Preludio

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Me encontraba recostado en mi cama como habitualmente lo hacía durante los fines de semana, con mis audífonos puestos, la música a todo volumen resonaba en mis tímpanos con aquella melodía que ya conocía de memeoria. "Zombie" de Cranberries; tarareaba la canción, comenzando a mover mis manos al ritmo de la increíble melodía.

"In your head, in your head
Zombie, zombie, zombie-ie-ie
What's in your head, in your head
Zombie, zombie, zombie-ie-ie, oh"

Canté hasta que aquella melodía dejó de sonar, comenzando con una nueva, y a decir verdad, mi favorita. "Serendipity" de Park Jimin inundó mis tímpanos con la melodiosa voz. En verdad siempre me caracterizaba por tener este tipo de gustos que iban desde una estruendosa y enérgica canción de AC DC a una relajada y tranquila canción de Park Jimin, mi cantante favorito.

"Just let me love you"
"Let me love, let me love you"

Siempre se me erizaba la piel con esa canción, por algún extraño motivo pensaba que iba dirigida hacia mi. Estaba ridículamente obsesionado con Park Jimin, y es que cómo no estarlo, si cada vez que escuchaba sus canciones un sentimiento nuevo florecía. Cerré mis ojos disfrutando de la canción, aquella canción que ponía a todas horas, desde una ducha hasta un viaje en bus.

La puerta de mi habitación comenzó a resonar, sacandome de mi profunda ensoñación.

- Jungkook, hijo, la comida ya está lista, traje un pastel de tres leches y chocolate como los que te gustan, anda sal de tu cueva. - Habló mi madre del otro lado de la puerta.

- En un momento bajo mamá.

Di un bufido, apagando mi reproductor musical, no sin antes darle un beso a mi fondo de pantalla que claramente era una exquisita fotografía de Park Jimin. Busqué mis pantuflas y me las coloque, aún estaba en pijama.

Había olvidado lo de mi cumpleaños, es decir, no es como si le tomara mucha importancia, era sólo un año menos de vida, no entendía porqué el alboroto y necesidad de una celebración, era absurdo. Mi madre solía decir que yo era aburrido, tan diferente al resto de los adolescentes que comúnmente salían a fiestas cada fin de semana, drogándose o tomando alcohol y llegando a las 3 am después de una larga fiesta de estudiantes. No es que me creyera "único y diferente" es sólo que no me llamaba en nada la atención de socializar ni un poquito, a fin de cuentas los amigos nunca duraban para siempre, triste pero cierto. Y por esa misma razón, mamá no había insistido en realizarme una fiesta, a fin de cuentas no vendría nadie, a excepción de mi primo Jongho, mi padre y mi madre, ellos eran los que siempre me acompañaban y en verdad me gustaba que fuera así, sin escándalo, sin relajo, sólo mamá, papá, Jongho y un pastel de exquisito chocolate.

Bajé con las inmensas ganas de comer un trozo de esa delicia, en serio que mamá sabía cuanto amaba el chocolate. Y como era de esperarse, mamá, papá y Jongho comenzaron a cantar el feliz cumpleaños cuando me vieron bajar por las escaleras. Rodé los ojos pero aún así con una pequeña sonrisa, en realidad me gustaba que pequeñas cosas como estás pasaran.

- Woah, Jungkookie, aún sigues en pijama, deberías cambiarte un poco, es tu cumpleaños debes estar guapo. - Dijo Jongho criticando mi cómoda vestimenta.

- No. Es mi cumpleaños y si yo quiero estar desnundo por la casa, lo estaré, no molestes. - Contraataque, Jongho hizo una mueca de asco ante la posibilidad de observarme desnudo en la casa.

- Bien chicos, hay que partir el pastel, para seguir con los regalos. - Dijo mamá y todos asentimos.

Comenzamos a comer el delicioso pastel que mamá había comprado, a ella nunca se le ha dado concinar repostería así que todos los años hacía lo mismo, un delicioso pastel de chocolate de mi pastelería favorita. Cuando por fin terminamos de comer hasta llenar, papá ayudó a mamá a recoger los platos y ambos regresaron con tres cajas de colores llamativos y un moño en el medio.

- Bien, es hora de abrir los regalos. - Papá me dio dos de los regalos, sonriendo y abrazandome fuertemente. - Uno es de Jongho y el otro es de tu mamá. El mío debes abrirlo al último. - Ordenó y yo asentí restándole importancia.

Comencé a romper el papel envoltorio del regalo de Jongho haciendo que este rodara los ojos ante mi ya esperada brusquedad para abrirlo. Dos discos de Guns N' Roses se encontraban en mis manos, sonreí fuertemente abrazando a mi primo y amigo.

- Cuando fuimos a aquella tienda de música, tú dijiste que te encantaba esa banda y que necesitabas Use Your Illusion I y Use Your Illusion II. Me costó trabajo conseguirlos porque estaban casi agotados, así que feliz cumpleaños. - Sonrió y yo le di las gracias, despeinó mi cabello frotando su mano contra mi cabeza, hice un mohín.

- Bien, ahora abre el mío. - Dijo Mamá, impaciente. Asentí dejando ambos discos de lado y comencé a abrir el envoltorio del regalo de mamá.

Era nada más y nada menos que una camiseta con el logo de Beyond The Scene, una de mis bandas favoritas y donde se encontraba el amor de mi vida Park Jimin. Sonreí midiendo la camisa por arriba de mi cuerpo y abracé a mamá.

- Está preciosa, muchas gracias. - Sonrió y dio un beso en mi mejilla.

- Bien, ahora si, es mi turno. - Papá me entregó su regalo. - No seas brusco y abrelo con cuidado. - Advirtió y yo seguí la orden.

Fui delicado, rompiendo la envoltura claro, pero sin dañar nada de su interior, era algo pesado y con una forma triangular. Terminé de abrirlo y mi boca casi cae de mi mandíbula cuando observé su contenido.

El libro de Caos: la creación de una ciencia era sujetado por mis manos. No es porque fuera un gran lector, en realidad no solía leer mucho si no era por algún trabajo escolar o una lectura necesaria, pero éste libro lo había estado anhelando desde hace tiempo, era el único que me hacía falta para mi colección acerca de las teorías del tiempo, realmente me fascinaban ese tipo de temas. Abracé fuertemente a papá dándole las gracias, me brindó una cálida sonrisa apretando una de mis mejillas.

Las horas pasaron entre platicas y risas, recordando anécdotas de años anteriores; papá y yo fuimos a dejar a Jonho a su casa, dándole gracias de nuevo por el regalo. Al regresar, llevé todos los regalos a mi cuarto, ya era muy tarde y necesitaba dormir, pero aún así la necesidad de leer aunque fuese un sólo parrafo del libro que papá me regaló, creció en mí, y ordenando las demás cosas decidí sentarme en la cama y abrir aquel maravilloso libro.

"Caos - ya un clásico de la divulgación científica- es el relato de una idea que espantó y embrujó a los científicos que se dedicaron a comprobarla. Acabada la lectura de Caos, no se ve el mundo con los mismos ojos."

Me pregunté a mí mismo ¿qué pasaría si por algún extraño motivo pudiese viajar al pasado?. - Sin duda alguna iría hasta donde está Jimin y le daría miles de besos. - Dije en voz alta, soltando una risita, mis mejillas algo cálidas por tan extraños pensamientos. Cerré el libro, poniéndolo en la mesita de noche junto a mi cama y, teniendo en mente aquello, con mis ojos pesados de cansancios, me dispuse a dormir.

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⏰ Última actualización: May 06, 2019 ⏰

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1990 • 지국Donde viven las historias. Descúbrelo ahora