мy sωєєτ ∂єєr || ƒαทƒicτiσท rσвв sταrк || GOT

50

Jaime Lannister se escabulló entre las tiendas, en busca de su sobrina, el alboroto aumento y los gritos de parte de los soldados empezaron a correr “¡El Matarreyes escapó!”

Jaime localizó escondido detrás de unos árboles la tienda de su sobrina vio a los dos soldados que Lyra Payne le había dicho, estarían custodiando la entrada.

No le preocupaban podía desarmarlos en cuestión de segundos, se lanzo contra uno de ellos y el otro  ni siquiera desenfundo la espada, el Matarreyes lo apuñalo con su propia daga y el siguiente a penas logro hacerse con el arma cuando  el León Lannister lo pateó provocando que cayerá al suelo, enterró el cuchillo en la garganta expuesta, la sangre empezó a brotar del agujero que dejó el filo del arma, el joven que no era mayor a él cuando fue nombrado caballero por el Rey Loco, murió en cuestión de segundos tiñiendo el pastizal de rojo.

Sin remordimientos Jaime limpió la hoja de la daga en sus ropas raídas y sucias e ingreso dentro de la carpa.

El maestre Cailin estaba ahí junto a su sobrina.

Lyanna tenía una daga en la mano derecha, los nudillos blancos le hacían ver la presión que le daba a la empuñadura, un ciervo coronado de cornamenta dorada y un lobo huargo en plata.

—Jaime Lannister, el Matarreyes. —hablo con una sonrisa sin una pizca de temor o miedo el anciano.

Era la primer vez que él lo veía pero ya quería borrarle aquella sonrisilla socarrona de la escuálida y arrugada cara.

—Lyanna, soy yo, tú tío Jaime. —le hablo a su sobrina que tenía una mueca de dolor y tristeza pronunciada.

Jaime nunca había visto a su sobrina así, su aspecto delgado dejaba ver una barriga hinchada a pesar del camisón holgado que traía puesto.

Lucía igual que su madre Joanna cuando estaba esperando a Tyrion, su hermano menor.

Jaime pensó lo peor, dio un paso adelante pero eso solo provocó que el viejo acercará los delgados y arrugados labios al oído de su sobrina ordenandole  que está alzará la daga, amenazándolo.

—Ella hace lo que yo le digo, así que mantenga su distancia, Matarreyes...
—Jaime soltó un bufido y dio esa media sonrisa característica en él.

—¿O qué? ¿La obligaras a matarme? ¡No me hagas reír anciano decrépito! —le gritó.

—No, le diré que se raje el vientre, se saque el maldito feto que le crece dentro y se lo trague. —declaró el viejo sin culpa ni duda en la voz y Jaime dejo de lado las fanfarronerias y bajo la daga al suelo.

—¿Qué es lo que quieres de mi sobrina? ¡Dime! ¿Por qué le has hecho esto? ¡Sabes que tarde o temprano  Tywin Lannister vendrá por ti y te hará pagar por todo el dolor que le has provocado a su nieta! —exigió saber.

—El dolor ¡Oh el dolor! ¡Amigo mío! ¡Jamás me ha abandonado! Pero lo valdrá cada segundo, de cada maldita hora, sabré que le quite el dulce ciervo a los Lannister como ellos me quitaron a mi amada hija y entonces estaremos a mano y lo demás no importará. —dijo el maestre dejando a Jaime confundido. —¡Ahora, querida Lyanna! Es hora de acabar con tu pena, rajate el vientre y comete a tu hijo.

—¡No! —grito el Matarreyes corriendo hacia su sobrina, está a penas había logrado herir superficialmente la piel del abdomen.

Jaime sintió la apuñalada en la espalda, el dolor lacerante hacerle respirar entrecortado, su sobrina lo había apuñalado y estaba dispuesta a enterrarle nuevamente la daga esta vez en el abdomen hasta que él se armó de valor y puso su enorme mano en la boca y nariz dejándola sin aire, ahogandola.

Ella cedió, desmayandose en sus brazos.

—¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Jamie Lannister está aquí! —escucho Jaime al anciano gritar por ayuda.

Jaime se levantó del suelo y tomo la daga de Lyanna, corrió hacia el anciano pero solo logro apuñalarlo ligeramente, pues muchos soldados lo rodearon tomándole de los brazos y arrastrándole lejos.

—¡Qué no ven! ¡Él intento matar a mi sobrina! ¡Sueltenme! —no hubo más gritos de su parte, uno de los soldados le golpeó la sien con una roca.

Espero lo disfruten❤️
¡Los Leo!