Una bruja Original en Forks

Capítulo 14

- ¡Evangeline! - la agarró Rosalie - ¿estás bien?

Todos la miraron preocupados.

- Emm...si - parpadeó unas cuántas veces - solo un poco cansada - miró a su alrededor viendo los jarrones destrozados - oh, lo siento mamá, lo arreglaré.

- Tranquila, hija - se levantó y acarició su cabeza - ¿segura que estás bien?

Ella asintió.

- Será mejor que subas y descanses - le miró Carlisle un poco preocupado.

- Está bien - suspiró.

- Yo iré contigo - dijo Rosalie acompañándola hasta su cuarto. Evangeline se puso el pijama y se tumbó en la cama - ¿de verdad estás bien? - la arropó.

- Lo estoy, Rosie - sonrió con cariño - estoy cansada, nada más.

- ¿Y si es por el chucho? Quiero decir,¿y si al final te está afectando?

- No - negó - el hechizo sigue funcionando.

- Está bien - le dio un beso en la frente - descansa.

Rosalie se levantó y se fue mientras Evie se dejaba llevar por el sueño.

Evangeline se encontró en un parque y vio a un hombre sentado en un banco.

- Hola Evangeline.

Ella se acercó y se sorprendió al ver quién era.

- ¿Elijah?

- Hermana - se levantó y la abrazó - me alegro de que estés fuera del ataúd - se apartó y la miró - mirate, sigues igual de preciosa.

Evie sonrió, pero no le llegó a los ojos.

- No te alegras de éste encuentro.

- No si intentas convencerme de ir a New Orleans.

- Sabes donde estamos - dijo mientras se sentaban en el banco.

- Cuando estaba dormida pude ver toda vuestra vida.

- ¿Como es eso posible?

- No lo sé; solo os veía como si de una película se tratase. Y sé que Klaus me quiere allí para ayudarlo con mi poder.

- Es cierto; Klaus se siente traicionado - Evie bajó la mirada - pero tranquila, no sabrá de éste encuentro.

- ¿No me preguntarás donde estoy? - le miró curiosa.

- No; sé que lo harás cuando estés lista. Cuando me enteré por Hayley que mi pequeña hermana la había salvado a ella y al bebé, me sentí conmocionado pero feliz.

- ¿De verdad?

- Claro - la miró - ¿como no voy a estar feliz de que mi hermana se encuentra bien?

- Bueno, Rebeka, Klaus y tú siempre habéis estado juntos - se encogió de hombros - a pesar de que Klaus os durmiera varios siglos junto a las discusiones, seguís unidos. A veces envidiaba esa unión, pero ya no - sonrió.

- ¿Tienes a alguien?

- ¿Como novio? No - negó - pero tengo una familia que me quiere.

- Nosotros somos tu familia y te queremos.

- Lo sé, no quería decir lo contrario - le tranquilizó - pero es allí, junto a ellos donde está mi hogar. Como tú has encontrado el tuyo al lado de Hayley - sonrió pícara.

- ¿Qué?

- Oh, vamos - rodó los ojos - os morís de amor el uno por el otro.

- No sé de que me hablas.

- A ver...¿como dijo Rebeka? - se puso el dedo índice  en la barbilla - así dejarías de tener el palo metido...

- Evangeline - la cortó.

- Vale, vale - levantó las manos aguantando la risa - pero tienes mi bendición si decides estar con ella.

- Evangeline - se puso serio - ¿Mikael ha vuelto a visitarte?

-¿Dices desde que casi me mata? - negó - no, ¿porqué? - se alteró - ¡dime que no le han sacado del purgatorio!

- Por desgracia no puedo. Una bruja llamada Davina lo sacó para controlarlo y así poder matar a Klaus, pero como ya sabrás, nuestro padre consiguió escapar.

- No - jadeó asustada - ahora nos matará a todos.

- No lo hará; Klaus y yo tenemos un plan. No te preocupes por eso - la quiso tranquilizar - solo quería asegurarme de que no te había hecho más daño, y si tu quieres, me gustaría tener más encuentros para seguir viéndote.

- Claro, ¿puedo preguntarte algo?

- Siempre Evangeline, soy tu hermano, tenme confianza.

-Verás, antes de dormir, me e sentido mareada y débil. ¿La bruja que te a ayudado a intentado canalizarme?

- No; no funciona así - frunció el ceño - Evangeline , cuando alguien intenta canalizarnos, nos quita fuerza, pero en tí también puede quitarte poder.

- ¿Estás diciendo que una bruja intenta quitarme los poderes? - se preocupó - pero no conozco a nadie más poderosa que yo.

- Puede que la misma que llevó tu conciencia a ese sitio junto a Hayley y mikael sea la que está haciéndote esto - pensó.

- ¿Y que puedo hacer?

- Investigaré en el grimorio de madre - le dijo - y te prometo que destruiré a quién quiere hacerte daño.

- No, ya tienes demasiado con lo que está pasando en New Orleans.

- Eres mi hermana pequeña, Evangeline. Esta vez no voy a dejarte sola.

Elijah le dio un beso y Evie despertó.