Los amores que nunca tuve

Amor Platónico (parte 2)

Desapegarme de Javi me costó algo de trabajo, pero creo que si no hubiese sido por Teresa Velarde, hubiera tardado más tiempo en "superarla".

Yo siempre he sido una persona sincera, a veces brutal, pero honesta. Y en un principio, antes de conocernos a fondo Tere y yo, resulta que no le caí muy bien, hasta me bloqueó y yo ni enterada. Supuestamente se molestó por algo que le dije en plan broma, pero ella lo tomó en serio, además de que se sintió mal porque varias chicas se rieron.

Lo bueno es que después comenzamos a hacer video llamadas por Skype y a hablar por chat privado. Puedo decir que formamos una amistad muy bonita que poco a poco fue tomando otra forma. Algo más que una inocente amistad. Un rumbo para nada desconocido.

Una ocasión en la que hicimos Skype, Valen, Sam, Mar, Tere y yo, todo eran risas e incluso palabras con doble intención, pues Sam y Mar eran pareja en ese tiempo y junto con las otras bromeábamos diciendo "Pongan las manos donde las podamos ver" o "no hagan cosas frente a nosotras, por favor".

El ambiente era muy bueno, pero jamás imaginé lo que vendría después. Al finalizar la video llamada, Valen comenzó a hablar conmigo y no sé pero sacó al tema a Teresa, y preguntó si me gustaba. No me acuerdo qué respondí, pero pasaron pocos días y Tere me envió mensaje diciendo que tenía algo importante que decirme. Y eso importante era confesarme que yo le gustaba, "Me gustas" "no quiero que pienses que abusé de tu confianza, porque eres mi amiga".

Por supuesto que Tere me gustaba, en ese momento encajaba perfectamente conmigo y hacía latir mi corazón tan fuerte que llegué a pensar que un día se saldría de mi pecho. Recuerdo bien que lo que más me gustaba de ella era su sonrisa y su piel morena, ah y también cuando se reía. "También me gustas, Tere".

Ella estudiaba audiovisuales en la universidad de Toulouse Lautrec, y a juzgar por todo el tiempo que estuvimos en una relación, puedo asegurar que es buena en lo que hace.

¿Y ahora qué, qué es lo que sigue? Tener una relación a distancia era complicado, difícil y hasta cierto punto dolorosa. Le había preguntado a una amiga qué se sentía tener una relación así, ¿cómo era o qué es lo que pasaba?; "No lo hagas, es lo peor, vas a terminar hecha mierda". No me importaron sus palabras. Lo hice. Me arriesgué y fui con todo.

Pasé planeando un mes entero cómo iba a pedirle que fuera mi novia, y sentía que debía de hacer algo grande o por lo menos especial. Algo diferente y fuera de lo común, porque a mí me gustan las cosas así. Además pedirle a una chica que sea tu novia mientras las separan kilómetros y kilómetros de distancia no es fácil.

Decidí hacerle un video, escribí algunas cosas y elegí imágenes para ponerlas en el video. Mar me ayudó a hacerlo y entonces, un 7 de Junio del año 2016, le envié el video por correo. Su reacción no la pude ver, pero lo importante es que al final ella dijo que sí.

Todo era tan bonito, ya saben, mensajes súper cursis, desveladas largas, hablando horas por teléfono; y luego... la tuve que cagar.

No estoy orgullosa de lo que hice, fue horrible y es algo de lo que me arrepiento todos los días de mi vida. Pues lastimé de la peor forma a quien amaba en ese entonces. No puedo perdonármelo aún, y es el peor demonio que llevo cargando desde ese día. Todos los días me pesa y cada algo mal sale, siento que es el karma de lo que hice...

Cuando me dieron los resultados del examen de admisión para la universidad, y supe que era seleccionada, ¡le dije a todo mundo! Y entonces Kat, una amiga de la vocacional, me invitó a una fiesta de universitarios para celebrar el regreso a clases y, en mí caso, celebrar mi ingreso.

Era la primera fiesta a la cual iba sola y con personas de mi edad. Ahí después de unos cuantos vasos de cerveza, entablé una conversación con un chico. Yo empezaba a sentirme mareada, pero hice caso omiso a las señales que mi cuerpo enviaba. "¿Quieres más?" me preguntó el chico, a lo que dije que sí. Entonces se supone que él fue a servirme otro trago de cerveza pero... "Ya no había cerveza, pero toma de este". No me acuerdo lo que era, me dijo el nombre y sabía raro, pero lo tomé. Después comencé a sentirme muy mal, mareada y todo me daba vueltas. Supuse que era el alcohol, así que fui al baño y saliendo, ese chico estaba afuera de la puerta esperando a que saliera. De un momento a otro, me encontraba contra la pared y él estaba besándome de una forma bruta "vamos al cuarto". Yo le dije que no, pero mi cuerpo no me respondía y tampoco me di cuenta cómo pero ya estaba recostada en la cama con él encima de mí. "Tengo novia" fue lo que pude decir y no respondió. A él le valió pura madre.