Capítulo 10

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Caminamos con tranquilidad hacia una de las cabañas la cual era un pequeño comedor, pues era el punto donde todos los alumnos nos reuniriamos para iniciar las actividades. Al llegar, pude ver que éramos de los primeros en reunirnos. Se me hizo extraño pues mi puntualidad no es tan buena que digamos. El profesor estaba sentado en una banca hecha de madera mirando su celular, aguardando a que los demás llegasen para dar inicio a lo que tenía planeado el día de hoy.

—¿Qué creen que hagamos hoy?— preguntó Gyu con un tono de voz emocionado.

—Ojalá nos llevaran a montar cuatrimotos, así podríamos tener unas carreras y el perdedor nos invita unas cervezas— Contesté divertido

—No suena mal tu idea, L. Pero lo más seguro es que nos lleven a catalogar plantas o algo así— Contestó Yeol

—Nah, no creo que hagan catalogar plantas… O ¿Si?— Respondió Nam, con rostro preocupado al pensar en eso.

En poco rato mientras seguimos hablando llegaron los demás compañeros, el maestro guardo su celular y empezó a hablar.
La actividad consistia en ir a inspeccionar una cueva, solo nos advirtió que tuviéramos cuidado y que cuidaramos de nuestros compañeros.

Emprendimos nuestro rumbo hacia las cuevas, en el cual cuando llegamos a la cueva la entrada era un poco grande. Al ver hacia dentro de la cueva se podía notar que parte del trayecto estaba obscuro, y más adelante se veía una intensa luz. Inmediatamente se me vino a la mente lo que dicen cuando mueres, que al final del túnel, hay una luz.

El profesor nos dió la orden de juntarnos con nuestra pareja y que nos formaramos en fila, y así nos adentramos en la cueva, y pude notar que el aire se hacía más húmedo y frío, haciéndome temblar un poco. Miraba el suelo de vez en cuando pues, era irregular y lleno de piedras con las que te puedes tropezar.

La luz se hacía cada vez más intensa, obligándome a mirar hacia abajo y tapar mis ojos con la palma de mi mano. Sin darme cuenta, choque con mi compañero de enfrente haciéndole quejar e inmediatamente me disculpé. Quité la mano de enfrente de mis ojos, los cuales ya estaban acostumbrandose a la luz y miré hacia enfrente. Mis compañeros habían dejado de avanzar y se dedicaban a observar por todos lados aquella cueva. Por curiosidad miré hacia arriba y pude notar que en el techo de la cueva había un agujero, en donde podía ver el cielo azul y la luz del sol entraba.

—¡Wow! Esto es increíble—dije emocionado a lo cual Nam me miró y sonrió
—Nunca había entrado a un lugar así —contesto con una gran sonrisa —solamente lo había visto en libros y películas pero nunca creí verlo en la vida real

Seguimos mirando a nuestra al rededor, se podría ver la forma de las rocas, también algunas plantas que salían de estas, así como varias raíces y pequeños charcos de agua. El maestro dio autorización que podríamos tomar todas las fotos que quisiéramos, solo nos dió unos minutos, yo únicamente tome algunas, después le tome una una foto a Yeol que se veía tan alegre y muy sorprendido por lo que veía.

—Atención chicos iremos un poco más adentro de la curva hasta dónde se nos permite pasar, les advierto que el camino es un poco peligroso así que tengan mucho cuidado

Todos guardaron sus teléfonos y seguimos caminando, gracias a luz se notaba el camino en donde íbamos y el maestro tenía razón, era un poco angosto y había mucho más piedras con la cuales te podrías resbalar muy fácilmente, Nam se acercó más a mi y rodie su hombro con mi brazo

—Ten cuidado—le dije en el odio

Nam sólo asintió y seguimos caminando, pero de repente resbaló, por impulso el se sujeto de mi pero ambos caímos, lo rodie entre mis brazos, el golpe no fue tan  fuerte pues cai sobre el.

—Nam… ¿Estas bien?

—Creo que si

Me levanté para ayudar a Nam cuando miré hacia arriba vi a Yeol que me miraba molestó pero al mismo tiempo preocupado.

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Hola!
Este capítulo lo iba a publicar desde hace unos días pero hasta ahora lo estoy publicando.
Nos leemos en el siguiente capítulo... saludos.

Solos tu y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora