Las Siete Maravillas

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Las brujas regresaron a Los Ángeles para la prueba, se reunieron todos y Cordelia supervisor cada una de las tareas.

"Telekinesis", "Comcilium", "Transmutación", "Adivinación", "Pirokinesis", "Vitalum Vitalis". Michael superó cada una de las pruebas con gracia.

Cordelia y Myrtle temían por lo que sucederá si Michael supera la última prueba.
 

- Y así llegamos a la prueba final. Descensum, pero hoy no te voy a pedir que realices esa maravilla. Hoy te pido que la domines.- Dijo Cordelia.
- Me gustaría que recuperarás a mi querida amiga Misty Day, que perdió su propia batalla en este mismo cometido.-

- Eso es imposible, aquellos que no regresan del Descensum están perdidos para siempre. Son propiedad del inframundo. Jamás se le ha pedido a una Suprema hacer eso.- Replicó Behold.

- No solo es injusto, es un suicidio.- Añadió Baldwin.

- Basta, Cordelia.- Exigió Ariel.
- Tenemos que hablar en privado.-

 
El director y la Suprema fueron a otra habitación, comenzaron una discusión por el aparente sabotaje que estaba realizando al pedirle demasiado al joven Langdon. Michael escuchó su discusión.

 
- Puedo destruirte, así que te sugiero que obedezcas las órdenes, porque sigo siendo tu Suprema.- Dejó en claro.

 
Michael decidió intervenir, abrió la puerta con su magia, miró con neutralidad a la mujer y dijo.

 
- Está bien, traeré a su amiga de regreso.-
 

Los tres regresaron a la sala, Langdon se acostó en el suelo y empezó a recitar el hechizo.

 
- Deduce me in tenebris vita at extremun, ut  salutaret infen... Descensum.- Michael se hundió en las profundidades del infierno.

 
Apareció otra vez en aquel largo pasillo, lleno de puertas que dirigían a diversos infiernos. Encontró la puerta correcta y entró.

Era un laboratorio de biología, identificó a la chica que gritaba y suplicaba que el hombre frente a ella se detuviera. No entendió muy bien cuál era el problema en disecar una rana, pero tenía que cumplir su tarea.

Claro que, después de ver su propio infierno, ya nada lo sorprendía.

Cogió uno de los bisturís que había en la mesa, apuñaló por la espalda al profesor, cortando todo su dorso dejando a la vista sus intestinos y al instante cayó muerto al suelo.

 
- ¿Has venido a salvarme?- Preguntó la rubia con su rostro lleno de ilusión.

 
El chico solo le dedicó una mirada indiferente, en ese momento los ojos de todos los demás niños en el salón se volvieron blancos y de sus bocas salieron ruidos que Misty no pudo descifrar, pero Michael si pudo.

Eran reclamos de los demonios al ver que el Anticristo robaba a sus presas, el joven ignoró las quejas y tomó la mano de la chica.

 
- Es hora de irnos.- Chasqueó sus dedos.

 
Michael despertó exaltado, buscando aire, sin duda estar trayendo gente muerta de regreso le estaba agobiando un poco. Los presentes corrieron a su lado, había regresado, pero Misty no.

 
- Pues se acabo.- Madison se cruzó de brazos.

- No ha sido una prueba justa.- Justificó Behold.

- ¿Qué pasó?- Cuestionó Cordelia.
- ¿Dónde está Misty?-

- No es evidente querida, está donde ha estado los últimos...- Myrtle fue interrumpida por la aparición de la bruja Day.

- Misty, Misty.- Cordelia se inclinó para acariciar a la bruja. - Mi querida Misty.-

 
Los hechiceros ayudaron a levantarse a Langdon, Misty despertó, pero el aspecto de cansancio del joven preocupo a los hombres, pero este alzó su mano indicando que solo necesitaba un minuto para recuperarse.
 

- ¿Estoy...- Misty dudó sobre si en realidad había vuelto a la vida.

- Si, estás a salvo.- Afirmó Cordelia.

- Has vuelto de la perdición.- Myrtle habló.

- ¿Puedes ponerte de pie?- Misty asintió a la pregunta y se levantó del suelo.

 
Cuando la mirada de Misty chocó con la de Michael, ella retrocedió instintivamente. Sabía que había algo muy malo en él, tenía miedo de estar en la misma habitación que él.

 
- Cordelia...- Myrtle vio impactada la sangre que salia de la nariz de la mujer.

- Oh Dios mío.- Exclamó sorprendida.

- ¿Qué pasa?- Misty sujeto la sujeto, Myrtle fue a su lado también.

- Lo que siempre pasa cuando una nueva Suprema asciende, la antigua se desvanece.- Explico el director.
- Exigimos lo que es nuestro.-

- Eres un presumido patético.- Escupió la pelinaranja.

- Hice todo lo que pidieron, descendí al infierno y logre lo que ustedes no. La traje de vuelta y pase las Siete Maravillas, a menos que quieras añadir algo más.- Michael alzó la voz, estaba harto de las pruebas absurdas que le ponían simplemente para posponer lo inevitable.

- No, no hay duda. Tú eres el siguiente Supremo.- Anunció Cordelia.

 
Cuando de repente sintió una ola de poder golpear su cuerpo, la fuerza fue tanta que debilitó a Cordelia lo suficiente para que se desmayará. Michael también sintió la ola de poder, pero para él fue apenas un cosquilleo.

Cordelia creyó que fueron sus poderes abandonado su cuerpo para transpasarse a Michael.

Michael supuso que estaba robando la vitalidad de Cordelia.

Lo que ninguno de los dos sabía era que ese poder fue causado por alguien más.

La fuente de ese poder fue (Tn), al alcanzar su máximo potencial y romper el hechizo que habían puesto Ariel y Baldwin en ella.

El Diablo En Mi •Michael Langdon X (Tn)•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora