C a p í t u l o tres

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Las manecillas del reloj no estaban a mi favor. La lentitud con la que avanzaban no hacía más que desesperarme, y el café a medio terminar que reposaba en mi escritorio pasó a ser el blanco perfecto de mis maldiciones. Desconocía si era por el café, el insomnio de estas semanas o la multitud de pensamientos acumulados, pero dormir no parecía estar en mis planes aquella noche. No paraba de darle vueltas a la posible relación entre Yoongi y Hoseok y de qué tipo sería. Esos fueron mis últimos pensamientos antes de caer rendida en la cama de una vez por todas.

***

Caminé todo lo deprisa que pude. En el trabajo, acostumbraba a llegar con antelación. El instituto era otra historia. Vi un par de alumnos delante mío, por lo que aún tenía esperanzas de no llegar extremadamente tarde.

Pude entrar por los pelos, y ya me encontraba dirigiéndome a la clase que ponía en el papel. Era mi segundo día en aquel instituto y aún no me ubicaba del todo. Hice todo lo posible por cambiarme de preparatoria en cuanto me mudé hace unas semanas y por suerte aquí podría tener amigos como Mina Myoung, mi antigua vecina y mejor amiga. Nuestros caminos se separaron cuando entramos en el instituto y se mudó pero mantuvimos siempre el contacto, ahora nos encontraríamos en la misma institución.

Cuando finalmente encontré la clase correspondiente, los pasillos estaban desiertos y yo llegaba más tarde de lo que ya hacía. Toqué la puerta un par de veces. Escuché como una voz me daba permiso para entrar y eso hice.

Intenté buscar a Mina entre las miradas furtivas de mis nuevos compañeros, tardé poco en encontrarla. Sentí los ojos de todos en mi durante segundos, quizá minutos, para mí horas. Algo hizo que dejasen de mirarme, alguien. Me sentí eternamente agradecida aún sin mirar quien era, por el simple hecho de desviar la atención de los demás sobre mí.

--¿Otra vez tarde, Min Yoongi?- debido al tono hastiado del profesor deduje que era costumbre la impuntualidad.

Abrí los ojos como platos y el corazón se me aceleró por momentos. De todas las instituciones y personas que podían haber en Seúl no esperaba compartir instituto con Yoongi, mucho menos clases, y más pensando en que ayer no lo vi, ¿quién falta incluso el primer día de clase?

Ante la duda sobre si voltearme o no, decidí ir a sentarme en el sitio que Mina guardaba para mí a su lado. Una vez sentada me atreví a dirigir la mirada hacia Yoongi para inspeccionarlo. La verdad es que a pesar de su cara de niño era guapo. No estaba usando el uniforme, iba de negro casi al completo, pero le sentaba bien. Su presencia era fuerte y notoria, pero pude observar que era bastante bajito para tener esa impresión en los demás. Su tono y arrogancia ayudaban, o tal vez yo era la única un tanto intimidada, no por él, sino por el misterio que rodeaba todo lo relacionado con Yoongi. Sin saber porqué, era inevitable para mí analizarlo.

Yoongi se dirigió a su sitio, y yo seguí con la mirada cada uno de sus pasos. De repente todas aquellas incógnitas que me devoraban la noche anterior volvieron. Quería saberlo todo de aquel chico, había despertado en mi una curiosidad abrumadora.

--Ese es Min Yoongi, el chico misterioso de la clase, no habla con nadie nunca, y poco se sabe sobre él. --Las palabras de Mina al notar mi extremo interés hicieron que me avergonzase por hacerlo tan notorio.

Mina despertó aún más la curiosidad que sentía respecto a aquel chico.

--¿Nadie? ¿no tiene amigos? ¿algo?

--Nadie. Sori, ten cuidado con él. Se nota tu interés a leguas.

La cara de preocupación de Mina me sorprendió. Me ruboricé levemente por lo que había dicho y negué automáticamente con la cabeza. Preferí no contarle que ya nos conocíamos.

***

Intenté evitar cruzar cualquier tipo de mirada con Yoongi todo el día, o por lo menos evitar mirarle de más...fue casi imposible. Las palabras de Mina aún seguían en mi cabeza. Desde luego lo que yo sentía no era interés por él, sino curiosidad, y eso lo tenia muy claro.

Por lo que había visto Yoongi era tan solitario en el instituto como aparentaba en la calle. Mina me había dicho la verdad, aunque él parecía reacio a cualquier tipo de relación con alguien. ¿Que le habría pasado para ser así? Tenia mil y una preguntas que no hacían más que enardecer la intriga y las ganas de acercarme a él. Recordé la imagen de un Yoongi vulnerable en la esquina de la cafetería.

Quizás acercarme a Yoongi no es tan mala idea como pensaba, quizás el no está solo por elección propia.

***

Yoongi no apareció por el instituto durante los siguientes días, tampoco por la cafetería el fin de semana. Algo dentro de mí hacia que lo buscara por los pasillos con algo de esperanza, pero aquel día parecía que tampoco aparecería por el instituto.

-- Sori, eh, Sori...¡Sori!

Pegué un pequeño bote al oír la voz de Mina llamándome, había estado hablándome sobre alguna cosa de la que vagamente conseguí enterarme, pero yo no estaba atenta y ella pareció notarlo.

--¿Te pasa algo? Te noto en Júpiter, si vas a ignorarme por lo menos dime cual es la causa. --Por suerte, Mina no se lo tomó mal, pero no sabía que decirle porque no podía hablarle de Yoongi, ella me advirtió y no quería verla preocupada, además yo no entendía por qué seguía rondando por mi cabeza aquel chico.

Después de un minuto en blanco en el que me limité a mirar mi almuerzo en busca de inspiración para una buena excusa mientras Mina me miraba expectante, conseguí abrir la boca, pero al alzar la cabeza no pude articular palabra alguna.

Lo vi, pensaba que no se presentaría, pero me equivocaba. Aún así lo que me sorprendió no fue su presencia. Su pelo, que era bastante oscuro, pasó a ser rubio, y gracias a eso ya no resaltaba tanto la palidez en la que me fijé cuando lo vi por primera vez. Entre toda la multitud que se formaba, definitivamente él destacaba.

Cuando me percaté de que lo estaba inspeccionando más de la cuenta y de que Mina empezaba a mirarme de manera inquisitiva decidí disimular lo mejor que pude, pero eso nunca se me había dado bien y menos con mi mejor amiga. Ella dirigió la mirada a donde yo me había quedado observando con anterioridad.

--Es Yoongi, ¿no? - el suspiro que acompañó esa pregunta me dejó claro que no le gustaba nada aquel chico. Me ruboricé al instante.

--¿Quién? - opté por hacerme la tonta. - No, no, verás, yo...

--Tú llevas todo el día pendiente de algo o alguien el cual no me quieres decir, y ese es él. --  señaló a Yoongi de manera indiscreta interrumpiéndome, lo que me puso más nerviosa aún.

--Mina ya me conoces por favor, no digas tonterías. Ya sabes que yo no estoy para esas cosas...--me miró no muy convencida-- además, no me van rubios.

--No sé en que estarás pensando Sori, pero sea lo que sea, olvídalo. No vas a conseguir nada de ese chico. - noté algo raro en su voz, no supe distinguir si era preocupación o algo más allá.

A pesar de las múltiples advertencias por parte de mi amiga, sentía que algo no andaba bien, la gente no está sola por elección propia, o por lo menos no la mayoría.

¿Y si realmente él no ha escogido estar solo? ¿Tan malo es tener curiosidad?

Algo en mí no paraba de hacerse preguntas, y yo como cabezota que era, quería respuestas, y cuanto antes, mejor.

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Como veréis he retocado algunas cosillas de lo que ya había publicado anteriormente, soy muy indecisa y siempre noto la necesidad de cambiarlo todo para perfeccionarlo. Aún así, espero que os guste lo que está por venir, porque a partir de ahora serán capítulos que no he publicado antes. Enjoy! 🖤

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⏰ Última actualización: May 13, 2020 ⏰

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