite y me dejas en paz?
James se fue riéndose con la idea de que había ganado y T/n (Tania) siguió atenta al ordenador.
Ya habían pasado horas de eso y ahora se encontraba bajando por la calle mayor con una loncha de queso en la mano (tenía hambre, ¿vale?) Tenia que hacer unos recados de última hora que eran ir a por una dentadura nueva para su abuela, que se le había caído al comer turrón duro de Alicante las pasadas navidades, en casa de la tía Petunia.
Había ido a muchas tiendas en busca de ello pero no lo encontraba por ningún lado (no es que sea tonta es que no sabia donde comprarlas) así que su última opción era aquella tienda de en frente, con el letrero mas grande y llamativo del mundo: "DENTADURAS PARA ABUELITAS JUBILENGERS"
-Por favor, que aquí las haya. El nombre es bastante revelador... -Entró empujando la puerta con el codo y se encontró de cara con el dependiente. El hombre se parecía a Chris Evans pero en viejo y sonrió para que empezara a hablar.
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-¿Que deseas niña? -Dijo con un ojo mirando para Cuenca y otro para Wisconsin. Ella se ofendió "¿Cuántos años se cree que tengo? ¿Catorce? Tenia quince recién cumplidos. ¡Toma ya!" así que desvío la mirada a los estantes evitando esos orbes penetrantes que estaban dirigidos a ambos lados de la tienda.
-Una dentadura, por favor
-¿Para ti niña?
-Si -No necesitaba darle explicaciones necesarias. Se volvió a quedar mirándole eligiendo el ojo izquierdo y como se movía más que un Jurel del Animal Crossing (Wild World Nintendo TM 2006) recién pescao decidió fijarse en el bigote que seguro que no se había lavado desde que se estreno la primera pelicula de Iron Man (11 años)
-Ay pobre criatura, ¿Quieres un perro de regalo?
Eso la agarró por sorpresa y no le dio tiempo a responder cuando el hombre sacó de debajo del mostrador un perro. Era el animal mas precioso, elegante y despampanante que había visto en su larga vida de quinceañera. Estaba completamente limpio y su pelaje blanco totalmente bien peinado.
-¿Me lo puedo quedar de verdad? -Dijo T/n (Tania) intentando aguantar la emoción que tenia al ver a la hermosa criatura. La cogió en brazos y se sintió como si hubiera ganado la lotería.
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-Claro, ahora es tuyo. Bueno, entonces querías una dentadura ¿No?
Por un momento casi se le olvidaba lo que había venido a hacer ya que estaba muy ocupada acariciando el brillante pelo moteado del perro. Asintió mientras iba a buscar algo en la trastienda.
-¿No tiene nombre?
-No, te dejo ponerle el que tu quieras.
T/n (Tania) pensó en un millón de nombres diferentes que le pudieran pegar el perro y encontró el perfecto para él. Jymin
-Se va a llamar Jymin ¿Sabes? Como mi bias de bangtng -El hombre asintió seguramente sin entender nada y le dejo en el mostrador una cajita con la dentadura nueva. Ella dando el dinero (que le había quitado a su madre porque no tenia suficiente paga) salió a la calle. El perro tembló en sus brazos, mirándola con unos ojos brillantes y grandes.
-Tranquilo pequeño Jymin. Ahora vas a tener una casa.
Si, ella le iba a dar un hogar.
Pero lo que no sabia es que el perro tenía un secreto muy oscuro.
