boy with luv ✨ yoonmin

✨ Ú N I C O ✨

El primer amor es sin duda, el momento más importante de nuestra vida, sobretodo porque uno nunca sabe cuándo llega, con quién o cómo, sólo te limitas a darte cuenta de ello y aprovecharlo.

En algunos casos nos lastima, porque no sabemos algunas veces cómo hacer para que funcione correctamente pero incluso no nos damos cuenta que nosostros mismos somos los que nos creamos las limitaciones que día y noche nos atormentan.

“Tal vez no sea muy atractivo. No soy alguien interesante. Nuestros gustos no son los mismos. Viene de una familia económica mejor que la mía. Es un personaje ficticio”

Esa y más cuestiones y autocrítica nos lastima y bueno, nosotros somos los únicos responsables, por no fijarnos en lo que tenemos y nos hace únicos, sino en lo que no tenemos y buscar ser igual a todos los demás.

YoonGi lo sabía, de verdad que sí, pero por más que él y su mejor amigo, Park JungKook, se esforzaran por crear un jodido plan decente para que el hermano mayor de éste último, se fijara en su noble amigo, parecían fallar con la menor distorsión posible, aunque tuvieran planes que iban desde el B hasta la Z.

— ¿Quieren más galletas, mmm?— preguntó el rubio saliendo de la cocina con otra charola llena de galletas en diferentes formas navideñas, en su mayoría renos con una ligera capa de azúcar glas que se deshacía exquisitamente en la boca.

JungKook, en aquel entonces de ocho años, alzó su plato sin despegar la mirada de la televisión dando a entender que sí, quería más.

El mayor rió negando y dejó tres galletas en el plato. Se volvió hacia el pálido de oscuro cabello y con la voz más dulce preguntó.— ¿Quieres más, bebé?

Sus mejillas respondieron primero pintándose de rojo y llevó la vista al plato en el que sus manos descargaban sus nervios, dios, ¿Porqué el Omega tenía que tratarlo así?

No era queja, a él le encantaba ser consentido por el rubio de bonita sonrisa.

Se limitó a mover su cabeza de arriba a abajo, JiMin sonrió enternecido con las acciones de su menor y dejó cinco galletas en su plato. YoonGi lo miró con sorpresa por la cantidad pero JungKook fue el primero en hablar.

— ¿Porqué a él le diste más que a mí?— reclamó con un puchero al final.

JiMin se pasó la charola a su mano izquierda y la alzó un poco para después agacharse un poco y tomar la mejilla de YoonGi con cariño y acercarla a él para dejar un sonoro beso.— Por que él es mi favorito.— volvió a sonreír y acariciar al joven alfa y caminó a la cocina con ese toque coqueto al caminar, en realidad no lo hacía a propósito, pero aún así se robó la mirada y un suspiro de YoonGi.

El observador JungKook no perdió detalle de cada momento.

Para cuando JiMin regresaba de la cocina quitándose el delantal de la cintura, YoonGi estaba rogando a cualquier ser porque se sentara a lado de él, aunque un sofá estaba vacío. Sus plegarias al parecer fueron escuchadas y el rubio se sentó a un lado el él, subiendo sus piernas también.

La noche pasó y ninguno se dió cuenta del momento en el que cayeron dormidos. JiMin fue el primero en despertar, aún estaba oscuro, se iba a levantar para buscar su celular y ver la hora, pero algo no se lo permitió.

Extrañado bajó la vista y se encontró con un YoonGi enredado entre sus piernas, abrazándose a sus caderas y descansando su cabeza en su bajo vientre. Un furioso sonrojo se instaló en su par de mejillas y a su lobo, lo sintió brincar de aquí a allá con emoción.

Con cariño acarició sus cabellos con su mano derecha y con la izquierda delinió las facciones del menor, pero sólo provocó cosquillas en él y restregó su pequeña nariz abajo de su ombligo.