Preguntas.

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Nuevamente actualizando en la madrugada. Espero que les guste este capítulo. 

Recuerden... voten y comente. 


Saludos. 


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-¿Te respondió? – preguntó Akaashi mirándolo con curiosidad, Koshi asintió y sin más mostró el mensaje al doncel mayor quien lo leyó con toda la atención. – Sabe que pasa algo. – dijo esas palabras al aire, Koshi se mordió el labio, sabía que Daichi no era tonto, lo sabía muy bien, además tenía que aceptar que la razón por la cual no quería ver al amor de su vida era sencilla, caería nuevamente en esa trampa y dejaría que Daichi le manejara como si de un juguete se tratara. – No quiero verlo...yo. –

-Lo aceptaras nuevamente sin importar lo que haga ¿Verdad? - le preguntó Keiji mirándolo a los ojos. –

-Lo amo. – confesó Koshi.

Keiji suspiró y pasó su mirada a sus pequeños hijos. – No creo que eso sea amor. – susurró obteniendo la atención del peli cenizo. – oh bueno no se... - dijo luego de replantear sus palabras. - Que sientas mariposas en el aire y que te pongas nervioso... hasta que te olvides de ti mismo... eso no es amor para mí. – Miró a Suga y le sonrió.

-¿Sentiste eso?- Preguntó Koshi un poco curioso ante lo dicho por Akaashi. - ¿Sentiste eso con Bokuto-san? –

Keiji negó. – Para nada. Nunca me sentí así con Kotaro. – suspiró profundamente. –

Antes de conocer a Kotaro yo estaba saliendo con un compañero del colegio, la primera vez que lo vi... Me cautivo y él lo notó. Me ponía muy nervioso cuando me hablaba o se acercaba a mi... Era de mí misma edad además ambos estábamos en el club de Voleibol, con el paso del tiempo empezamos a salir. – Koshi le prestaba atención. – Luego nos graduamos y empezamos la universidad. Éramos inseparables, pero de un momento a otro cambio, era más egoísta, posesivo y yo le dejaba ser. Pensaba que me amaba por cómo me celaba, me hacía sentir bien. Peleábamos y luego nos reconciliábamos de una forma salvaje, sabía que Sakusa estaba con otros, pero no me importaba por que algo me decía que yo era especial. – Keiji se acomodó en la cama, la espalda le dolía. – Perdí el respeto por mí mismo, me dejaba maltratar y abusar...verbal y psicológicamente. Pensaba que él me amaba y que yo lo amaba. Era la costumbre de estar con él, la monotonía. – sonrió triste. – Un tiempo antes de graduarnos tuvimos una pelea. Él estaba con otro, salían mientras yo estaba en casa. No aguante más y le reclame, más el me pegó...Salí corriendo y llegué a un parque bastante lejano, lloraba en silencio y de repente sentí algo muy frio en mi mejilla, alce la vista. Ahí estaba Kotaro. – Keiji sonrió ante el recuerdo.

Esa noche Bokuto se había sentado a un lado del pelinegro, no le preguntó nada, solo espero a que el joven se calmara y una vez eso ocurrió Bokuto se puso de pie, le acarició los cabellos y le sonrió "Alguien tan lindo como tú no debería estar sufriendo" dijo para luego irse. Cuando volvió a casa ya pasa la media noche se dio cuenta que Kiyoomi Sakusa no valía la pena, la casa sola, ni siquiera una llamada, nada. Eso no era amor.

-En menos de una semana ya me había mudado y di por terminada la relación...Sakusa me buscó durante un tiempo y cuando me encontró me trato de llevar a casa obligado. – Narró sorprendiendo a Koshi, recordaba esa vez, Sakusa le había cogido de la mano con intención de retenerlo en el apartamento que antes compartían, sin embargo, nuevamente el de cabellos bicolores apareció y evito que se llevaran a Keiji. De ahí en adelante sus caminos se cruzaron en muchas ocasiones más. – Con Kotaro siempre me sentí tranquilo, querido...Respetado, Kotaro es mi complemento y yo el de él. – suspiró. – Nosotros somos almas gemelas, juntos somos uno solo Koshi, es algo más complejo que nadie puede destruir. – Confesó. – Y eso es lo que quiero para ti. – Miró seriamente al doncel que le escuchaba de manera sorprendida y atenta.

Me cuesta olvidarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora