Invisible

*Narra Valentina

Quizá esté rodeada de mucha gente y la casa esté siempre llena de personas, pero ¿alguien realmente me ha escuchado?.
A veces solo me siento en la entrada de mi casa, en ese mismo sillón cómodo con vista hacia el jardín, todos pasan cerca de mí y yo solo trato de disimular mi tristeza. Tal vez la gente piense que es normal, al menos mis padres lo ven de esa forma, ellos siempre han tratado de que yo sea perfecta, mi madre solo trata de ver mis errores y cuando ocurre algo, la que tiene la culpa soy yo, mientras tanto mi padre solo asiente a todo lo que mi madre ordena.
-Mañana ya es tu cumpleaños Val, a ver si ya maduras- dice Guille mi hermano con una gran sonrisa en la cara
-Si, claro- asiento tratando de alejarme de él ya que siempre está molestandome con eso por que él es mayor que yo y piensa que soy tonta o boba, realmente tenemos una buena relación pero aún así a veces es un poco grosero conmigo y no me escucha totalmente.
Sigo mi camino hacia la camioneta negra estacionada frente a la puerta principal y me subo, pidiéndole a Alirio me lleve a cualquier parte.
-conozco un parque muy bonito señorita, ¿quiere que la lleve ahí?- pregunta Alirio un poco entusiasmado
-Claro, trataré de pensar ahí y caminar un rato para distraerme- sonrió mirándolo
Me bajo dirigiendome hacia una banca que se ve bastante fresca y cómoda, no me queda mas que mirar a toda la gente pasar y sacar mi pequeña botella llena de licor para tratar de olvidar lo invisible que soy.

*30 min. Después
Ni siquiera me he dado cuenta que ya estoy un poco ebria, trato de levantarme pero no puedo, entonces siento unas manos tocando mi brazo
-¿Señorita estás bien?- escucho una voz un poco grave pero delicada a la vez
-N..o...No- trato de levantarme pero sigo sin conseguir hacerlo
-Creo que no, ven te ayudo- y siento como coloca mi brazo sobre su hombro por lo que trato de aferrarme un poco a ella, es entonces cuando la miro
- Eres m...u... Mu...y  bo..bonita- dije sin pensarlo y sin apartar mi vista de esos ojos color chocolate oscuro llenos de una gran  sensualidad y misterio , por dios sus labios se ven tan suaves y gruesos que... Valentina por dios ¿qué estás pensando? A tí no te gustan las chicas, o sí?
-Ja.. Gracias- dice un poco sonrojada
-Vienes en ésta camionetota?- pregunta un poco asombrada
-Mmm.. Si -
-Señorita Valentina, ¿está bien?- se acerca Alirio y me quita de los brazos de la chica misteriosa
-s..sip- menciono un poco pícara.
-La encontré en una banca y mejor la acompañé hacia aquí, la verdad la ví bajar de la camioneta, ya un poco mal, así que creo que estaría bien llevarla a su casa- menciona un poco preocupada, aun que creo que es la primera vez en la que alguien se preocupa por mí
-Si v..en..ven con..conmigo- digo tratando de juntar mis manos y poner esos ojos de perrito regañado
-Yo creo que lo mejor es que la lleve a la casa señorita- Interrumpe el chofer nuevamente tratando de subirme a la camioneta, bajo la mira y asiento
-Es...espera ! ¿Cómo te llamas?-
-Juliana !- sonrié de oreja a oreja burlándose un poco de mí
-Un gusto Juliana, yo soy Valentina y espero verte otra vez- digo sin titubear fingiendo que no estoy tomada, la veo alejarse y la camioneta comienza a avanzar, suspiro un poco y trato de dormir.