«Notice Me, Hyung» [Yoonseok]

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Esto no termina hasta que mi vida esté acabada...

Te quiero, pero no quiero hacerte más daño.

Comprendeme...mi vida es mucho más dura que la tuya.

El estar en "vacaciones" le estaba desesperando, tanto que entraba al salón de trabajo y continuaba con algunos trabajos pendientes, volviéndose a romper la cabeza, estresandose, quedando a altas hora de la noche-madrugrada trabajando, porque así era su vida, trabajar, trabajar, trabajar, y claro, pensar en morir.

Cuanto antes, mejor.

Golpeó la mesa de trabajo y se levantó de golpe, agarrando su pelo y jalando de este bruscamente, provocandose un dolor de cabeza, que se marcarán las venas de su cuello y brazos. Cuando algo no le salía bien se volvía loco, todo su trabajo tenía que ser perfecto, sin errores, con las mejores críticas, pero sin siquiera salir de su casa a su empresa le estaba provocando hacer todo mal.

Pateo una mesa donde tenía varios objetos los cuales se cayeron por el golpe, agarró su camisa y la apretó arrugandola con fuerza, apretó los dientes.

Eres un inútil.

Se tambaleaba de un lado a otro, salió de la sala de trabajo hacia el baño, mesiendose de un lado a otro, pasando sus manos por todo su torso tirando gruñidos.

Débil.

Abrió la puerta del baño azotando esta haciendo que el ruido del golpe retumbara en casi toda la casa. Entró y se posicionó frente al espejo donde se miró con odio, desprecio, asco.

Eres un asco.

Con sus pocas fuerzas intentó quitarse el cinturón de su pantalón, mientras lo hacía apoyó su frente contra el espejo, jadeaba, gruñia, sudaba, quitó el cinturón y lo miró.

Yo aguante más que tú pedazo de mierda...

No lo pensó, guió del cinturón al alrededor de su cuello y cerró sus ojos, suspiró, tenía miedo, miedo de la vida, miedo de las personas, miedo del trabajo, miedo de si mismo, junto con el odio, desprecio, asco. Suspiró y antes de que siquiera pudiera haber apretado el cinturón en su cuello, sintió unos brazos rodearlo por la cintura y un rostro apoyándose en su nuca, aflojo el agarre del cinturón.

—Sueltame....-mandó el mayor.

—Deja el trabajo.-respondió el menor.

—Sueltame..

—Porfavor Hyung.

—¡¡Sueltame maldita sea!!

Hoseok soltó a Yoongi  lentamente alejándose un poco de él, no tenía esa expresión que siempre ponía al ver a Yoongi en ese estado, su expresión era seria, pero por dentro se estaba destrozando, sí, estar con Yoongi le dolía, ya que tenía que soportar todos sus arrebatos, pero ahí estaría, claro al menos en el tiempo que su trabajo le permitiera.

Yoongi volteó hacia Hoseok con expresión dura, ojos sin brillo, ceño fruncido.

—Vete es mi maldita casa...

Hoseok jadeo ahogadamente, sentía sus lágrimas asomar sus ojos, su corazón comenzó a latir con fuerza, se mordió el labio.

—Yo...-quiso hablar Hoseok.

Yoongi salió del baño rumbo a su habitación, detestaba ser así con Hoseok pero enserio no lo quería dentro de su asquerosa vida, no cuando quería terminar con ella.

Hoseok no dudó en seguirle de cerca, no se confiaba de nada, no después de lo que había hecho Yoongi. No lo soportaría.

No soportaría verlo de nuevo lleno de sangre, con los ojos cerrados si no fuera sólo para dormir, no soportaría vivir sin él, sin su amor de universidad.

Yoongi abrió la puerta de su habitación entrando en esta, Hoseok iba hacer lo mismo si no fuera porque sintió la fría madera estampar contra su cara golpeando fuertemente su nariz, retrocedió rápidamente posando sus manos sobre su nariz, cerró fuertemente sus ojos por el dolor. A Yoongi nisiquiera le importó golpearle con la puerta, simplemente se escuchó el seguro ser puesto desde el otro lado de la puerta.

Hoseok miró hacia la puerta, se acercó a esta y se sentó a un lado, abrazando sus piernas y escondiendo su rostro entre estas.

Sería fuerte, por Yoongi.

«Te amo hyung...»