Prólogo

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Dicen que la vida de un forajido es genial, consiguen dinero sin necesidad de trabajar cada día, sin necesidad de que alguien les esté gritando, sin necesidad de que alguien los humille, entre otras cosas, pero lo que no saben es que están totalmente equivocados.

Mi nombre es Naruto Uzumaki y les contaré parte de mi vida sobre huir de la ley, los cazarecompensas y muchos otros enemigos...

Nací en el año 1858 y como algunos niños, mis padres me abandonaron en el orfanato, la señora que me cuidaba dijo que me dejaron en la entrada del orfanato con una nota que decía "Se llama Naruto Uzumaki. Cuide de él."

Desde niño siempre me pregunté cuál era la razón por la que ellos me abandonaron, "Qué si ellos no tenían dinero para mantenerme", "Qué si eran perseguidos por alguien", miles de preguntas pasaron por mi mente en esos tiempos, pero me alegro de que lo hayan hecho.

Siete años después conocí a Sasuke y Kiba en un día en el que unos niños querían quitarme mis galletas que conseguí robando de la cocina, sé que eso estuvo mal pero jamás me importó eso.

—Última vez que te lo digo Uzumaki; dame las malditas galletas.

—Ven y quitamelas.

El grandulon se acercó a mi dispuesto a quitarme mis galletas sin antes darme una golpiza. Guardé mis galletas en mi bolsillo y me preparé para dar lo mejor de mí en esa pelea. Pero antes de poder hacer algo una voz interrumpe la pelea.

—Aléjate de él idiota o Kiba y yo no nos detendremos en darte una lección.

De un momento a otro aquel niño que tanto me molestaba se puso nervioso y se alejo de mí de inmediato.

—Sasuke, Kiba.... Creí que se habían escapado...

—Eso no es de tu incumbencia, Hidan. Aléjate de él y si lo vuelves a molestar te las verás con Sasuke y yo.

Hidan se alejo después de mostrarle una simpática sonrisa que tanto odiaba.

—A partir de hoy niño, Sasuke y yo te cuidaremos.

Desde ese momento sabía que Sasuke y Kiba se volverían muy especiales para mí, se convertirían en mis hermanos aunque no fuéramos de la misma sangre eso no nos importaba.

Desde aquel día vivimos muchas cosas juntos. Ellos siempre me platicaban de Obito Uchiha, el tío que abandonó a Sasuke en el orfanato disque por su propio bien, a pesar de eso Sasuke lo quiere como si fuera un padre para él. Siempre me platicaron de lo que sería su vida siguiendo los pasos de su familia, ser forajidos, al principio me negué a eso, pero después me di cuenta que ese era mi sueño, ser forajido.

Cuando cumplimos los 12 años escapamos del orfanato con ayuda de los amigos del tío de Sasuke. Aquel día conocí a Obito Uchiha y a su fiel mejor amigo Kakashi Hatake.

—¿Es en serio Obito?

—Se supone que deberías apoyarme Kakashi, cuidaremos a esos niños y en cambio ellos harán nuestro trabajo.

—¿Piensas engañar y utilizar a tu propio sobrino?

—Le prometí a mi hermano que cuidaría de sus hijos, Itachi creció y se fue, ahora me toca cuidar a Sasuke.

—Tú si que estás loco, amigo. Nada más no te dejó por la lealtad de la banda y porque...

—¿Por qué que, Kakashi?

—Porque eres un idiota y no sobrevirías sin mí.

Suelta una pequeña risa —Si no soy tú, idiota.

El tío Kakashi nos cuido mientras el tío Óbito se la pasaba asaltando trenes o bancos con los demás de la banda, Sasuke, Kiba y yo queríamos hacer ese tipo de trabajos, pero siempre nos decían que estábamos muy pequeños para eso. En ese entonces el tío Kakashi nos enseñó a leer y a escribir, también nos enseñó a usar un arma y defensa personal. Incluso nos contó historias sobre él y el tío Obito y cómo crearon la banda y sobre aquella lealtad que no podía fallar o sino sería asesinado a sangre fría.

Pero cuatro años después algo dentro de mí cambió.

El 15 de septiembre de 1874, el tío Kakashi y el tío Obito junto con la banda se habían ido a asaltar un gran barco con una enorme cantidad de dinero, así que Sasuke había quedado a cargo de nosotros. Cuando fuimos a nuestras habitaciones había escuchado un ruido en la habitación de Sasuke y no dude ni un segundo en ir a investigar, tomé el arma que el tío Kakashi me había dado y entré a la habitación encontrándome con uno de nuestros enemigos acercándose a Sasuke con un cuchillo, él noto mi presencia y me puse nervioso.

—Adelante, hazlo o será que no tienes los suficientes huevos para hacerlo, discípulo de Hatake.

—¡Aléjate de Sasuke o disparó!

—Hazlo ahora —Él soltó el cuchillo y alzó las manos mientras se acercaba a mí lentamente, se detuvo cuando la pistola tocó su frente —Hazlo Uzumaki o no piensas hacerlo.

La puerta se abrió bruscamente cuando se escuchó un disparó, había entrado Kiba alterado.

—¡Naruto hay personas a...!

Voltee a verlo olvidándome por completo del aquel tipo —Ki.... —aquel tipo tomó el arma e intentó bruscamente quitarmelo, lo golpee varias veces en las costillas haciendo que se retorciera de dolor y cuando cayó al piso le apunté a la cabeza y....

Mi Forajido Favorito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora